Capitulo 4-No quiero.

2K 87 5
                                    

-Chavales, arriba, hay que trabajar, tenemos mucho trabajo por hoy.

-Diez minutos más Chad.
Abro los ojos y veo a Chad en la puerta, son las 09:30, estoy muerta. Estoy abrazada a Logan, cuando nos quedamos en el apartamento dormimos juntos.

-Arriba, ya, Logan, tienes que ayudarme con el coche de Xama, y tú Xama, tu padre quiere hablar contigo, te espera en el despacho del bar.

-Pues que espere.

Chad tira de las sábanas destapandonos y yo me remuevo por el frío que hace.

-Arriba.

Me levanto y me pongo unos vaqueros con una camiseta negra y mis Adidas negras, pongo mi pelo en una coleta y bajo al bar.
Antes de hablar con mi padre voy a desayunar algo, ayer no cené y estoy hambrienta. Rosa me da los buenos días y me prepara dos tostadas y un zumo de naranja, odio el café, no me gusta.
Mientras que desayuno, pongo mi atención en la televisión del bar, están dando las noticias.

-...y ahora vamos con la última hora, cada vez son más frecuentes las carreras ilegales, se sospecha que ayer mismo por la noche tuvo lugar una a las afueras de Madrid. Las cámaras han grabado como unos coches iban a una velocidad muy elevada, un poco más y chocan con otro coche que no parecía participar en la carrera. Parece que no se dan cuenta que es un serio peligro para los demás. Y ahora vamos con otra noticia, la familia real ha declarado...

Quito mi atención de la televisión y me centro en mi desayuno, no es la primera vez que salimos con esas noticias en la tele, menos mal que vamos medio disfrazados, porque sino ya estaríamos más que fichados y en el calabozo. Y eso que todavía no ha pasado nada con las drogas...
Termino de desayunar mientras Rosa me cuenta que ayer se fue de compras al centro comercial, y que también quiere hacernos a cada uno un jersey de lana, cada uno de un color diferente. Ya verás que al final vamos a parecer los Power Rangers.

Me levanto de la barra y voy al despacho de mi padre, suspiro y llamo a la puerta, abro y paso al interior.

-Hola papá.

-Hola Lexandra, ¿Cómo estás? Chad me dijo que tuviste un golpe.

-Bien, ayer tenía un poco de mareos, pero hoy ya estoy mejor, ¿Que es lo que quieres?
Me siento en la silla y espero a que me cuente.

-Dos cosas, la primera es que últimamente no estáis ganando nada en las carreras, ¿Por qué?¿A que se debe?

-A que los demás son un poco mejores que nosotros-respondo seria-¿Cual es la segunda?

-Lexandra, tenéis que ganar las carreras o empezaré a perder dinero.

-¿Perder dinero? Pero si tienes de sobra con lo de las drogas.

-Eso es lo segundo-dice serio mirando en su ordenador-Tengo un nuevo pedido, el cliente quiere dos kilos de cocaína y tres de marihuana para mañana, ya te pasaré la dirección.

-Papá, respecto a eso te quería decir una cosa-contesto un poco nerviosa y me mira expectante-No quiero seguir con lo de las drogas.

-¿Por qué?

-Porque no quiero, no me gusta ir por ahí traficando, no me gusta tener que andar con mil ojos cada vez que hay un encargo, prefiero pasarme todo el día encerrada en el bar trabajando antes que eso.

-Pues...lo siento mucho Lexandra, es lo que hay-responde serio-Ten preparado las cosas para mañana para las 08:00, luego te paso la dirección.

-¿Me has escuchado bien?-pregunto medio enfadada-Que no quiero.

-Es tu obligación Lexandra.

-Que no me da la gana coño.

-Pues tenías que haberte ido con tu madre y tu hermana cuando nos separamos hace nueve años-contesta borde-Pero qué pena que tambien se dedicaban a lo mismo.

Lo miro con asco y me levanto de la silla enfadada.
-Que te follen, me voy a trabajar al bar.

-¡Lexandra María!

Salgo del despacho dando un portazo y voy a la barra, cojo un vaso de agua y me lo bebo de golpe.
Hasta el coño, estoy hasta el coño de mi padre y de sus encargos de mierda y de sus carreritas. Soy su hija y no muestra nada de afecto por mí, ayer podía haberme matado y ni se inmuta. Que asco de hombre, me da vergüenza que sea mi padre.

Dejo el vaso en el fregadero y le pregunto a Rosa si todas las mesas están atendidas. Hay una que no ya que acaban de llegar, son los jugadores, más concretamente Sergio, Isco y Marco.
Cojo mi libretita y voy hacia ellos.

-Buenos días, ¿Que queréis?-pregunto borde cogiendo el bolígrafo para apuntar.

-Carajo, ¿Que te pasa niña?-pregunta Sergio riendo.

-Nada, ¿Que queréis?

-Oye, ¿Te encuentras bien?-pregunta Marco sonriendo.

-¿Me decís lo que queréis o vais a seguir con las preguntitas?

-Me da a mí que alguien se ha levantado con el pie izquierdo-dice Isco divertido-Dos cafés, un zumo y tres tostadas por favor.

Apuntó todo en la libretita y voy a la barra a prepararlo, le digo a Rosa que prepare las tostadas y yo me encargo de las bebidas. Y ahora aguantar a los graciosos, estupendo.
Rosa me deja las tostadas en la bandeja y me la llevo junto a los cafés y los zumos.

-¿El zumo para quien era?

-Para mi pisha-responde Isco sonriendo-Odia el café.

-Igual que yo-contesto poniendo las cosas en la mesa- Ya estaría.

-Alexandra, ¿Que te pasa?-pregunta Marco.

Cojo aire y suspiro. No veas si me da coraje cuando se equivocan con mi nombre. Y ya sé que es más raro que un viejo pelirrojo.
-Es Lexandra, no Alexandra, y no me pasa nada.

-¿Segura?-pregunta Sergio divertido subiendo una ceja.

-¿Hoy no entrenais? Lo digo porque no se os vaya a hacer tarde y os lo perdáis.

-No te preocupes, es por la tarde-contesta Isco sonriendo-Siéntate con nosotros y nos lo cuentas niña.

-¿Contar?

-Claro, tenemos confianza-responde Marco mordiendo su tostada.

-Si claro, una confianza de camarera cliente, es una pedazo de confianza que te cagas.

-Venga va, no seas sosa-dice Sergio sonriendo-Si te dice algo tu jefe le dices que te hemos obligado.

-Mi jefe es mi padre-digo cogiendo una silla y sentándome entre Isco y Sergio.

-Pues mucho mejor quilla, tienes enchufe con el jefe. Cuéntanos qué te preocupa, el porqué de tu enfado, lo que te molesta, el motivo por el cual no puedes sonreír, lo que hace que...

-Lo pillo Isco-digo sonriendo poniéndole una mano en el hombro.

-Pues para estar enfadada tienes una sonrisa muy bonita-dice Marco mirándome sonriendo.

-Gracias, tu también-respondo sonriendo y nos empezamos a reír.

-Ya está Chencho ligando contigo.

-Es que mi pisha es de enamoramiento rápido.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz