Discusión

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POV Killua

Milluki aceptó esperar a que el joven preparara el pedido sin mucho problema, total, para él eso le venía estupendamente, porque sería un momento más de poder observar a Leorio, que seguía trabajando fingiendo que no estaba allí, pero que se le notaba notablemente incomodo al saber que estaban ahí y más cada vez que pasaba junto a su mesa.

Como ya no hablaban por la distracción visual de Milluki en Leorio, Killua se dio el trabajo de observar alrededor; el café era hermoso y realmente acogedor ahora que estaba atento al lugar. Por supuesto también notó que tenía un poco más atrás de él un área para niños, y la razón de verla fue porque no pudo evitar seguir a la niña esa llamada Alluka con la vista cuando su padre la llevó hasta allí. Sin duda esa cafetería era un sitio interesante, sin olvidar que el café era delicioso y la tarta que había probado también. 

Pensando en lo de la tarta sus ojos rápidamente se fueron hacia el dueño del café; por primera vez se quedó analizándolo por unos momentos. Era una persona extraña, esa sonrisa constante era algo molesta para él pero supuso que era porque en ese momento no tenía ánimo para sonreír. –"No, no es eso, su sonrisa es algo desesperante."- Pensó, pero obviando eso se basó en los hechos, el sujeto tenía una niña y además de eso, parecía ser quien preparaba las tartas por lo que le había dicho a Milluki de que prepararía su pedido... -"Una persona singular."- Pensó nuevamente ya que al recordar a la niña también otra cosa vino a su cabeza, ¿esa enana no tenía una madre que lo cuidara? Supuso que no si tenía que venir al café de su padre después del preescolar.

No se dio el tiempo para analizarlo físicamente, eso sería una tontería, además, desde hacía mucho no miraba a nadie que no fuera Illumi, para él todos los demás no tenían gracia y no eran dignos de su mirada ni de su atención, no importando lo que dijera Milluki sobre buscar a alguien mejor, para su persona nadie, pero nadie, era mejor que Illumi. 

-¿Qué miras tan interesado?- Le preguntó Milluki repentinamente. Como estaba metido en su propia mente respondió sin darse cuenta.

-Al sujeto que nos atendió.– Añadió con voz apática provocando que Milluki le mirara sorprendido.

-¿Entonces sí lo notaste?- Preguntó el mayor, sonriendo, pensando que a lo mejor Killua sí había visto algo. 

-¿Notar qué?- Preguntó, regresando sus ojos hacia el mayor, que al final solo bufó resignado al notar la misma expresión apática y sin vida de estas últimas dos semanas.

-Olvídalo, no gastare más mis hermosas neuronas contigo hoy, suficiente has hecho arruinando mi día.- Dijo Milluki con expresión de molestia, Killua alzó una ceja. 

-No me culpes porque el camarero te huye, eso no tiene nada que ver conmigo.– Respondió el menor. –Deberías preocuparte porque la próxima vez puede que te restrinjan la entrada a este lugar.- Añadió sonriendo burlón Killua.

-Por lo menos aún tu cabeza funciona un poco para decir cosas venenosas.- Añadió Milluki pasando por alto su comentario. –Sería un desperdicio que un chico apuesto e inteligente como tú se pierda porque tuvo una desilusión amorosa.- Agregó, girando sus ojos hacia donde estaba Leorio. El dueño del café les había ido a preparar la tarta y por esa razón ahora había desaparecido en la cocina. 

-No seas absurdo, hermano, Killua Zoldyck no sufre. Desilusiones amorosas solo tienen los débiles; solo los estúpidos sufren por amor.- Dijo con calma y sin exaltarse como era normal en él. –Yo siempre tengo lo que quiero... Siempre...- Añadió, mirando fijamente a Milluki con una sonrisa arrogante y socarrona. Milluki en ese minuto tomó esa sonrisa como otra más a las que estaba acostumbrado con Killua, sin embargo, debería haber puesto atención a sus palabras porque lo que este decía no era por decir; todo lo que salía de la boca de Killua siempre tenía un motivo.

