Capítulo 20: Como padres primerizos.

5.7K 519 240
                                    


Capítulo 20: Como padres primerizos.

El rubio camino por la oficina acortando la distancia entre él mismo y sus invitados. Castiel aún no podía regresar la mandíbula a su lugar. Chris se había ceñido a los brazos de su doncel con actitud protectora.

—Nunca imagine que tú... —murmuro, sin acabar su propia oración. El rubio soltó una pequeña carcajada, y Castiel se excusó creyendo que su comentario pudo haberle ofendido.

—No ofendes querido. De buenas a primeras, pocos se imaginan que un medio-modelo, medio-fotógrafo, es además medio-activista, —carcajeo un poco más. —Tomen asiento, le pediré a mi secretaria que traiga café para todos, por la hora, bien cargados, —añadió.

—No estaríamos en pie, de no ser porque cierto "gallo de granja", nos citó cerca de las siete de la mañana, —refunfuño el pelinegro.

—¡Cuidado! —Exclamo el rubio. —Yo te cite a ti a las siete de la mañana. De haber sabido que traerías a tu preciosa familia te aseguro que les hubiese dado una hora más prudente, —admitió el joven. Él acostumbraba a levantarse temprano, pero la razón de que citara a Christopher a esa hora se trataba solo de fastidiarle un poco.

—Imbécil, —gruño Chris, entre dientes. —En fin, por mí, que sea bien cargado, —refiriéndose al café. —Para Castiel un té, chocolate, o leche, café no, —aclaro, al tiempo que su doncel se hundía en el sofá, sonrojado hasta las orejas.

El rubio soltó una sonrisa picarona y les guiño el ojo en un gesto cómplice. El sonrojo de Castiel no pudo más que aumentar, mientras Chris volvía a presionar el cuerpo del menor contra su pecho, con el claro mensaje de: "Ni lo mires". En fin, café para los dos caballeros, y una taza humeante de chocolate caliente para el joven en "dulce espera".

—Bueno, ya me dejándome de bromas. Vamos a hablar en serio, —expuso el rubio. Se encontraba sentado en frente de sus invitados, y recién dejaba su taza de café sobre la pequeña mesa que les separaba. —Ayer me mencionaste muy poco del tema, aun así, estuve pensándolo durante la noche. Y me gustaría usar a tu familia, en favor de la campaña, —afirmo el rubio.

A pesar de que la palabra "usar", crispaba los nervios de Christopher, se mantuvo sereno, y asintió, dándole pie a Maximiliano, de explicar su idea.

—La idea va dirigida principalmente a una campaña publicitaria, ya hemos creado varias en el transcurso de los años, pero esta sería interesante, por el contexto que le daría el mostrarlos a ustedes, como parte del movimiento, —explico un poco. —La verdad es que lo tenía pensado desde antes, y el hecho de que ustedes se nos unieran, me caído como anillo al dedo. Se trata de simple publicidad, la que deberíamos de agregar a cuanto medio masivo podamos, y ustedes tres podrían ser el eje de la campaña, la idea será demostrar que una familia "normal", madre mujer y padre varón, no tiene nada de diferente a una constituida por una "madre" doncel y un padre varón, —explico —¡Claro, no sería solo ustedes! Por supuesto, buscaría a todos los interesados, y generaríamos una gran campaña, incluso mi familia puede estar incluida, —agrego.

Un silencio calmo, se impuso luego de aquella propuesta. Chris maceraba un poco la idea del apresurado rubio, mientras Max esperaba ansioso por alguna respuesta. En su lugar, recibió una pregunta.

—¿Su familia? —Castiel, quien no se tomó mucho tiempo en pensar en la propuesta, decidió concentrarse en un asunto un tanto más banal, y consulto curioso.

—Sí, mi familia, —aseguro el rubio. Busco entre sus bolsillos el aparato, en menos de un segundo tuvo lo buscaba, puso la pantalla brillante contra los ojos de Castiel, así, el doncel pudo observar la imagen de cierto joven con blondos cabellos y sonrisa enternecedora —¿A que no es precioso? —Menciono el rubio con orgullo.

Torre de MarfilWhere stories live. Discover now