Capítulo 28: Apenas el comienzo.

4.7K 514 143
                                    

Capítulo 28: Apenas el comienzo.

Las palabras de Alexander le tomaron por sorpresa en un comienzo. No porque no conociera los sentimientos de ese chico y su hermano, sino más bien porque esperaba cualquier otra cosa, en lugar de esa obvia confesión.

Una carcajada suave escapo de sus labios, aterrorizando al pequeño rubio.

—¿Qué sucede? ¿No crees que le guste? —Soltó con desanimo, olvidando que era Castiel con quien hablaba, el hermano mayor de su enamorado.

—¡Ay, no cariño! —Exclamó, bastante arrepentido por su inocente carcajeo. —No es nada de eso Alex. Yo no quiero incrementar tus esperanzas, pero tengo el presentimiento de que mi hermano te quiere más de lo que tú crees, deberías decirle lo que sientes, no pierdes nada, —Externó con ánimos, pero Alex torció su boca en un gesto dudoso.

—Puede que se espante y se aleje de mí, yo no quiero eso, Giulian es el único amigo que tengo, —confesó entristecido.

—Oye, conozco a mi hermano, él no se alejará de ti solo por esto, —aseguro. —Puedes hablar con Giulian, lo peor que puede sucederte es que no te corresponda, —soltó tranquilo, pues él ya conocía los sentimientos de su hermano, pero no quiso adelantar nada al joven rubio, consideraba que solo Giulian podía dar esa respuesta. —Y también debes hablarlo con tus padres, ¿ellos saben algo de esto muchachito? —Alex reacciono horrorizado.

—Mis padres son muy estrictos. —

—Justo por eso no debes traicionar su confianza, ciertamente ellos con muy protectores contigo, pero últimamente han cedido mucho en sus términos, dejan que Giulian te visite en casa, y también permiten que tu vengas aquí de vez en cuando. No deberías traicionar toda esta libertad que ellos te han dado, —dijo decidido. Alex se hundió en el sofá.

—A veces olvido que también eres padre, —comentó enfurruñado, pues sabía que Castiel no le iba a ayudar a guardar ningún secreto.

—¡Si supieras! —Exclamó divertido. —Fui padre mucho antes de que naciera Theo, Giulian fue mi primer bebé, por eso debes cuidármelo muy bien, ¿entendido? —Consultó, dando unas palmaditas amables en los hombros del muchacho.

—¡Si! —Soltó fuerte, de cierta manera se sentía aliviado luego de hablar con Castiel y recibir su apoyo.

—Así me gusta. —Conforme con la respuesta del más joven —¡Oye, mira quien ha despertado! -Exclamo feliz. Alex no comprendió de quien estaba hablando, sino hasta que Castiel comenzó a repasar su vientre con alegría.

—¿Se está moviendo? —Pregunto ansioso, nunca había sentido como se mueven los bebés —¿Puedo? —Susurró nervioso.

—Claro, dame tu mano, aun es pequeñito, así que no se mueve muy fuerte, —explicó, justo antes de poner la mano del menor sobre su delicado vientre.

Pasaron varios segundos antes de que se sintiera el primer movimiento. Sus yemas cosquillearon, repasando suavemente el contorno terso del vientre. Toda su vida había detestado el hecho de ser un doncel, pero justo en ese momento sintió que haber nacido así era una real bendición, si en un futuro él podría tener la dicha de cargar a sus propios bebés, igual que Castiel.

—¿Se está moviendo? —Giulian captó la atención de ambos donceles, apenas se asomaba en la sala de estar.

—Sí, recién ha comenzado, —respondió su hermano. Giulian se acercó a ellos apresurado, y puso sus manos justo a un lado de la que ya había posado Alex.

—Oye pececillo, tío Giulian está esperando que lo saludes, —externó en tercera persona, esperando que su amado segundo sobrino le diera una grata sorpresa.

Torre de MarfilOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz