Prólogo

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No me siento sola, tampoco traicionada por él–tal vez un poco–pero ahora sabía que ni lo más mínimo que Matteo me haya hecho, se compara con lo que yo estoy haciéndole.

Hace seis años no me cabía en el alma saber que Lily y Bernie estaban vivos, también que el hijo de Ambar estaba cerca de nacer me distraía del mundo exterior. En el momento que me enteré que mis padres vivían no tenía tiempo para nadie más, ni siquiera para Matteo. Lo descuidé, lo descuide demasiado tiempo y lo sabía, pero estar con mis padres era mi mayor alegría en ese momento. Fue hasta cuatro meses después que mi relación con Matteo acabó.

El cumpleaños dieciocho de Nina fue dos meses después, ese día me olvidé de todo, bebí alcohol como jamás lo hice junto a Simón que no dejaba de susurrarle a Ambar lo feliz que lo había hecho con la llegada de Alex. Él estaba ahí, con su prima Flor, también estaba demasiado borracho, y digo también porqué yo ni siquiera sabía mi nombre, estábamos tan, pero tan ebrios que no supimos en qué momento pasó.

Lo malo fue al día siguiente, cuando recordé que me había entregado a Matteo sin usar protección alguna, pero eso no fue todo. También supe que Matteo estaba de novio con Emilia desde hace una semana.

Claro que eso no es lo peor.

Pues dos semanas después, yo estaba embarazada y no tenía la mínima idea de que hacer. Hasta que se me ocurrió la primera idea.

Hablar con Matteo.

Pero no pude.

Emilia también estaba esperando un hijo de Matteo.

Decidí no decir nada, obviamente Matteo me elegiría a mí, pero dejaría sin padre al hijo de Emilia. Después de todo yo tenía una posición económica demasiado buena, ella no. Sin Matteo de cualquier forma mi hijo crecería rodeado de todo, sin Matteo el hijo de Emilia carecería de casi todo. Dos semanas después, Matteo llegó a mi casa, se despidió y se fue a formar su nueva familia con ella.

Luego supe que no era uno, eran dos.

Sol y Matías nacieron y crecieron rodeados de amor, nunca les faltó nada. No supe de Matteo más que había logrado ser un cantante famoso y Emilia siempre estaba a su lado, pero jamás veía a su hijo.

Tengo a cargo la empresa mayor de mis padres, me retiré del patinaje después de que mis hijos cumpliesen un año. Todo lo tuve bién planeado desde el principio, todo me salió bien. Tenía a Sol y Matt alejados de las cámaras, siempre supe que hacer y que decir.

Excepto el día que volví a encontrar a Matteo seis años después.

1 | Todo lo hice por ti Where stories live. Discover now