1 | Todo lo hice por ti

39 - Sí eres tú

Jess sacó a su hermana y a Freddy de nuestra vista, ella consideraba que no era conveniente tenerlos acá. Pero sin embargo la duda me estaba carcomiendo siendo que estaba completamente segura que él es Freddy Benson, puedo verlo en sus ojos.

Le doy una última mirada a Matteo y camino siguiendo a los que ahora acaban de salir, ruego a Dios que no sea complicado esto y que por favor esto quedé resuelto ya. Una semana entera, y dos noches completa sintiéndome estúpida por no lograr encontrar nada.

Y resultaría que solito llegó a mí.

Cuándo veo a las dos mujeres y al niño ahí, me preguntó dónde está el. Muevo mi vista para todos lados para lograr captar donde se encontraba, entonces observo que está más adentrado en la casa con un teléfono móvil en la mano apunto de hacer una llamada, tomo otra ruta de la casa para que ellas no me vean, Y me pongo en un lugar donde puedo escuchar perfectamente lo que él estaba por decir a quién sabe quién.

Mi corazón está por salir y no creo poder aguantarme más esta necesidad de ponerme frente a él y preguntarle si nos conoce. Si sabe verdaderamente quienes somos para el.

—Mamá—dice él—. Mamá no sé que hacer.

Dice el al teléfono, no logro escuchar lo que Roma dice.

—Los he encontrado—dijo nervioso—. He encontrado a los señores de la foto que vos me diste.

Se refería a mis padres, se refería a ellos.

—También he visto a la chica—susurró—. La misma que ha salido en las televisoras del negocio de ellos.

Pero no sabía a quién se refería, se refería a mi o a Ámbar.

Todo esta cuadrando. Es él.

—No diré absolutamente nada, no saben quién soy...—dijo. Y estaba muy equivocado—. ¡Mamá no! Se que esta es mi familia pero tu sos la mía.

Si es él.

—No diré nada, ni siquiera mi esposa debe saber que... esta gente, es mi familia. Pensarán que estaré por dinero, y yo no soy así.

Debía actuar ya, debía hacerlo.

—Al menos ya conozco a mis padres, Lili Benson es muy... hermosa.

«Claro que nuestra madre es hermosa».

El lugar estaba algo iluminado por las luces de afuera, justo cuando él colgó el celular yo encendí la luz de acá y él giró completamente asustado.

—Parece fácil—dije entrando.

Él se puso completamente pálido.

—Disculpe señora, no sé de que me habla.

"Señora" iugh.

—Lo sabes perfectamente.

El negaba.

—Me temo que se esta confundiendo—dijo he intentó salir de ahí.

—Toda mi vida, pensé que yo era la única hija de Lili y Bernie Benson—dije—. Y hace unas semanas me resultó que no era así, que tenía un hermano.

Debido a las voces y que ahora había más luz en este salón, la esposa y el hijo de Freddy se acercaron hasta nosotros junto a Jessy.

—¿Pasa algo?—preguntó la esposa de él pero no respondí.

—Te das cuenta de lo grave que es esto.

Él Giro para ver a su esposa que la veía igual de confundida que Jessy. Cualquiera se pondría de esa forma siendo que, en una casa que ni siquiera conoces, con personas que ni siquiera saben quién eres, resulte que es tu verdadera familia.

—¿Qué sucede acá?—pregunta de nuevo.

—¿Enserio crees que tenes derecho alguno de pedirme aceptar algo después que tus padres me abandonaron?

Negué con la cabeza.

—Nadie te abandono, Freddy. ¿Por qué lo harían?

—¿Porqué éranse demasiado jóvenes para tener su primer hijo? Dímelo tú.

—Yo tampoco crecí con ellos, a mi también me daban por muerta cómo te hacían a ti—dije—. Fue una verdadera casualidad que yo llegase a esa casa.

Dije fuerte.

—Y tú tampoco tienes derecho a decir cosas sin saber como realmente pasó, ellos no te abandonaron, en el hospital donde naciste te dieron por muerto el mismo día—dije—. Y aún nadie sabe porque ocurrió eso siendo que tú estás vivo.

—Muerto...

—Tu misma madre llamó a mis padres hace una semana, para decirles que tu nunca moriste, después de veintiséis años... no entendía porque lo hacía. Pero ahora sé que es porque está muy enferma y tal vez no sepa si va a salvarse o no—dije fuerte.

Los ojos del empezaron a acumular lágrimas.

—Luna... ¿Qué sucede?—entró mi madre junto a Ámbar.

—¿Todo bien? ¿Que esta ocurriendo?—esta vez fue mi padre.

Freddy me miró fijamente pidiéndome que ya no siguiera.

Pero por otra parte estaba mis padres. Y aunque ellos me mintieron yo no pensaba hacerlo.

—Nadie te verá cómo un arribista—dije—. Pues este es lugar te correspondía desde hace veintiséis años.

—¿Por qué hasta ahora?—preguntó él.

—Todos te creían muerto—dije—. ¿Enserio creías que alguien buscaría alguien que ya estaba muerto?

—Pero yo no estaba muerto.

—Eso lo supieron mis padres veintiséis años después—giré a verlos, y mi madre me observaba con un rostro de asombro.

Claro, ella no pensaba que yo lo sabía.

Ya ahora tiene a su hijo de frente.

—Sí esta vivo—susurró mi madre tomando a mi padre del brazo, queriendo llorar.

—¿Te es tan difícil aceptar que tu verdadero apellido, es Benson?

Pregunté y el trago duro, su esposa lo veía sin creerlo, pero también tenía un cierto odio en los ojos.

Mi madre se acercó a él y con sus manos tomó su rostro.

—Sí eres tú—dijo en un susurro mientras lo abrazó.

Él confundido también abrazó a mi madre, pero no con la misma fuerza.

—Te creí muerto todo este tiempo—dijo—. No sé quién me mintió todo este tiempo, no sé quién quiso alejarte de nosotros—habló mi mamá.

—¿Dónde esta Roma?—entró mi abuelo—. Estoy seguro que ella podrá responderte toda estas preguntas. Algo había de raro en alejarse y hasta cambiar su domicilio para jamás tener contacto con nosotros. Era porque te tenía con ella.

Mi madre se limpió las lágrimas, y observó a un Freddy muy confundido. Roma había sido tal vez la causante de todo esto.

—¿Dónde esta Roma?—preguntó mi madre.

—En la casa—respondió Livia, su esposa.

—Llévennos a ella.

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!Otro capítulo!

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