Adorablemente sexy

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POV Killua

Al ver la alegre y totalmente embobada sonrisa en el rostro de Gon, Killua supo que su acción había sido la correcta, por supuesto no esperaba que a parte de ella hubiera otra cosa que Gon haría que en el futuro cercano y le traería la situación más paralizante que hubiera vivido en su vida; el caso era que el mayor se había tomado frente a él todo su vaso de alcohol de un solo trago. Por supuesto para alguien como Killua, un simple vaso de sake no significaba nada, pero con solo ver como la mirada del mayor se volvía cada vez más nubosa y como sus mejillas se ruborizaban cada vez más, supuso que no había sido una buena idea aventurarse a tocarlo tan pronto; el mayor estaba prácticamente ebrio si no es que completamente y probablemente solo había tomado de esa forma intentando calmar sus nervios causados por su persona, lo que de alguna forma agrandaba su ego, pero no le convenía si quería mantener esa relación lo más "tranquila" y con el mínimo contacto físico posible. 

Aunque luego de unos momentos Killua pareció sentirse aliviado ya que con solo ver al mayor supo que pronto se dormiría, así que planeaba esperar a presenciar eso, total, ¿qué podía hacer? ¿Seguir declarándosele de forma empalagosa? Esa era la opción más factible de las posibles conductas que podía tener el mayor en la mente de Killua después de sus últimas palabras, solo que había olvidado algo... Gon no era Illumi, de hecho, era otra versión particular y rara de Milluki; pero ni lo recordó para agregarlo a sus cálculos y, de hecho, solo pronosticó los pasos del mayor totalmente bajo su juicio, totalmente a la ligera, algo que no solía hacer. 

El caso es que ahora estaba allí, mirándolo, en espera de que se durmiera, y sonriéndole con una mezcla entre afecto y cariño poco conocida en su persona, que solo estaba siendo usada para obtener lo que quería; mientras el mayor seguía con los ojos perdidos en él, totalmente feliz, sintiéndose correspondido. –"Hasta ahora no ha sido tan malo."- Pensaba Killua, bebiendo de su vaso.

Fue solo un momento, un par de segundos en que terminó el contenido de su vaso y cerró los ojos, para luego volver a abrirlos y mirar a Gon; fue entonces que notó un leve cambio en los ojos del mayor que le llamó mucho la atención. La expresión de Gon se había suavizado a tal grado que se veía incluso tan adorable como su hija Alluka, además, sus mejillas seguían ruborizadas y la forma en que sus ojos le observaban era algo que no esperaba. –En realidad eres...– No pudo terminar su murmullo cuando notó que era lo que causaba la diferencia y se sintió tonto por no haberlo sospechado... Gon estaba totalmente borracho a pesar de que tampoco había sido mucho lo que había bebido. –Pero si no terminaste ni tu primer vaso.- Dijo en un murmullo pensativo Killua, sin dejar de observarlo, ni el vaso que el mayor sostenía. 

El menor estaba pensando qué hacer cuando repentinamente pasó algo que no esperaba, Gon estaba cerca de él, acariciando su brazo con timidez hasta llegar a su cuello y a su mandíbula. Eso hizo que los ojos de Killua se abrieran mucho y lo mirara algo interrogante, estaba esperando que durmiera no que empezara a acercarse y mucho menos a tocarlo. –Será mejor que te vayas a dormir, Gon.– Dijo, pero no fue capaz de levantarse porque Gon se acercó mucho más para murmurarle con esa voz increíble que había asombrado a Killua desde el inicio, mientras se abrazaba a su cuello de forma entre tímida y adorable pero también algo traviesa y atrevida... Esa mezcla que Killua no creía que fuera posible, pero que estaba viendo frente a sus ojos.

Estaba pensando sinceramente en retirarlo, pero quedó estático al sentir los labios del mayor sobre su cuello para luego besarlo en la mandíbula y la oreja; con eso, algo extraño le ocurrió y provocó que Killua llevara sus manos hacia los brazos del mayor para apartarlos de forma suave, pero otra vez el tono de voz grave y rasposo contra su oído lo detuvo, haciéndolo tragar en seco... ¿Qué rayos le pasaba? Él jamás había quedado así de estático en su vida... ¿Por qué no podía moverse con normalidad y con cada cosa que el mayor hacía se turbaba y no sabía cómo seguir?

