45 - Una chica

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Abrí los ojos cómo platos y giré para ver a Sol que se tapó más con su hermano, justamente no sabía que hacer «Llamar la atención de Sol, o hablar bien con Alexis, calmarlo y preguntarle si es exactamente eso lo que lo puso de esa forma».

Creó que lo correcto era lo segundo.

—Ven, cariño—dije y lo llevé adentro.

En eso su madre apareció y preguntó que ocurría por el rostro de su hijo, pues no quería ver a nadie y estaba furioso al dos mil.

—¿Estás seguro que es eso?—preguntó Ámbar nuevamente.

En ese mismo instante entró Matías de la misma forma.

—Mamá, ¿quieres sacar a Sol de la pileta?

Yo arrugué la cara.

—Esos abracitos que se esta dando con Jonas no se ven muy amistosos—dijo y yo negué con la cabeza.

—¿Puedes llamarla?—pregunté.

—No me hace caso—dijo—. Esta muy concentrada con su "amiguito"

—¿Por qué la besó?—preguntó Ámbar.

—Porqué le gusta, es obvio tía—respondió Matías molesto—. ¡Esta bien menso el niño ese!

Alexis no decía nada, es más parecía tranquilizarse.

—No tuvo porque besarla, es una niña.

Yo rodé los ojos.

—¿Ves porque no deben besar a cuanta niña se ponga enfrente?—dijo Ámbar—. Así cómo ustedes se molestan por lo que sucedió, así se molestan los hermanos de las niñas con quienes babean.

¿Babean?

—Pero él tuvo el descaro de besarla frente a nosotros—dijo Alexis—. En las narizotas de Matías.

—¡No debió hacerlo!

—¡Bueno basta! Esto suena más como crisis de celos en noviazgo, que un par de hermanos molestos porque sus hermanita ahora prefiere a otro.

¡No lo prefiere!—gritaron los dos.

Quedé callada, quería ver hasta donde llegaban los argumentos de ambos.

—Deben entender que Sol es libre de fijarse en cualquier niño—dije.

—Pero no besarlo, mamá.

Bien dicho.

—Deben meterse en la cabeza de ambos que Sol crecerá, y después tendrá la libertad de tener un novio—dijo Ámbar.

Matías bajo la cabeza.

Alexis ni se diga.

—Pero mientras no tenga el permiso de mi papá, para tener novio—dijo Matías—. Yo no dejaré que se bese con ningún tarado mancha calzones.

No pude evitar reír, Ambar hizo lo mismo.

—Prometen que se contendrán y serán más comprensivos con su hermana—dije.

1 | Todo lo hice por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora