Capitulo 60-La bolsa.

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Llego a Valdebebas y voy a mi despacho para empezar a trabajar. Día nuevo, tarea nueva. Hoy tengo que hacer la contabilidad de pérdidas y ganancias del último mes. A ver si Floren debe dinero o sigue forrado como siempre.

Marco llega hoy, no sé cuándo, pero llega hoy.

Estoy nerviosa, me he caído de la cama, me he quemado con el tostador, se me ha roto una uña, un poco más y me caigo por las escaleras. A Tania ni la ha vestido, he cogido su bolsita con un cambio de ropa y la he dejado en casa de Gilberto. Por si acaso la liaba con ella.

Termino de hacer el informe de contabilidad, está forrado como siempre, ¡Que novedad!
Los imprimo y voy al despacho de mi madre para dárselos a ella.

-Buenos días hija, ¿Que tal estás?

-Mal-contesto borde dándole los informes-Un poco más y me mato hoy por la mañana.

-Si las drogas no lo hizo, no creo que te mueras por una tontería.

-Eso es un golpe bajo mamá-respondo seria y se levanta para darme un abrazo y pedirme disculpas. Ella también lo paso mal al verme a mí drogándome día sí y día también a espaldas de todo el mundo-Hoy vuelve y tengo que hablar con él sobre la custodia de Tania.

-Va a ir todo bien, ya verás que sí.

Me despido de ella y voy a la cafetería a tomarme una tila. En mi reloj veo que tengo las pulsaciones disparadas cuando a mí me laten muy bajo.
Logan al ver que le pido una tila empieza a reírse, cabrón. A saber cómo se pondría él si llegara Mónica de Estados Unidos. No sé si volverían a salir juntos, aunque no sé si les conviene o no...porque Logan se ha vuelto un poco mujeriego, todos los fines de semana sale de fiesta y liga.

Cuando Logan se gira, puedo ver que en su bolsillo trasero tiene una bolsita extraña, pero que yo me la conozco muy bien. Tiene droga.

-Logan-digo bajito mirando a mi alrededor-¿Por qué coño tienes eso ahí?

-No es nada-contesta nervioso.

-Los cojones, ¿Otra vez estás con esa mierda?

-Si, he recaído-responde poniéndome la tila delante mia-Pj me escribió preguntándome si quería más porque tenía de la buena, y no me pude negar. ¿Que hago Lexa?

-Lo bloqueas del móvil, del Facebook, del Twitter, del Instagram, de todos lados, hasta del telefonillo si hace falta-digo seria mirándole a los ojos-Pero tú no vas a volver a esa mierda, ¿Te acuerdas cómo acabé yo? Medio muerta tirada en medio del salón de casa de mi madre con mi hija de un año mirándome sin entender ni pío. Dame la bolsa Logan.

Se la saca de su bolsillo y me la da, rápidamente la guardo en el bolsillo de mi chaqueta y le miro enfadada.

-Ultima vez Logan, última vez que te veo con algo así.

-Es que me noto con mono de eso, hace tres meses que por fin terminé con todo y desde entonces no había probado nada, pero es que me cuesta.

-Habla con Kevin, después de mi desintoxicación me estuvo ayudando a no pensar en eso y lo consiguió.

-Luego lo llamaré-dice y veo que convencido, eso espero-¿Cómo sigue Yuri? Hace tiempo que no la veo.

-Hoy voy a verla, pues como siempre, los medicamentos la dejan agilipollada y solo piensa en paz y armonía.

-Es lo que tiene el loquero Lexa, mi abuelo empezó a ver unicornios a su alrededor-dice Logan riendo y al ver que le miro asustada para de reírse-A Yuri no le va a pasar nada, ya verás, solo que lo de Chad le impresionó más que a nosotros dos.

Termino de tomarme la tila y me quedo hablando un poco más con Logan sobre los viejos tiempos. Quién me iba a decir a mi que mi ex iba a ser al final uno de mis mejores amigos.
Una vez que estábamos fumando y bebiendo nos liamos y nos acostamos, al día siguiente nos levantamos y quedamos en que no iba a pasar nada más. Cuando me acordé de lo que hicimos, quise vomitar.

Vuelvo al despacho y sigo trabajando. Me acabo de acordar de que me vuelvo andando, Igor se quedó con mi coche para ir a comprar porque el suyo está en el taller.

Salgo de la oficina y me despido de los futbolistas. Isco y algunos más se ofrecen a llevarme, pero da igual. Voy a ir andando escuchando música para distraerme.
Me voy del recinto de Valdebebas y empiezo a buscar mis auriculares en mi bolso... mierda, no están. Ayer se me olvidó cogerlos de la mochila. Bueno da igual. No será la primera vez que voy sin ir escuchando música, pero se me haría más ameno si lo hiciera.

Por la calle que normalmente voy está de obras, entonces tengo que ir por el otro lado, es un poco más largo. Que pereza.
Camino hasta que llego a un cruce y veo a un hombre raro. Me cambio de acera y cuando estoy a su altura, camina hacia mí diciéndome cosas.

-Morena, ¿Estás sola y aburrida? Podemos pasarla bien.

-No gracias, la paso bien con mi novio-respondo andando rápido, pero él sigue mi ritmo-¿Puedes dejar de seguirme por favor?

-¿La calle es tuya? No, así que puedo andar por donde a mí me dé la gana-dice agarrándome la muñeca haciendo que pare-Allí hay un descampado donde no suele haber gente, vamos a pasarnosla bien nena.

-No estoy tan desesperada como para ir contigo a ningún lado, pierdete.

Intento librarme de su agarre pero mi intento es nulo, tiene más fuerza que yo y me es imposible hacer que me suelte. Me agarra de la otra muñeca y me empuja hacia la pared.
Un ruido de un coche parando justamente delante nuestra hace que se despegue de mí. Muevo mi cabeza y veo quién es...Se baja del coche y cruza sus brazos enfadado.

-¿Que querías hacerle a mi novia?

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora