1 - Mal contrato

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Deje la tasa de café en la mesa y seguía analizando el maldito contrato que alguien aceptó y firmo sin saber lo complicado que sería para mí.

Nina estaba sentada frente a mí y por su rostro; también estaba tan mierda como yo.

—¿Estás bien?—pregunté esperando una respuesta.

—¿Tú estás bien?

—Sí—mentí.

—Luna—Ella rodó los ojos.

—Esta bien—musité—. No estoy bien, lee esto—le di la carpeta.

Poco a poco ella abría los ojos sin creer lo que leía.

—¡Firmaron contrato con los managers de Matteo!

—Ambar lo hizo, creó que no tiene la mínima de quién es Dustin Rosas—me tape el rostro con ambas manos.

—Creó que tendrás que encargarte personalmente de organizar los conciertos de tu ex en toda Argentina.

—No lo haré yo, para eso estará Daniela—suspiré—. Evitaré a Matteo lo más que pueda.

—Sabes que no podrás, tienes que estar ahí viendo y escuchando a Matteo y a su esposa, Emilia.

—Hablando de eso—Luna se acomodó—. Ni Sol ni Matías tienen qué estar acá esos días, afortunadamente las vacaciones están cerca. Tenerlos lejos me ahorrarán demasiadas preguntas de Matteo si los ve.

—También a mí me caerían demasiado bien unas vacaciones pero lo menos que puedo hacer es salir de la ciudad, Eric se enteró que estoy por casarme con Gaston y quiere quitarme a Elena—ella se echó para atrás.

El día pasó rápido, fui por unas cosas que necesitaba y antes del atardecer llegué a la mansión, la misma mansión Benson dónde ocurrieron tantas cosas, la que más duele es qué en aquel jardín donde ví por última vez a Matteo, hace ya siete años.

Aveces me arrepentía, pensé demasiado en los demás y no pensé en mí, posiblemente ahora fuésemos la familia más feliz, pero ese capítulo le toco a Emilia, mejor dicho se lo regalé a Emilia.

¡Mamá!—esa voz.

—¡Mami, llegaste!—eran ellos.

Sol fue más rápida y me abrazó pidiendo sin palabras que la alzara, no era tan pequeña pronto cumplirían siete años, la levanté y me abrazó.

—Rex no aparece por ningún lado, mamá—dijo Matías mientras buscaba al cachorro.

—Nuevamente está huyendo de ustedes, ¿Ya buscaron bien?—pregunté, le dí un beso en la mejilla a Sol y la baje.

—¡Entramos incluso en la habitación de la tía Sharon!

—Y eso me costo un buen de cosquillas—Matías sonrió.

Empece a reír cuando Rex empezó a bajar de los escalones ladrando y coleando, ambos gritaron y corrieron hasta él.

—No lo buscaron del todo bien, niños—dije y decidí subir a mi habitación.

1 | Todo lo hice por ti Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon