· somos lo que soñamos ser ·

C A P I T U L O 21

C A P I T U L O 21

La permanencia, perseverancia y persistencia a pesar de todos los obstáculos, desalientos e imposibilidades es lo que distingue las almas fuertes de las débiles y si algo se había empeñado mi madre en enseñarme era a ser una persona persistente. Que no me rindiera con el primer obstáculo que se cruzase en mi camino.

Y por ello después de aquel encontronazo, casual, aquella mañana en Universal, vinieron otros, no tan casuales. Me convertí en su sombra. Aparecía frente a ella excusando una casualidad hasta que al final... sonrió.

Al final nos tomamos ese café que poco a poco se convirtió en una comida, una cena, un cine y una sesión de música en mi casa.

Poco a poco como a ella le gustaban las cosas y yo no podía hacer otra cosa que esperar, adaptarme a sus tiempos y hacerlos mío porque sabía que valía la pena y que tener la cabeza en otro sitio solo era anclarme en un pasado que había llegado el momento de pasar. Porque un gran error que cometemos las personas es arruinar el presente, recordando un pasado que ya no tiene futuro. Y lo sentí aquella mañana que me desperté sonriendo al soñar con ella, con su risa... porque ella es así, siempre sumida en su mundo, ni estando despierta deja de soñar, ella vive sonriendo y hablando sola al caminar. Ama mirar el cielo y preguntare de qué está hecha la luna. Sí, así es ella, curiosa como ninguna. Siempre anda igual, siempre con la mente en otro lugar. Siempre fuera del planeta, pero dentro de mi mundo.

- He visto que este fin de semana se estrena esa película que tenías tantas ganas de ver – le informé curioseando mi móvil.

- ¿Crees que podríamos ir? – preguntó desde dentro del probador.

- Por supuesto, este fin de semana no tengo nada.

- Genial – continuó ella – igual al salir podríamos parar en aquel italiano que tanto te gusta.

- Igual – le respondí sin apartar la vista de mi teléfono.

Cada día me miro en el espejo y me pregunto; "¿Si hoy fuese el último día de mi vida, querría hacer lo que voy a hacer hoy?" Si la respuesta es no durante demasiados segundos, sé que necesito cambiar algo. El karma es experiencia, la experiencia crea memoria, la memoria crea imaginación y deseo, y el deseo crea de nuevo el karma

"Hola Luisin!! Voy a estar por allí unos días, tengo una reunión (ya sabes lo poco que me gustan esas cosas jajaja) si tú quieres podemos tomar algo y ponernos al día. Que a juzgar del poco caso que me haces últimamente, seguro que tienes algo que contarme. Besitos".

Aitana.

- ¡Luis! – pronunció de nuevo inmóvil delante de aquel probador – parece que hayas visto un fantasma ¿tan mal me queda? – levanté la cabeza y la vi.

- Estas preciosa – dije sonriendo, bloqueando y guardando el móvil en el bolsillo del pantalón - ¿Y esto como se desabrocha? – pregunté haciéndola reír y rodeándola con mis brazos.

- ¡No seas guarro! Nos pueden oír.

- Créeme cariño esa es la pena, porque si no comprobábamos ahora mismo el cierre de ese vestido.

Psicológicamente, es muy difícil ser sólo amigo de alguien con quien tuviste una relación amorosa. Intentarlo puede volverte loco y lo cierto es que no me sentía preparado para verla de nuevo.

Tan solo hay tres grupos de personas; los que hacen que las cosas pasen, los que miran las cosas que pasan y los que preguntan qué pasó y yo le prometí a ella y más importante me prometí a mí mismo que sería del primer grupo de personas tan solo esperaba que ella pudiera entenderlo.