22 - El es mi papá

4.9K 359 46
                                    

Matteo

—¿Por qué si tienes una casa en Buenos Aires, dormís en un hotel?—preguntó mi hijo, yo quise reír. Tenía razón.

Pero más quería reír por cómo combina lo argentino y lo mexicano; aveces usan el vos, aveces el tú, en fin, ambos son una rocola de lenguas.

—Buena pregunta Matt—dije y observé el tráfico—. Ni siquiera yo se que responderte.

—Oye papá—Sol se puso entre medio los dos—. ¿Con quién quedáremos cuando vos te vayas a tu concierto?

—Ya lo verán—dije.

Matías presionó un botón y entonces se empezó a escuchar la canción de "princesa", la canción que le había escrito a Luna años antes.

—¿Cómo es que se elige una princesa?
¿Cómo saber si es una de ellas
La que espera que sea su príncipe azul?

Sonreí al escuchar la canción, creó que mejor vida no podía tener ahora.

Cómo es que descubro la manera
Pues la única belleza es la que guarda en su interior—cantó Sol, y de inmediato volteé a verla. Estaba pegada a la ventana observando por esa misma—. Dale luz a mis sentidos, Dame una señal.

Ya no soy yo, Es el amor, Y siento que estoy despertando—canté yo, y ví cómo Sol sonrió y se acercó a mí.

No se quien soy, Ni a dónde voy, Aunque pensé que estaba claro—me siguió, y me di cuenta que tenía una hermosa, pero hermosa voz.

No quiero sentirme un cobarde, Sólo espero, no sea tarde, Para seguir al corazón—cantamos los dos.

«Dios mío, me he perdido de mucho al estar lejos de ellos».

—¡Tu voz es idéntica al que canta esa canción!—dijo Sol, y no sabía se reír o llorar.

—Sol, esa es mi canción—dije—. Yo la escribí, esa es mi voz—señale la música.

—Mi mamá siempre escuchaba esa canción—Matías sonrió—. Ahora lo entiendo todo.

Sí, ahora yo también entendía todo.

Llegué a mi casa, supongo que ellos ya están acá. Dejo el auto y el chofer lo lleva a aparcar, tomo a mis hijos de la mano y subimos las escaleras para llegar a la puerta.

—¿Esta es tu casa?—preguntó Sol—. Siempre dije que esta era la competencia de mi casa, y resulta que es de mi papá.

Sonreí y baje mi altura deteniéndolos a ambos antes de entrar.

—Ahora conocerán a sus abuelos—dije—. Ellos son mis padres y así cómo yo hace unos días, ellos no saben que ustedes existen.

—¿Y si no nos quieren?—preguntó Sol con su rostro apagado.

—Tal vez a ti no te quieran, a mí me van a amar—dijo Matías, Sol lo vió molesta.

—¡Paren!—dije—. Claro que los van a querer, los van a adorar ¿Listos?

Matías inmediatamente sonrió y asintió. Sol no, ella no hizo nada.

—Pequeña—la abracé—. Les vas a encantar.

Después de unos segundos, abrí la puerta y ellos pasaron por delante, pero no muy lejos de mí. Ambos iban temerosos, lo sabía por la forma de caminar que llevaban ambos.

—Me quiero hacer pipí—dijo Matías.

—¡No que muy guapo! Gallina—escupió Sol.

—¡Matteo hijo! ¡Estás acá!

En ese momento solté una carcajada y creó que no había reído así en siglos.

Sol y Matías pegaron un brincó cuándo escucharon el grito de mi madre.

Fue tan gracioso, totalmente gracioso.

—No se asusten—dije—. Ella es la abue...

—¡Matteo, mi amor!—apareció mi madre, pero no tardo en qué bajará la vista hasta los niños que tenía en las piernas sujetados de mis jeans—. ¡Hola!—dijo mi madre.

Ellos me vieron a mí.

—H-hola—dijo Sol, y empezó a soltarse de mis jeans.

—¡Flor! ¡Marco! Tenemos más visita—mi madre sonrió, ella ama a los niños—. No teman pequeños, yo soy Mili Balsano, madre de Matteo.

En eso, la imagen de mi prima apareció.

—¡Matteo!—dijo pero también pase de bajo cuándo vió a los niños.

Flor se acercó un poco.

—Hola—dijo y bajo su altura—. ¿Cómo se llaman?

Sol me vió, Matías seguía sosteniendo mi pantalón.

—Hola—sonrió Sol—. Yo soy Sol, y el es mi hermano Matías.

—Vaya—mi madre también se acercó—. Son...

—¡Mellizos!—apareció mi padre—. ¿Quienes son estos niños tan bonitos?—preguntó él.

—Ella es Sol, y él es Matías—repitió Flor.

—No se si es mi vista pero, esta niña me recuerda a alguien, y el niño se parece mucho a tí de niño, Matteo—dijo mi padre.

Yo sonreí, y moví a Matías para que se soltará de mí.

—¿Quienes son sus padres, pequeños?

—Mi madre es Luna Benson—dijo Sol.

—¡Luna!—gritó mi madre—. ¡La misma Luna que tanto adoro!

Yo asentí.

—Y mi padre—ella me vió a mí—. Es Matteo, el mi papá.

1 | Todo lo hice por ti Where stories live. Discover now