Capítulo 18: Increíble. La lucha ha comenzado.

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Capítulo 18: Increíble. La lucha ha comenzado.

En su memoria aún se repetía la misma conversación, una y otra vez, como un disco que no dejaba de reproducirse, atormentando sus noches, y sus despertares. Castiel estaba a un paso de volverse loco, y tan solo habían pasado veinticuatro horas de eso.

—De verdad me gusta tu hermano. Pero no se lo digas a él, aun no lo sabe. —De esa forma se había confesado el dulce doncel, tenía las mejillas sonrojadas, y parecía esperar con ilusión algún consejo de su parte.

—Mi hermano también ha dicho que le gustas, —soltó como si estuviera contando algún secreto, aunque en estricto rigor Giulian nunca le había dicho que no lo contara a nadie.

—¡¿En serio?! —Exclamo ilusionado. Por supuesto ya se había hecho una idea, tenía la esperanza de ser correspondido, y gracias a Castiel ahora no era solo una esperanza, sino una seguridad.

—Claro que sí. Yo no mentira sobre estas cosas, —soltó al aire. Pero Alex bajo la cabeza y pidió disculpas, creyendo que le había ofendido con su comentario.

Los ojos maternales de Castiel observaban al pequeño doncel con cariño. Reflejaba parte de su pasado en ese muchacho, pero más que eso, veía el futuro de su hermano en aquel amoroso doncel.

—Pero también tengo miedo, —confeso de pronto el chiquillo. Castiel salió de sus cavilaciones y observo al muchacho con los ojos abiertos a más no poder. Alex enrollaba sus dedos, pensativo había desviado su vista, como temiendo enfrentar a Castiel.

—¿Miedo de que? —Consulto el doncel mayor con tono bajo y comprensivo, como si quisiera darle seguridad al muchacho. Cosa que consiguió, pues Alex no tardo en hablar.

—Mis padres son muy complicados, —asevero negando con la cabeza. —También mi hermana mayor, Diego es el que más me comprende, —hablo refiriéndose a su hermano menor, el compañero de Giulian. Se encogió de hombros. —No creo que ellos comprendan. Sé que quieren protegerme, pero me siento como un prisionero, con suerte puedo salir al jardín en casa, y tuve que rogar durante semanas para que me dejaran venir aquí, el hecho de que tú seas un doncel, y el gran Christopher Owen su esposo, fue una gran ayuda, —soltó torciendo los labios un tanto molesto.

—Debes comprenderlos, sus intenciones son buenas ¿No crees que ellos sufrirían mucho si te pasara algo malo? —Consulto suavemente. Alex asintió.

—Sé que ellos me aman, yo también los quiero mucho. Cuando era un niño todo era fácil. Tenía muchos juguetes, mis hermanos y yo no nos separamos por muchos años así que podía jugar con ellos, y yo era tan pequeño que el jardín era prácticamente un reino entero para mí, demore meses en recorrerlo completo. Pero ahora ya no soy el mismo niño, el jardín es pequeño y lo conozco de memoria, los juguetes ya no me importan como antes, y aunque mis padres han intentado complacerme con todo lo que la tecnología puede dar, ¿de qué sirve si solo me dejan utilizarla para hacer tareas, hablar con ellos, y enviar un par de mensajes a Giulian? Están al pendiente de todo, a quien llamo, cuáles son mis redes sociales, si algo no les gusta lo restringen y ya. —Volvió a encogerse de hombros. —Me siento ahogado, ellos no entienden que ya he crecido, y que seguir encerrado es una tortura, —soltó angustiado.

Para ese momento Castiel ya no sabía qué hacer o decir. Había tomado las manos de Alex y las acariciaba por encima dándole ánimos para soltarlo todo, y el doncel lo había hecho, no se guardó absolutamente nada. Había esperado mucho tiempo por ese momento. Durante su vida le habían alejado de todo lo que no fuese su familia o sirvientes, en casa no había donceles. Y aunque habían intentado tratarlo con normalidad, desde que era pequeño le habían dejado bastante claro que él no era como el resto de sus hermanos, a medida que fue creciendo esas diferencias aumentaron y actualmente se encontraban en un punto insostenible. La adolescencia no era fácil, su cuerpo había atravesado tantos cambios que se estaba volviendo loco y lo peor de todo es que nunca tuvo con quien hablar, sus padres o hermanos, simplemente no lo entenderían.

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