Capítulo 64-El detonante.

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Termino de alisarme el pelo y me pongo los tacones negros.
Hoy es la cena con Marco.
Estoy en casa de Yuri porque él se ofreció a preparar la cena y todo lo demás en mi casa, a modo de sorpresa. Tania esta noche se queda con Igor.
Yuri por fin ha salido del psiquiátrico ese, Kevin tuvo que hacer unos cuantos trámites y listo, lleva una semana y media ya en casa.
Bajo las escaleras y Yuri cuando me ve, viene y me mira de arriba a abajo.

-Estás guapísima Lexita-dice Yuri sonriendo-Definitivamente el rojo te sienta genial hermana, además es el color favorito de Asensito.

-¿No crees que es demasiado?-pregunto preocupada mirando el vestido-Creo que me voy a cambiar.

Doy media vuelta para subir las escaleras y cambiarme este vestido, pero Yuri me agarra de la muñeca y me frena.
El vestido es rojo, pegado al cuerpo con las mangas de encaje y escote en v, y por encima de las rodillas.

-Estás buenísima Lexita, déjate de tonterías y ve a por tu macho.

-Solo vamos a hablar sobre unos temas y listo Yuri-digo riendo cogiendo el bolso negro y andando hacia la puerta.

-Si claro, ahora se le llama "hablar".

Me giro y le lanzo una mirada asesina a Yuri.

-No me mires así, porque sabes que tengo razón.

-Yuri contigo paso del amor al odio, nos vemos chau.

Salgo de la casa y me subo en mi coche, pero antes de arrancar y salir rumbo a casa, Yuri sale en bata y zapatillas de su casa y viene corriendo hacia el coche con mi chaqueta en la mano.

-Toma loca-dice riendo tirando la chaqueta hacia el interior del coche-No la vas a necesitar con semejante hombre, además te he metido una cosa en el bolsillo de la chaqueta, recordar no darle un hermanito a mi sobri.

-Miedo me da saber que me has guardado.

Arranco el coche y salgo de la casa de Yuri por fin.
Solo vamos a hablar, no va a pasar nada más entre nosotros dos. Me he puesto como objetivo desenamorarme de él y poder ser la chica que era antes de conocerle. Solo lo voy a ver cómo el padre de mi hija, ya está se acabó, nada más que eso.

Yuri es la que me ha vestido así, yo quería ir en vaqueros, sudadera y tenis, pero cuando se lo dije me escondió la poca ropa que tengo en su casa por si acaso y me dió este vestido suyo.

Llego a casa y veo la luz de la cocina encendida. Todavía no ha terminado con la cena, es un desastre de hombre, un caso perdido de la humanidad.
Me bajo del coche y me pongo la chaqueta, está refrescando un poco. Llevo mi mano al bolsillo y noto un envoltorio de plástico...que no sea lo que creo que es.

Llamo al timbre y mientras que Marco viene a abrirme, saco el envoltorio y veo que es un condón. Nota mental: matar a Yuri en cuanto la vea.

-Hola Lexa, vaya...-dice sonriendo y me mira de arriba a abajo-Estás...buaf es que estás...

-¿A qué es demasiado este vestido?-pregunto nerviosa mirándome y dando una vuelta sobre mi misma-Ya le dije a Yuri que me estaba pasando.

-Estas buenísima

-¿De verdad?-pregunto tímida.

-Siempre estás buenísima-responde mirándome embobado-Pasa, solo falta servir la cena.

Marco se hace a un lado dejándome pasar y entro a mi casa. Él tampoco se queda atrás, va vestido con una camisa blanca y unos pantalones negros. Y como siempre, su pelo está perfecto con los kilos de fijador que se hecha y el tiempo que le dedica. Aunque para mi gusto siempre tiene el pelo perfecto.

Me quito la chaqueta y cuando la voy a dejar encima del sofá, el envoltorio del condón se me cae al suelo y Marco, como reflejo, se agacha a cogerlo.
Lo ve y se le pone una sonrisa en la cara.

