Capitulo 40-Mamá.

1.2K 56 9
                                    

Entramos en el Bernabéu y aparco mi coche al lado del de Sara, no sabía que iba a venir ella hoy aqui. Es normal, hace mucho tiempo que no hablo con ella.
Nos bajamos del coche y entramos en el interior del estadio. Esto está a reventar de gente.

Miro en una televisión que hay en el pasillo y veo la alineación que Solari ha decidido. Marco al banquillo otra vez, espero que luego le ponga a jugar porque si no me va a tocar de aguantarle en modo depresión en casa. Ya me tocó una vez y no lo paso muy bien que digamos la verdad.

-En mi vida hubiera dicho que estuvieras con uno del Madrid con lo culé que tú eres.

-Y tú con Logan-contesto seria y empezamos a subir las escaleras.

-¿Te molesta que esté con él?

-Un poco, no es que sean celos, es que me resulta raro que te acuestes con quién yo lo he hecho varias veces en el pasado.

-Mirándolo por ahí tienes razón-responde incómoda-Es que tú disfrutaste en su día de lo que yo disfruté ayer.

-¿Podemos cambiar de tema? No quiero saber tu vida sexual.

-Porque apenas tengo, mi primera vez fue con un tío y no volví a acostarme con nadie hasta ahora que estoy con Logan.

-¿Y eso por qué?-pregunto intrigada-Dímelo si quieres no pasa nada.

-Es que el primero me trató fatal y creía que todo el mundo era así, y con Logan he descubierto que no.

-Cuídame mucho a Logan por favor Moni, y siempre que te necesite estate a su lado, a veces le dan muchos bajones.

Llegamos hasta la segunda planta y nos ponemos delante de una puerta, al parecer está ocupada mi queridísima madre. Menos mal que hay cristales que nos permiten ver cómo va el partido.
Están jugando los dos muy bien, y desde aquí puedo ver el banquillo, Marco está sentado al lado de Isco, los dos están serios mirando el juego.

Sinceramente, estoy muy nerviosa y me está empezando a entrar fatiga. Detrás de esa puerta está la mujer que me trajo a este mundo, la mujer que creía que no me quería ver más en mi vida, la mujer que junto a Mónica más he odiado... espero que tenga la solución que nos venga mejor a todos para poder acabar ya con este sufrimiento.

La puerta se abre y sale un hombre trajeado con un maletín, miro a Mónica y me hace señas para que pasemos juntas al interior de la sala. No lo he dicho antes, pero el pasillo donde estábamos sentadas es el mismo el cual Marco me pidió que fuera a buscarle porque tenía reunión...No puede ser...

Entramos y veo a la misma mujer que vi aquella vez hablando con mi novio.

-Mónica que te he dicho siempre, que cuando estoy trabajando no quiero que me interrumpan-dice escribiendo en el ordenador sin mirar hacia nosotras-¿Que querías que era tan urgente?

-Hola mamá.

Levanta su cabeza del ordenador y me mira con una cara de miedo a la vez que nervios.
-Hola Lexandra-dice apenada-Me has reconocido...

-Mónica me ha ayudado a encontrarte, dice que puedes ayudarnos.

Asiente despacio y veo como le caen unas lágrimas por las mejillas. No me extraña que no la hubiera reconocido aquel día, ha cambiado mucho en estos años, ahora está rubia con gafas y mucho más guapa que cuando estaba con papá. Él no la trataba como se merecía y eso hacia que tuviera un aspecto más estropeado.

-Antes de que hablemos sobre ese tema, me gustaría hablar de otro contigo...-dice triste y mueve su mano para que nos sentemos en las sillas que hay delante de su mesa-Cuanto me alegro de verte Lexita.

-Me abandonaste con el loco ese, te he odiado durante años mamá, ¿Por qué me dejaste sola con él?¿Por qué no me llevaste contigo y con mi hermana?

-Quise hacerlo pero no pude...Cuando me separé de Luis firmamos un contrato que constaba que cada uno se quedaba con una hija. Yo no estaba de acuerdo con él, pero me amenazó con denunciarme con todo el tema de las drogas y que él se quedaría con vosotras dos. Acepté muy a mi pesar y tuve que dejarte con él, no me dejaba verte o me denunciaba. Luis se mudó y montó el bar, yo no sabía dónde estabas y tenía amenazada a Mónica si me lo contaba. Encontré este trabajo y cuando gané bastante dinero, monté una empresa a escondidas de todo para desmantelar a los traficantes de drogas. Quería encontrar la forma de pillarle con las manos en la masa para poder meterlo entre rejas.

-¿Y por qué no lo has hecho?

-Porque el día que mandé a uno de mis hombres a comprar droga, me dijo que eras tú quien vendía la droga y ahí fue cuando decidí parar con todo. No sabía que tú también estabas en ese negocio.

-Estoy en ese negocio porque papá me obligó, o lo hacía o me mataba, así de simple. Me he negado muchas veces pero solo me he llevado unas cuantas palizas por su parte.

-Lo siento mucho mi niña-dice mi madre llorando-Intente hacer de todo pero no podía, perdóname por favor, me gustaría que todo fuera como antes.

-No te preocupes mamá, cuando metamos a papá entre rejas volverá todo como antes-digo sonriendo levemente cogiendo sus manos-Pero necesito tu ayuda, es urgente.

-Cuéntamelo cariño y haré todo lo posible y más.

Le empiezo a contar toda la historia y me escucha atentamente a todo lo que digo. En eso no ha cambiado, cuando quiere ayudar a alguien siempre está atenta de todo y siempre quiere hacer más de lo que puede para ayudarte. Después de lo que me ha contado, y lo que Mónica me contó sobre las palizas que mi padre le daba a mi madre para defendernos, puedo decir que no ha sido todo como yo me creía en un principio, lo hizo todo para salvarnos a las dos...

-Solo veo posible una única opción, denunciarle e ir a juicio.

-Pero entonces nos meten en la cárcel a todos mamá.

-No tiene porqué-responde sonriendo-Podemos hacer una cosa para que parezca más real, ¿Sigues hablando con Yurena verdad?-pregunta y asiento-¿Y sigue pintando igual de bien que siempre verdad?-asiento y sonríe levemente-Tenemos plan amores míos.

-¿Cuál mamá?-pregunta Mónica intrigada.

-Yurena va a pintarte en el cuerpo las heridas que Luis te hizo, les echamos una foto y las llevamos a juicio. Contamos la verdad, que os obligaba a todos. Lo máximo que os puede caer son castigos sociales o un mes en prisión, depende del juez claro está. Tengo a un buen abogado conocido, podemos ganarle.

-Está bien, tengo que hablarlo con los demás y ver que opinan, pero lo más seguro es que acepten. Mamá, una pregunta, ¿Por qué cuando nombras a papá lo llamas por su nombre?

-Es cierto-contesta Mónica intrigada-Cuando éramos pequeñas te referías a él como 'vuestro padre'.

Mi madre suspira y se levanta de su silla, camina hasta ponerse en medio de las dos y nos da una mano a cada una.
-Eso es porque Luis no es vuestro padre, le engañé con un hombre que sí que me quería de verdad, pero él se casó y tuvo una hija.

-¿Lo conocemos?-pregunto nerviosa y asiente-¿Quién es?

-Kevin.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora