Torre de Marfil

Capítulo 33: Suegra.

Capítulo 33: Suegra.

—¿Qué dices? ¿Cuándo llega? —Christopher no cabía en su sorpresa, se alejo un poco del lado de Castiel para dar pasos rápidos hacia un reloj de muralla y calcular los pocos segundos de paz que tendría antes de que llegara su madre. —Dime que no viene con Richie, —comentó con hastió.

Clarissa negó con la cabeza, ya toda la familia, incluido Castiel, estaba en conocimiento de lo mal que se llevaba Christopher con la actual pareja de su madre.

—La convenceré para que se quede en casa conmigo, igual necesito ayuda con Mateo de vez en cuando, pero mas que eso, ustedes necesitan su privacidad. —Castiel observó como su pareja suspiraba con alivio. Las palabras de Clarissa parecían haberle calmado.

—Gracias hermana, en verdad me seria de gran ayuda. —

—Yo subiré a nuestra habitación, conversen tranquilos. —

—¿Sucede algo? —Inquirió Christopher preocupado, hacia menos de una hora habían llenado la cabeza de Castiel con mucha información, en ese momento él debía estar con su pareja, y no preocupado por las osadías de su madre.

—Solo me duelen un poco los pies, despreocúpate. —Castiel sonrió, intentando transmitir un poco de calma a su amad. Chris asintió al comprender la situación, y beso la mejilla del menor antes de que este abandonara la estancia.

Subió las escaleras a paso lento y una vez se hallo frente a la comodidad de su cama, se lanzó sobre esta sin contemplaciones. Había sido un día largo, que para colmo aun no terminaba, y a pesar de parecer calmado, en realidad no sabía muy bien cómo reaccionar a la noticia que Clarissa les había dado. Sin bien es cierto, siempre había deseado conocer un poco más a los padres de Christopher, por otro lado, las historias de como su madre se había alejado del hogar no le parecían del todo aceptables, y más aun, le preocupaba que la reacción de Christopher no fuera exagerada, considerando que incluso Clarissa estaba internado ayudarle, en lugar de llamarlo dramático.

Mientras se sumía más y más en sus pensamientos, su pelinegra cuñada se había asomado en el umbral de la habitación sin ser siquiera vista. Subió para despedirse de su cuñado, pero al parecer Castiel no estaba muy al pendiente de aquello.

—Si sigues así vas a fundir tus neuronas. No dejes que te preocupe la reacción de mi hermano, —llamó la atención del joven doncel tendido en la cama, Castiel dirigió su mirada a la mujer y suspiro tendido.

—¿Crees que Christopher es exagerado? —Preguntó, esperando que Clarissa respondiera afirmativamente.

—No sabría decir si es exagerado o no. Mi hermano tiene sus razones para reaccionar de esa forma, pero te aseguro que nuestra madre no es una mala persona. —

—Solo se lleva mal con Chris, —agregó el menor, intentando comprender la situación.

—No es que se lleven mal, simplemente no son muy cercanos, —aclaró, sin embargo, aquello solo podía sembrar mas dudas en la mente de Castiel. Eran madre e hijo, ¿cómo podrían no ser cercanos?

—No entiendo, —suspiró.

—Escucha Castiel. Nuestra madre fue una mujer muy devota conmigo, yo fui la primogénita de la familia todos me mimaron mucho, como primer bebé. Ella volcó todo su amor y atención en mí. Luego mi padre insistió en querer un heredero varón, cosa que no había resultado naturalmente conmigo, por lo que hicieron un proceso realmente tedioso y de todo aquello nació Arthur, obviamente como primer hijo varón también recibió atención, especialmente de mi padre, yo era su princesa, pero Arthur era el príncipe que heredaría todo su trabajo, y Chris llego al final, no estaba planeado y aunque todos le queríamos mucho, nadie esperaba nada de él, mis padres le dejaron libre albedrio, y fue Emilio quien se encargo de darle a Chris todo lo que necesitaba, pues para cuando nació él, nuestra madre ya tenia otros intereses, no solo estar en casa y cuidar de sus retoños. El dinero sobraba por lo que tampoco fue difícil subirle un poco el salario a Emilio y hacer que este se encargara de todas las necesidades de Chris. De hecho, el día que murió nuestro padre Christopher estaba triste, pero el día en que falleció Emilio, él estaba realmente destrozado, —explicó.