Capítulo 48-La anestesia y sus efectos.

1.5K 63 10
                                    

-Ahora mismo está bajo los efectos de la anestesia, si cuando se despierta dice cosas sin sentido es normal, son los efectos. Cuando se despierte y esté un poco centrado avísanos por favor.

-Vale gracias.

La enfermera sale de la habitación y yo me siento en el sillón que hay al lado de la camilla de Marco. Le han colocado el hombro en su sitio y le han vendado la frente, el brazo lo tiene en un cabestrillo para que no lo mueva.
Está tan guapo durmiendo...tiene una expresión de paz y tranquilidad.

Los demás ya se han ido, es normal, son las tantas de la madrugada y mañana Lucas e Isco tienen entrenamiento, les he pedido que digan que se ha caído por la ventana y que no comenten nada más. No es bueno para él, pueden enterarse los medios y la prensa y se puede llegar a liar.

Bueno...pues aquí estamos...no sé qué hacer, tengo el móvil sin batería y está cargando en la otra punta de la habitación.

Me quedo mirando el anillo y lo saco de mi dedo. Es precioso, tal y como siempre lo había querido, sencillo pero con un toque que me represente, la amatista. En parte es porque el morado es mi color favorito, y que me encanta esta piedra.

Pero a partir de hoy tiene un significado más especial en mi vida. Me voy a casar con Marco, no obstante él seguramente me quite el anillo y haga algo para pedírmelo dignamente y no por medio de una carta de suicidio. Que aunque la carta sea para lo que es, quitando algunos detalles, es precioso todo lo que me dice...y lo mejor de todo es que yo lo siento igual.

Llevamos un año juntos, y puedo decir que es la mejor persona que he conocido en mi vida y que estoy locamente y perdidamente enamorada de él. Tiene un corazón que no le cabe en el pecho.

Antes de irse, le pedí a Isco que fuera a casa de Marco y que le trajera ropa limpia. Me levanto y saco una sudadera con capucha de Marco, me la pongo y me vuelvo a sentar en el sillón. Tengo un poco de frío, y además me encanta como huele su ropa... exactamente a él.

¿A qué va a oler sino? ¿A pino? Si es su ropa está claro que huele a él.

Estoy fatal, yo creo que es el cansancio de todo el día de hoy y de todas las emociones vividas. Kevin es mi padre, Luis está en la cárcel por fin y Marco...y Marco me ha dado el susto de mi vida. Llega a tirarse y ahí es cuando a mí me da un chungo. Que mal lo he pasado de verdad.

Veo como empieza a moverse poco a poco, señal que se va a despertar en cero coma.
Abre sus ojos y al verse en el hospital se asusta, pero al verme se relaja un poco.

-¿Lexandra?¿Que haces aquí?¿Que ha pasado?

-Te has roto el brazo, te has hecho una brecha en la cabeza y me has pegado un gran susto-respondo suspirando-Pero bueno, mientras estés bien no pasa nada.

Asiente y me mira confundido.
-¿Estamos juntos no?-pregunta dudoso y nervioso-Si tu quieres claro, no te tienes que sentir obligada a hacerlo, pero a mí me harías muy feliz.

Sonrío tiernamente y entrelazo mis dedos con los suyos.
-Claro que si cariño, siempre juntos. ¿No te preocupa tu cabeza y tu brazo?

-Mientras que esté contigo me da igual el resto del mundo, el tiempo se detiene cuando estamos juntos-responde sonriendo mirándome a los ojos.

-Estás poético por lo que veo.

-¿Cómo estás? Me refiero a lo sentimental e interior, porque por fuera te lo puedo decir yo, buenísima como siempre, es que tengo una suerte de que la mujer más guapa del mundo, que mundo ni que ostias en la cara, del universo esté conmigo, es que si estuviera ahora mismo con los dos brazos bien no me importaría hacerlo aqui en la camilla, aunque con un poco de cuidado lo podemos intentar.

-Marco, duerme un poco más, la anestesia no te ha pasado del todo-respondo riendo dándole un beso en la mejilla-Yo me quedo aquí en el sillón, no me voy a mover.

-¿En serio no te da morbo hacerlo aquí?-pregunta intrigado y me siento en el sillón mirándolo mal-Joder Lexa no me mires así anda, sabes de sobra que te quiero y que me mataría si no estás a mi lado.

-Eso ya me ha quedado claro, estate tranquilo.

-Bueno vale, ¿Entonces lo hacemos o que?¿Y te puedes poner la bata de la enfermera y simulamos que soy tu enfermo? Venga va, enrollate conmigo anda, que hace mucho tiempo que no lo hacemos cariño, estoy falto de esa clase de mimos.

-Tu lo que estás es más salido que el pico de una mesa, duérmete anda.

-Pero solo si me das un morreo.

-¿Con un beso te duermes?

Asiente sonriendo como un niño pequeño y yo ruedo los ojos, no sé quién tiene más mentalidad y madurez, si Marco o mi hijo de un mes.
Me acerco a sus labios y empiezo a besarle dulcemente...hasta que noto su mano buena agarrándome el culo y me separo de él.

Pega un gruñido y yo sonrío negando con la cabeza. Me siento en el sillón y apago la luz de la habitación dejando solo la de la mesita.

-Si me entran ganas de mear...¿Me acompañas y me la sujetas?

-¡Marco!

-Vale lo pillo.

Hombres...

___________________________

La luz que entra por la ventana hace que me despierte y abra los ojos. Son las 09:00 de la mañana y con la tontería no he dormido apenas nada, me he pasado toda la noche pendiente de Marco, que no se le moviera el brazo o que no moviera la cabeza.

-Buenos días guapa.

Miro y veo a Marco sonriendo ampliamente.

-Buenos días guapo, ¿Cómo estás?

-Bien supongo, tengo un poco de molestia en el brazo y en la cabeza. ¿Y tú cómo estás?-pregunta nervioso.

-Pues según tú, buenísima ¿Sigues queriendo que me ponga la bata y que follemos en la camilla?

-¿En serio he dicho eso?-pregunta poniéndose rojo y asiento sonriendo divertida-Joder, soy gilipollas.

-Me alegro que lo reconozcas mi amor, por cierto tenemos que hablar de muchas cosas.

-¿Empezamos por el bebé que tienes ahí?-pregunta tierno señalándome la barriga-Todavía no me lo creo, voy a ser padre.

-Y yo madre, aún no he ido al médico, me gustaría que tú me acompañaras.

-Obviamente que si Lexa, eso no me lo quiero perder por nada en el mundo-responde sonriendo y acerco mi mano a la suya y entrelazamos los dedos-Llevas el anillo...

-Si, lo llevo ¿Algún problema?

-Que no te lo he pedido de forma guay y romántica-contesta fastidiado-Pero en fin, ¿Te quieres casar conmigo?

-¿Me lo vas a pedir aquí?¿En un hospital estando tu manco y yo con las pintas del juicio?

-¿Juicio?¿Que juicio?

-Han metido a Luis en la cárcel, somos libres.

-Por fin, no sabes lo mucho que me alegro.

-Lo malo es que nos hemos quedado sin trabajo porque lo más seguro es que la policía se quede con el bar para desmantelar toda la droga.

-Por eso no te preocupes, tengo un plan.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Where stories live. Discover now