p r ó l o g o

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P R Ó L O G O

Somos lo que soñamos ser y ese sueño no es tanto una meta como una energía. Cada día es una crisálida, cada día alumbra una metamorfosis.

Caemos, nos levantamos. Cada día la vida empieza de nuevo. La vida es un acto de resistencia y de re existencia, vivimos. Revivimos pero todo se sostiene en la memoria.

Somos lo que recordamos. La memoria es nuestro hogar nómada, como las plantas o las aves emigrantes, los recuerdos tienen la estrategia de la luz, van hacia delante a la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor.

Hay un dolor parecido al dolor de muelas, a la pérdida física y es perder algún recuerdo que queremos, esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida.

Por eso hay una clase de melancolía que no atrapa sino que nutre la libertad. En esa melancolía como espuma en las ondas se alzan los sueños.

El poema de Manuel Rivas me acompañaba como cada vez que me adentraba en un nuevo reto, mi madre me lo había hecho llegar hacía un par de meses en un no muy buen momento sabiendo que lo apreciaría como se merecía y vaya si lo había hecho. Al final nadie me conocía mejor que ella... ella siempre estaba ahí, sin importar el tiempo o las llamadas sin responder. Paciente, comprensiva, dura en comentarios que después agradecía e infinitamente dulce en halagos que de vez en cuando he ido necesitando a lo largo de mi vida.

El taxi me había traía a mi hogar... mi punto de partida, la línea de salida. Desde aquella puerta, observé el gran edificio que tenía sobre mis ojos. Las ventanas de las habitaciones, las farolas que se veían desde aquellas ventanas. Los pocos metros que separaban aquella academia del plató y las veces que lo recorrimos durante mi estancia allí dentro. De nuevo mi yo más niño reaparecía ante aquellas puertas de cristal. Mi yo más niño sonreía al bajarse de ese coche, ¿Quién le iba a decir a ese niño que un año después volvería a ese lugar tan cambiado como estaba ahora? Si pudiera le diría a ese niño que nada queda del Luis de hace un año, ¿Ha crecido? No, ese no es el problema porque sigue disfrutando como un niño de cada cosa que la vida le plantea y ahí estaba, esperando paciente al pistoletazo de salida para correr y volver a meterse dentro del nido que tanto le protegió.

· somos lo que soñamos ser ·Where stories live. Discover now