POV Gon

Tras recibir el pedido, Gon entró en la cocina, recogiendo los ingredientes para terminar la tarta ante la atenta mirada de Kurapika. Mientras, afuera, Leorio y Zushi se hacían cargo del resto de pedidos, más calmados pues pronto sería la hora de almorzar y habría menos clientes, hasta la tarde, que muchos volverían para merendar.

-¿Te pidieron una tarta?- Preguntó Kurapika atento, mientras preparaba algunas magdalenas con virutas de chocolate, viendo como el menor preparaba la tarta completamente animado.

-Si, para llevar.- Respondió Gon mientras se ponía con esta. -La pidió Milluki.-

-¿El acosador de Leorio?- preguntó el rubio con una risa. Gon sonrió y asintió. Kurapika le miró analizadoramente, esperando que las magdalenas se hicieran en el horno. -Se te ve brillar Gon. ¿Quién es el afortunado de ganarse tu atención?- Preguntó con una mirada entretenida, sabiendo de los gustos del menor.

Lo conocía desde hacia un tiempo, años más bien, y sabía que este no sentía precisamente atracción por las mujeres. Al comienzo le había costado sobrellevarlo dado que era un poco homofóbico, pero, tras conocerlo y tratarlo, se dio cuenta de que ese hombre era una persona como pocos podrían encontrarse. Había pasado por mucho para llegar a donde estaba y también sabía que llevaba mucho tiempo sin estar con nadie. Si alguien aparecía y conseguía iluminar de esa manera la expresión del menor, como solo conseguía la pequeña Alluka, bienvenido sea.

-¿Qué te hace pensar que hay alguien?- Preguntó Gon entretenido.

-Gon, tus ojos y tu actitud mas embobada de lo normal, lo dicen todo.- Respondió el pastelero significativamente. Gon le miro riéndose. Kurapika le miró alzando una ceja. -Y bien, ¿quién es?-

-Yo te lo diré. Es el acompañante de Milluki.- Respondió Zushi divertido, haciendo que su jefe le mirara mal, pero Zushi lo ignoró dejando los platos en el fregadero. -Tienes buen gusto Gon, el chico es realmente atractivo.-

Gon suspiró, volviendo su atención a la tarta a la que estaba por terminar. Kurapika miró sorprendido a Zushi.

-¿Un amigo de Milluki? ¿De la princesa?- Preguntó curioso. Le había puesto diversos apodos dado que se pasaba la vida entrando al café para acosar a Leorio, para disgusto de este.

-Sí.- Respondió el menor saliendo de la cocina de nuevo para seguir ayudando a Leorio afuera. Kurapika miró a Gon, viéndolo empaquetar la tarta.

-Te deseo suerte entonces, Gon.- Respondió este divertido, Gon sonrió y suspiro.

-Ni siquiera sé si es gay.- Respondió el menor llanamente con tono grave y suave saliendo de la cocina, sorprendiendo a Kurapika.

Gon salió fuera sonriendo al ver que Milluki esperaba su tarta junto con su amigo, al que nuevamente se le quedó mirando sin poderlo evitar. Miró a Milluki, notando su escrutinio y viendo que sí que se había percatado en como miraba a su amigo. Sonrió un poco incómodo.

-Aquí tiene, vuelvan cuando quieran y tengan un buen día.- Dijo cordial, hablando tanto para Milluki como para su compañero sin nombre, el que desde luego debía ser o muy despistado o hetero, para no darse cuenta de como lo miraba. Aunque bueno, él no se consideraba tampoco ninguna belleza, así que cabía la posibilidad de que no le llamara la atención, si es que era gay, lo que lo entristecía un poco, pero no dejaba de sentir ese sentimiento tan fuerte por él pese a eso. Debía descubrir su nombre y si le gustaban los hombres, como fuera.

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoWhere stories live. Discover now