Mi Chico Favorito.

-XVIII- Trabajo En Parejas: Parte 3.

Equipo Hantasuki

—Oye no nos fue tan mal, ¿Verdad? —Preguntó Sero a su compañero de estudio quién era llevado por la policía por causar un incendio a media casa.

Obviamente a la casa de sus padres.

—¡Callate! ¡Te mataré! ¡Los mataré a todos! —Gritó Bakugou mientras era metido a la patrulla por dos uniformados.

Estos se veían muy apenados. Pues era la primer vez que sucedía un caso como este en Japón.

—Mitsuki, ¿No crees que es ir demasiado lejos al llamar a la policía para que se lleven a Katsuki? —Preguntó muy apenado su padre.

—¿¡EEEEHH!? —Gritó la madre del rubio con una expresión demoníaca similar a la de su hijo. —¿¡Pero de que mierdas estás hablando!? —Le gritó a su esposo en la cara. —¿¡Te parece poco que haya hecho explotar mi sillón favorito!? —Le reclamó ella.

—¿Y-y a-a ti te p-parece mucho? —Preguntó con miedo el pobre sujeto.

—¿¡QUEEEEEEEEE!? —Gritó con furia al ver que su esposo la contradecía.

Mientras la familia de Katsuki lidiaba con un problema familiar. Sero terminaba de revisar la tarea para ver que estuviera en perfecto estado, muy presentable y sobre todo que no hubieran errores que los hiciera reprobar.

—Si, esta todo en orden —dijo Sero complacido.

Se acercó a dónde estaba la patrulla en donde estaba recluido su compañero de clase. Bakugou tenía una expresión demoníaca capaz de intimidar a cualquiera, menos a sus amigos. Ellos ya sabían cómo era y por eso lo soportaban todo. Si, absolutamente todo.

*Toc* *Toc* *Toc*

Tocó el vidrio en repetidas ocasiones para llamar su atención y no hizo falta que tocará más.

—Grrrrr... —Gruñó este al ver que le hablaban.

—Hey Bakugou —dijo Sero. —Supongo que será todo por hoy, así que... ¿Nos vemos? —Se despidió el pelinegro.

—Tsk... —Pero lo único que recibió a cambio fue que el rubio desviará la mirada a un lado con mucha molestia.

—Nos vemos mañana en clase entonces —se despidió Sero de su amigo con una radiante sonrisa.

Al parecer le había ido muy bien en el trabajo que le dejó el profesor Aizawa. Ya que Bakugō podrá ser muy enojon y peligroso pero es muy inteligente.

—¿¡QUEEEEEEEEE!? —Se escuchó gritar a Mitsuki nuevamente, al parecer alguien la había vuelto a contradecir. Seguramente su esposo o los oficiales de la ley.

Ya que al parecer no podían arrestar a su hijo por incendiar un simple sofá.

Al final el pelinegro se fue a su casa con la enorme satisfacción de haber hecho muy bien su tarea.

Si, cualquiera estaría orgulloso de eso.

Equipo TokoIida

—Tokoyami-Kun hay que dar nuestro mejor esfuerzo para terminar la tarea —exclamó Tenya mientras hacía señas con sus manos.

—¡Si! —Exclamó Tokoyami.