Deseo y Castigo

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POV Milluki

Estaba en una hermosa y elegante habitación estilo antigua china, él era un hermoso emperador, y en ese momento estaba solo con una bata de seda roja sobre una enorme y cómoda cama... Entre sus brazos estaba él... Ese hermoso espécimen besando su cuerpo, acariciándolo con esas hermosas y enormes manos que se deslizaban por su piel suave y cremosa, era perfecto todo era perfecto.

-No sabes cuánto te deseo mi señor... Mi amo...– Le decía él, besándole el cuello, perdido en su piel con sus manos acariciando sus muslos de manera enloquecedora, tanto que sus sentidos se perdían en el solo contacto con esas ardientes manos que no paraban de acariciarlo. 

-Yo también te deseo, no tienes idea de todo lo que me enloqueces.– Era su voz y se perdía en el aire mientras sus manos jugaban con los cabellos negros que jalaba sutilmente hacia arriba para poder ver el rostro de ese bello ser que lo tenía encandilado desde la primera vez que lo había visto. 

-Eres tan hermoso, desde la primera vez que te vi, he querido tenerte así entre mis brazos y hacerte mío... Quiero hacerte mío...- Susurraba con esa voz ronca y seductora antes de arrebatarle el aire en un beso, un beso apasionado que le hacía perder la conciencia. 

-Ahhh... Sí, hazme tuyo... Házmelo.– Gemía mientras él le lamía el cuello y mordía el lóbulo de su oreja, jadeando deseoso en su oído, causándole una serie de descargas eléctricas por todo el cuerpo, descargas que lo hacían arquear su espalda esperando más contacto. –Eres perfecto... Eres espléndido.– Susurraba para él, que le sonreía totalmente perdido. 

-Lo haré... También lo deseo... Ahora lo haré...- Ese maravilloso ser besaba su cuello y sus manos lo recorrían, perdiéndose en su piel. -Justo ahora lo ha... Pi pi... Pi pi... Pi pi...- Sus ojos se enfocaron en él, pero ya no pudo escucharlo, ese incesante ruido nublaba sus palabras, entonces despertó, el estúpido sonido de su celular esa mañana, estúpido aparato del demonio que lo sacaba de su maravilloso e indecente sueño con el atractivo chico de la cafetería esa. 

–¿Por qué?- Murmuró, o más bien gritó, Milluki, girando en su cama, notando que el odioso aparato seguía torturando sus oídos. –Aisshhh, ¡¡¡ya cállate estúpido objeto del demonio!!!– Dijo nuevamente al tomarlo y notar la hora... Siete de la mañana. 

No pudo más que sentarse indignado en la cama, ese sueño se había visto tan vivido... Tan real... -Aishhh.– Reclamó despeinando su cabello, entonces notó que el teléfono seguía sonando. –¡¡¡Yah!!! ¡¡¡Cállate!!!– Le gritó, entonces miró la pantalla y se percató de que estaban llamándolo, cuando vio el nombre en la pantalla "Killua" tuvo sus primeros minutos de instinto asesino del día; sin esperar contestó. –Será mejor que tengas una buena excusa para interrumpir mis sueños o te mataré.– Fue lo que soltó antes de escuchar la voz de Killua.

Killua estaba sentado en la mesa del comedor de su casa tomando el desayuno, estúpidamente el día anterior se había ofrecido a llevar a Kalluto a su preescolar, la única razón increíblemente era poder conocer el lugar donde estudiaba Alluka... ¿Se estaba volviendo idiota acaso? Claro que no, pero ahora, como "novio" de Gon, debía saber donde estudiaba Alluka, además, Kalluto era su hermana, era lógico que supiera donde trabajaba por cualquier emergencia... Excusas bobas pero le servían a su mente paranoica. 

Mientras esperaba a Kalluto decidió llamar a Milluki para preguntar algunas cosas, pues era el aniversario de sus padres y Milluki debía asistir, por eso, y no teniendo otro minuto donde no le fastidiara hacerlo, decidió llamarlo temprano... Muy temprano... Y así fastidiar el sueño del mayor, tal como había conseguido hacer, y ahora sonreía burlón haciendo que incluso el sabor de ese insípido café supiera mejor. 

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoWhere stories live. Discover now