Capitulo 13- ¿Cómo?.

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-Tienes un nombre raro, Lexandra María.

-Y tú muy simple, Marco.

-No es simple, es normal.

-Es que en esta vida llamamos raro a lo no común.

-¿Te puedo llamar rara?-pregunta riendo y le doy un golpe en el hombro.

-Con una condición, que yo te llame a ti simple.

-Perfecto-responde y me da un beso-Te has convertido en mi droga favorita.

-No hablemos de drogas por favor-contesto sonriendo falsamente. Es lo que me faltaba hablar con él-Las odio.

-Y yo también, no se como la gente las compra, y como son capaces de venderlas.

-Pues si tú supieras...-digo en voz baja.

-¿Que dices? No me he enterado.

-Que me aburro, ¿Vemos una peli?

-Son las 4:00 de la mañana Lexa, perdona, rara.

Nos hemos llevado como una hora dándonos besos y abrazos, dándonos cariñitos. Se podría decir que estamos juntos, vamos a intentarlo, sé que puede que sea muy pronto y tal y cual, pero me gusta y me hace sentir muy bien, así que ¿Por qué no?
Marco me coge en brazos y me lleva a su habitación, me deja en la cama y me tira una camiseta para dormir, esta es más larga y seguro que me queda por debajo del culo.
Voy al baño a cambiarme y efectivamente, tapa mi culo entero, estupendo.
Salgo y veo a Marco, sin camiseta, metido en cama viendo la tele, me acuesto a su lado e intento meterme en el argumento de la película que hay, pero es malísima.

Suena mi móvil y veo que es mi padre, así que le cuelgo.
Entonces vuelve a llamar, así que le vuelvo a colgar.

-¿Algún problema?-pregunta Marco pasando un brazo por mis hombros.

-Tu suegro, que es un plasta, ¿Sabes de qué va la película?

-No, y además es malísima.
El móvil vuelve a sonar y ruedo los ojos.
-Cógelo anda, estará preocupado.

-Como se nota que no lo conoces-digo riendo y cojo la llamada-¿Que?-contesto borde.

-¿Donde coño estás? Es la segunda vez que no apareces y no das señales de vida.

-Follando, ¿quieres escuchar los gemidos?

-Lexandra María, mañana te quiero aquí a las 12:00 para hacer una entrega.

-Lo que tú digas-contesto pasota y se me pasa una idea por la cabeza y pongo el manos libre-Cariño más rápido.

-¿Que?-pregunta mi padre con tono de no entender nada.

-Mas, más, ¡sigue por favor!-digo dando botes en la cama para que escuche el ruido de los muelles-Dios mío que lengua que tienes.

-¡Lexandra María Vega García!¡Mañana vamos a hablar muy seriamente!¡No te vas a ir de rositas!¡¿Me estás escuchando?!

-¡Siiiiii!-grito como si tuviera un orgasmo y veo a Marco descojonarse en silencio-¿Decías algo papá?

-Ya hablaremos tú y yo mañana, buenas noches.

-Ya te digo yo que son buenas.
Cuelgo el móvil y me empiezo a reír a carcajadas.

-Me encantas rarita, tu y tu mente perversa-dice Marco mientras ríe y me abraza-¿Dormimos mejor? Estoy muerto después de todo el día de hoy.

-Venga vale-respondo dejando el móvil en la mesita y apago la luz-Buenas noches guapo.

Me acerco a él y me abraza rodeándome la cintura.

-Ahora si, buenas noches guapa.

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Al día siguiente...

-¿Nos vemos mañana rarita?

-Si, porque me da a mí que hoy no voy a poder.

-¿Por lo de la entrega esa a la distribuidora?

-Mmmm....sí claro a la distribuidora, bueno nos vemos chau.

Le doy un beso y me bajo del coche de Marco, me ha encantado despertar y verme abrazada a él. Ha sido super romántico, es un amor.
Camino a la puerta del bar y cuando la abro veo a Rosa mirandome divertida, me acerco a ella y la saludo. También le pregunto por Chad, y me dice que ya está bien, pero que descansa en la habitación del apartamento. Y como no, me dice que mi padre quiere hablar conmigo.

Abro la puerta que comunica el bar con la parte trasera y camino por el pasillo para ir al despacho de mi padre, me espera una buena bronca por lo que le hice cuando me llamó por teléfono. Ya ni llamo a la puerta, entro directamente.

-¿Que quieres? Tengo prisa.

-Te has pasado con lo de ayer, no quiero que se vuelva a repetir-dice serio levantándose de la silla del escritorio.

-Pues no me llames, solucionado, me voy.
Me doy la vuelta para irme pero me coge el brazo y me giro.
-¿Que quieres? No voy a poder hacer la entrega si me sigues reteniendo aquí.

-He pensado en que podemos aumentar el negocio y llevarlo más allá que unas simples entregas.

-¿A que te refieres?

-Ya que te gusta tanto mantener relaciones sexuales, he pensado en que no te importaría hacerlo con cada entrega que hagas, se cobraría un plus obviamente no se haría gratis. ¿Que piensas?

-Que se te está yendo la cabeza papá-respondo con miedo-Me voy ya, se me va a hacer tarde, adiós.

-Adiós hija, piénsatelo porque va en serio.

Salgo del despacho y voy al garaje a prepararme. Se le ha ido, se le ha ido totalmente la chaveta...¿Es consciente de lo que ha dicho? Prostitución, prostitución de su propia hija. Esto no puede ser real, no lo es.
Abro el maletero del coche y levanto la tapa del suelo, saco la bolsa y me coloco la peluca rubia con el gorro y las gafas. Me monto en el coche y conduzco hasta el descampado. Una vez allí le coloco la manta al coche y saco los dos paquetes de estimulantes, cada uno de 10 kilitos, tiene para una buena temporada.

Veo un coche a lo lejos aparecer, mi cliente. Pues el tío tiene pasta porque tiene un cochazo que lo flipas.
Deja el coche a un lado y se baja, y cuando lo hace no puedo creer a quién tengo delante mía.

Esto si que no me lo esperaba, ya entiendo porque quiere tanto estimulante.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora