Capitulo 23-Siempre hay algo.

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-¿Puedes irte de una puta vez? Estorbas Mónica.

-No me sale del coño Lexandrita, esto es un sitio público y puedo venir cuando me dé la gana.

-Que te den.

La situación es la siguiente, es por la tarde y ha venido mi queridísima amiga Mónica a tomarse algo y no para de interrumpirme mientras atiendo a los demás clientes. Es que le tengo un asco a esta chavala que lo flipas, a la pelo postizo de los cojones.

Bajo las escaleras cabreada, arranco de la libreta la hoja de Mónica y cojo a Logan por el hombro.

-Hey relaja, ¿Que pasa?

-Toma, la atiendes tú porque como siga yo la vuelvo a liar.

-¿Que te ha hecho ahora? Es una clienta más Lexa, no te pongas así.

-¿Podemos prohibirle la entrada? O mejor aún, compramos un cartel de prohibido perros y que se siente por aludida como la perra que es.

-Relax guapa, esta vez la atiendo yo, pero la próxima vas tú.

-Gracias Logan.

Sigo atendiendo a los demás clientes y veo como Logan va a por Mónica, que asco de chavala en serio, voy a comprar lo del cartel y lo voy a poner en la puerta. Es que si no hubiera hecho lo que hizo en el pasado, podríamos llevarnos bien, pero cómo le importa todo una mierda, pues así estamos.

Termina mi turno y voy a mi casa en mi coche, Marco me ha invitado a verle jugar hoy contra el Sevilla. Me pego una ducha y llamo a Yuri para que me aconseje que ponerme, aunque me arrepiento porque me dice que vaya en el vestido entubado negro que me llega a unos cuatro dedos por encima de la rodilla. Obviamente no me lo pongo, uno no es plan y dos no sé porqué me compré ese vestido.

Al final decido por una blusa azul marino de manga francesa y unos pantalones blancos. Me pongo unos botines negros con un poco de tacón y lista.
Maca, la mujer de Lucas, es la que va a venir a recogerme ya que ellos están de concentración y no pueden. No tengo ni idea de que coche tiene ni de cómo es ella. Vamos muy bien Lexa, muy bien.

Salgo de mi casa y me quedo en la puerta mirando a todos los coches que van pasando por si es Maca.
Llevo diez minutos y todavía no llega, ¿Le habrá pasado algo?

De repente llega un coche y se para delante mía, baja la ventanilla y pregunta:

-Perdona, ¿Eres Alexa?

-Es Lexa, supongo que tú eres Maca.

-Si, perdona por llegar tarde, pero es que el niño no se daba quedado quieto para ponerle el cinturón.

Miro a los asientos de detrás y veo a un niño mirándome y sonríe. Aunque no viera a Maca aquí, sabría que es el hijo de Lucas, es igual que él pero en miniatura.
Me siento en el lado del copiloto y ponemos rumbo al Bernabéu.

Por el camino vamos hablando y contándonos la una a la otra la vida. Al parecer Maca es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y diplomada en Magisterio de Educación Física, pero que no trabaja porque cuida del chiquitín de la casa.
Yo le cuento mi vida por encima, que trabajo en el bar de mi padre y que tengo un grado de administración. No más, no quiero dar detalles de nada.

Llegamos y aparca el coche en una zona vip que hay para los familiares y amigos de los jugadores. Nos bajamos y Maca coge a mini Lucas en brazos. Subimos unas escaleras y escucho de fondo un pitido, ha empezado el partido.
Entramos por una puerta y veo a Sara a lo lejos con Isquito viendo por la cristalera el partido.

-¡Hola mis niñas!-exclama Sara sonriente al vernos-¿Cómo está lo más bonito del mundo?

-Bien-contesta Isquito y soltamos una carcajada.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora