9 - ¿Son mios?

5.6K 365 66
                                    

Matteo

Después del concierto entré nuevamente al camerino, sin mencionar que no dejaba de buscar a Luna con la mirada, pero no aparecía por ningún lado.

No sé que clase de escándalo estará mañana, solamente se que muero por leer esas notas.

—¿A qué estás jugando, Matteo?—escuché la voz de Emilia—. ¡¿Qué lugar me estás dando?!—me gritó.

—¿Que te pasa Emilia? No entiendo tu actitud—respondí.

—¡Es enserio!—gritó más fuerte—. Subiste a Luna, ¡la mostraste frente a todos!—ella se acercó a mí—. ¡Dime Matteo! ¡¿Cuándo has hecho eso por mí?!

—¡Fue solo un mal entendido, Emilia! No es para que vos te pongas de esa manera ¡acaso no viste su rostro!—«su perfecto rostro»—. ¡No sabía que eso iba a pasar!

—¿Por casualidad llegaron hasta ahí? ¡Justo ahí!—ella empezó a llorar—. ¿Cómo crees que me sentí cuando todos gritaban "lutteo" frente a mis narices? Esto no funciona así Matteo.

—¡Creó qué estás exagerando todo! ¡No me dejas hacer nada! ¡Ni siquiera salir con los chicos!—grité yo, ahora—. Tenes demasiada razón al decir que esto no funciona así, ¡Soy tu novio! ¡No soy tu hijo!

—¿La quieres?—escuché.

Sabía que se refería a Luna.
No creó que quiera saber la verdad, no creó que quiera saber que soñé con Luna todo esté tiempo.

—Emilia basta—susurré.

—¡Respóndeme!

—¡Cállate ya!—grité.

—¿Eso es un sí?—dijo ella—. Claro, siempre lo supe.

—¡No Emilia, no! ¡Nunca lo supiste!

Ella se sentó limpiándose las lágrimas.

—Lo supe siempre, Matteo—chillo–. Pero siempre me callé porque yo si quería que lo nuestro funcionara—dijo—. Sabía que llegando a esté lugar pasaría todo esto—nuevamente estaba llorando—. Siempre supe que amabas a Luna, porqué después de siete años jamás me pediste que me casara contigo, y para desgracia perdí a Emiliano, incluso cuando intentábamos tener otro hijo los planes de boda no estaban contigo—explicó—. Pero no era porque no quisieras casarte, el único motivo era que yo no soy Luna Benson.

—Emil...

—Pero si todo esto fuese con ella—Emilia tragó duro—. Estoy segura que te encantaría estar con Luna de todas las formas y leyes posibles.

Me quedé ahí, sentado. Emilia tenía tanta razón, y me sentía mal por ella. Después de todo y de todos, Emilia me amaba a mí.

Pero yo amaba a Luna.

—Hablamos mañana—dijo para luego salir de ahí.

Quedé sin ganas de nada, me bajó completamente los ánimos, no entendía el porqué exactamente pero me sentía una mierda.

Soy una mierda con Emilia.

Todo el tiempo lo he sido.

1 | Todo lo hice por ti Where stories live. Discover now