· somos lo que soñamos ser ·

C A P I T U L O 9

C A P I T U L O 9

¿Qué es el amor? Para Ortega y Gasset solo era física y química. La ciencia intenta darle explicación a todo pero ¿también al amor? ¡Qué más da si nos enamoramos!

Lo que importa es todo lo que hacemos. Un rostro, un gesto, una palabra, un canción o ¿Por qué no? un lugar.

Hay física, hay química, mucha química peros sobretodo un deseo de formar parte de alguna cosa o de alguien. Por mirarte en un espejo de ojos y sentir que formas parte de algo o de alguien.

El amor es una droga, de hecho, el amor es la droga. La que te lleva a lo más alto, la que te hace tocar el cielo.

La ciencia sigue buscando neuronas, hormonas o genes que expliquen el amor. ¡Como si para sentirlo hiciera falta explicarlo! Más allá de hormonas con nombres impronunciables está el sentimiento que genera estar enamorado, de tú, de mí, de él, de ella.

El amor implica riesgo, aventura, en lugares inexplorados, haciendo cosas que jamás habrías imaginado hacer. Nos empuja a jugar con nuestro propio destino, evaluando el riesgo pero sin calcular las consecuencias. Nos formula preguntas sin respuesta. Abre dudas al mismo tiempo que abre puertas a un futuro distinto al previsto.

El amor no avisa cuando llega ni tampoco de la forma que va a adoptar. Puede ser tu mejor amigo, un desconocido, una playa. Puede esconderse en tus recuerdos y salir de nuevo en el momento menos esperado y en ocasiones menos oportuno. Pero es amor y ni la ciencia tiene explicación ¿Por qué ibas a tenerla tú si te puedes enamorar hasta de la música?

Piel con piel. Labios que se unen. Hormonas disparadas. Dudas sin resolver. Pasión, más preguntas... mejor dejarse llevar.

El amor no reflexiona, no plantea preguntas, no tiene dudas, ataca. Lucha por delante de prejuicios y culturas, religiones y sexos. Y entre reflexión y reflexión, uno va encontrando respuestas. Si nos gusta lo que sentimos, una va cayendo rendido poco a poco sin darse cuenta sin intentar evitarlo. Incluso los científicos caen delante de él, tal vez por eso quieren saber el porqué, ¿pero qué más da?

El amor se abre, se expande, se rodea, te transporta, te nubla la vista. Te provoca risa y llanto, gritar, murmurar, cantar, hablar, correr en busca de tu destino. Dejar atrás lo que no necesitas, dejar que el amor haga lo que quiera de ti. Si el amor no tiene explicación científica, ¿Quién eres tú para explicar porque nos enamoramos?

El amor hace hacer el más imposible como rellenar una maleta en dos minutos y salir en el próximo tren destino A Coruña. ¿Una locura? Sí, pero valía la pena cada una de mis locuras porque pasaban a escribir mi futuro.

- Ya hemos llegado joven – me despertó la amable señora que estaba sentada a mi lado e imagino que quería salir.

- Lo siento, me he dormido.

- Pues sí, debías de estar cansado. ¿Mucho trabajo? Los jóvenes de hoy en día no trabajáis mucho.

- Digamos que trasnocho demasiado.

- Demasiadas discotecas.

- ¡No! soy músico y normalmente la inspiración me llega por la noche, aunque hace días que me he quedado sin inspiración.

- ¿Una chica?

- La chica – le dije sonriendo.

Salí sonriente del vagón sin saber cuál era el siguiente paso que debía tomar, ni siquiera sabía dónde vivía y tampoco era plan de ir preguntando por ahí como si se tratara de un psicópata.