-¿Tan rápido quieres llevarme a la cama?-pregunta riendo dándome el condón- Yo que me creía que no venías con esa intención, y que querías ir poco a poco y tú me sales con estas.

-¡Ha sido Yuri!-grito roja como el vestido que llevo-¡Sabes de sobra que yo no soy así!

Suelta una carcajada y va a la cocina a coger la cena.
Definitivamente voy a matar a Yuri en cuanto la vea. Por su culpa acabo de pasar uno de los momentos más vergonzosos de mi vida.

Voy a la mesa del salón y me fijo que la ha decorado con velas y algún que otro pétalo morado. Será todo lo empanado que quiera, pero es una persona muy detallista, sabe que mi color favorito es el morado. Y que el vaso en la mesa esta en el lado izquierdo del plato, donde siempre lo pongo yo cuando comemos...Me resulta increíble que todavía se acuerde de todos esos pequeños detalles.

-Ya estoy aquí-dice poniendo una bandeja de filetes con salsa y patatas en medio de los dos platos-¿Falta algo?-pregunta serio mirando a la mesa- No, pues nada señorita, sentemonos pues.

Marco retira mi silla y me siento en ella. Se va delante y se sienta, abre la botella de vino y sirve a cada uno.
Nos servimos cada uno la comida y empezamos a hablar de todo lo que ha pasado hasta el día de hoy. Al parecer solo estuvo con una mujer en Italia, la misma que vio Tania aquella vez, pero que no duró mucho con ella porque no me había olvidado del todo.

-¿Y tú qué has hecho?-pregunta sonriendo bebiendo un poco de vino.

-Casi tiro mi vida por la borda Marco-contesto cabizbaja y dejo el tenedor en la mesa-Estuve drogandome durante mucho tiempo, hasta que un día vino Isco a mi casa y me abrió los ojos, me hizo entrar en razón y pensar con cabeza. Kevin me hizo una desintoxicación y por eso estuvo Tania contigo cuatro meses seguidos, me estaba recuperando y estaba yendo a una especie de psicólogo para que me ayudara.Es que se me junto todo y yo no quería que pasara nada de eso pero...

No puedo seguir hablando porque la voz se me está cortando y veo como Marco se levanta de su silla y viene a mi lado, encorvandose un poco para estar a mi altura.

-Pero yo fui el detonante-dice Marco compasivo agarrándome una mano-Fui un capullo por no contarte que me iba, tenía que habertelo dicho el mismo día que me hicieron la oferta, pero tenía miedo de perderte...y al final te perdí.

Levanto mi cabeza y veo como sus ojos reflejan decepción, esos ojos que me enamoraron en su día, y que siguen enamorándome.
Me levanto de la silla y me tiro a sus brazos a abrazarle. Al principio le coge de sorpresa, pero luego pasa sus brazos por mi cintura y me pega a él. Apoyo mi cabeza en su hombro y aspiro su olor...no me acordaba de lo bien que olía siempre.

-Lexa, yo te sigo quer...

El sonido de mi teléfono le interrumpe y me separo de él para cogerlo de mi bolso.
Maldigo a la persona que me esté llamando en este mismo momento.
Saco el móvil del bolso y cuando veo el nombre de la persona, me quedo de piedra.

-¿Quién es Lexa?-pregunta Marco intrigado-Te estás poniendo aún más blanca de lo que eres.

Me giro y le muestro el nombre de quién me está llamando.

-Eso es imposible, no puede ser verdad, tiene que ser una broma.

-Nadie quiso hacerse cargo de su móvil Marco, y lo dejamos en en sitio que solo sabemos tres personas y yo, y una de ellas está en Estados Unidos.

Veo que me vuelven a llamar y veo que en este caso es Yuri. Lo cojo y pongo el manos libres.

-Yuri.

-¡¿Esto es en serio!?-pregunta llorando nerviosa-¡¿A ti también te ha llamado?

-Si Yuri...Chad acaba de llamarme.

Es parte de mi vida. Marco Asensio.Where stories live. Discover now