Su cabeza intentaba recapitular lo que sucedía cuando se dio cuenta que estaba prácticamente acorralado contra el respaldo del sofá con el mayor sentado sobre sus piernas con sus rodillas a cada lado de su persona y abrazándolo por el cuello de forma totalmente cariñosa pero no acosadora, de hecho, lo hacía con inocencia y un leve toque de atrevimiento que incluso resultaba adorablemente sexy.

Killua movió la cabeza al notar sus propios pensamientos acerca del hombre que estaba sobre su cuerpo respirando contra su oído de forma increíblemente seductora. –"¿Qué haces Killua? Detén esto."- Pensó, fijándose por primera vez que sus manos estaban en la cintura del mayor ahora. Él debía detener eso cuanto antes... Antes de que... No podía ni pensar en lo que ocurriría, solo se concentró en que debía alejarlo, así que intento hacerlo, pero nuevamente no pudo ni moverlo porque quedó estático ante el beso que sintió en su oído y también ante los labios de Gon que bajaban a su cuello, para volver a susurrarle, provocando que cerrara sus ojos y que sus manos presionaran un poco más la cintura del mayor, sobre todo con los susurros suaves que sentía contra su piel.

Era increíble cómo a pesar de que no lo estaba acosando le impedía toda capacidad de movimiento, con solo susurrarle de esa manera, tanto era el estado de perplejidad y "gusto" que estaba sintiendo Killua por lo que hacía Gon que no notó hasta unos instantes después que el mayor se había quedado dormido y que apoyaba su cabeza suavemente sobre su hombro. Sin embargo, cuando lo hizo, rápidamente respiró hondo como si antes no hubiera oxígeno en el lugar, entonces, se movió levemente y al ver que Gon se acomodaba sobre su persona sin despertar suspiró aliviado. –Casi muero de un ataque... Realmente eso fue inesperado.– Dijo el menor, tragando por fin; ni siquiera había sido capaz de recordar cómo se tragaba o peor, como se respiraba, por esos momentos y eso lo hizo ruborizarse; estaba actuando como un adolescente que jamás había tocado a otro solo por las conductas tan inesperadas e imprevistas que había visto de Gon. 

-Definitivamente debo dejar de compararte con Illumi.– Se murmuró a sí mismo, quitando sus manos de la cintura de Gon, de donde recién se percató que aún lo sujetaba. Entonces, volvió a suspirar más relajado, en ese instante bajó su mirada para ver la expresión dormida del mayor, sin poder evitarlo rozó levemente su aún ruborizada mejilla y le acomodó un poco el cabello. –Creo que deberé llevarte a la habitación o quedaré muy mal.– Murmuró, mientras intentaba mover a Gon despacio para no despertarlo y poder cargarlo, lo que, por cierto, no fue muy difícil, pero le costó varios minutos hacerlo intentando no despertarlo.

Una vez con él entre sus brazos caminó hacia el pasillo, buscando la habitación del mayor, cuando llegó a la última puerta y abrió con el pie, encontró el que parecía ser su cuarto, un lugar acogedor del que le llamó mucho la atención un peluche de tortuga que tenía sobre la cama, eso le hizo alzar una ceja y mirarlo con curiosidad. –No tienes ninguna relación con una tortuga.- Murmuró. Entonces se sentó sobre la cama con Gon aún entre sus brazos. –Y eres más pesado de lo que aparentas ser... Será mejor que te deje en la cama y me vaya.– Dijo, inclinando al mayor levemente para dejarlo en la cama, ese había sido un día agotador, jugando con una niña hiperactiva y ahora cargando a un adulto; una cita totalmente diferente para él, por lo menos ya había terminado y podía irse a su casa... Solo tenía que dejar a Gon sobre la cama y podría marcharse... 

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora