Descubierto

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POV Killua

Fue luego de los primeros segundos del beso que Killua notó que probablemente había dejado estático y en un posible shock emocional a Gon, pero ahora ya no podía soltarse, en realidad no era algo que fuera a pensar, necesitaba hacer eso y definitivamente sabía que era una buena forma de borrar todas las dudas y temores que tenía el mayor sobre el hecho de que él fuera a alejarse o rechazarlo. 

Aunque luego de unos momentos Killua perdió la cabeza en ese beso, tanto así que no notaba nada más que los labios en los que estaba concentrado y que le habían desestabilizado toda la idea que tenía en la cabeza... Sí, bueno, la idea era convencer a Gon que lo de ellos continuaría y obviamente con ese beso lo lograría... El problema era que él mismo estaba disfrutando demasiado del contacto, en realidad besar esos suaves labios con sabor a café lo intoxicaba. ¿Cómo alguien podía hacerle eso a él? O mejor dicho, ¿cómo alguien que no fuera Illumi podría tener una boca así? Y llevarlo al punto de no recordar al manipulador.

Inconscientemente llevó sus dos manos a las mejillas del mayor mientras sentía que algo lo aprisionaba de la cintura, aunque no le importaba que demonios fuera eso, lo importante es que estaba acariciando unas mejillas suaves y besaba una boca deliciosa que parecía rogarle por más contacto, y esa demostración de entrega lo tenía totalmente embrujado, porque no había represión a sus acciones, no como con Illumi, con quien terminaba alejándose porque el mayor lo separaba ruborizado y nervioso de hacer el contacto mucho mayor. Esta boca ahora se abría hacia él, permitiéndole todo y eso era encantador, por eso su lengua se colaba en ella sin necesidad de pedir permiso.

Mientras movía sus labios suavemente contra los del mayor sujetando sus mejillas para evitarle apartarse, aunque era obvio que Gon no se apartaría; Killua se había olvidado incluso que eso solo era una corta visita al café y que debía marcharse al despacho, simplemente la boca del mayor le había borrado de la cabeza todo, incluyendo también el hecho del ruido de las personas a su alrededor y de que no eran los únicos en el lugar en ese momento, lo sentía estremecerse ante su contacto y eso solo lo animaba más a continuar profundizando el beso.

Las mejillas del mayor debían estar rojas pues sus manos parecían quemarse al contacto con ellas, y eso incluso hacía que su ego se incrementara volviéndolo más arrogante si eso era posible, y la sonrisa interna de autosuficiencia se hacía mayor en él. –"No puedo creer esto."- Pensaba mientras sus labios rozaban constantemente y con intensidad los labios de Gon para luego lamerlos sutilmente y morderle el labio inferior al mayor antes de volver a adentrarse en su boca de forma automática, sabía que probablemente Gon estaba totalmente derretido en sus brazos y eso hacía que en los leves instantes que se separaban su sonrisa se volviera arrogante, sin embargo no podía alejarse mucho de esos labios. 

Repentinamente abrió los ojos, por alguna razón despertó de lo que nublaba su mente y regresó a la cordura que lo caracterizaba solo que, se encontró con una situación que realmente no pudo controlar, y menos al ver como esos labios también respondían el contacto, no solo al abrirse contra los suyos, sino moviéndose suavemente contra ellos, provocándole muchas más sensaciones placenteras y sedativas, aunque, en cierto punto, los labios del mayor empezaron a moverse con mayor deseo, y ahora también estaban apoderándose de su boca como él hacía antes, tanto que volvió a perderse en el momento que sintió la lengua del mayor rozar la suya, provocando que presionara con un poco más de fuerza las mejillas del mayor, quién aprovechó una leve separación de sus labios para morderle el labio inferior, logrando que Killua no supiera más del mundo por unos cuantos segundos o minutos, algo que no logró procesar realmente.

Si anteriormente había notado que le sería difícil separarse de la boca del mayor, luego de que este intensificara el contacto creyó que se quedaría pegado a esa boca para siempre sin ningún deseo de apartarse pero para suerte de su poco autocontrol fue el mayor quien terminó el beso en busca de aire. –"Demonios, puedes respirar por la nariz, ¿por qué te apartas?"- Pensó Killua. Entonces su mente reaccionó y su propio pensamiento lo hizo abrir los ojos quedando perplejo. 

Fue entonces que se encontró frente a él, la sonrisa del mayor. Soltó sus mejillas con algo de dificultad y no pudo evitar quedar por unos minutos estáticos ante la imagen frente a él. -"Dios... Es adorable"- Pensó un instante mientras su mano temblaba, pidiendo a gritos tocar la mejilla ruborizada del hombre frente a él cuyos ojos miel brillaban totalmente hermosos; está bien, jamás había podido negarlo, le atraían las personas adorables, Illumi de hecho era totalmente adorable en todo sentido y en toda acción, y ahora, delante de él, tenía que reconocer que tenía una persona que podía volverse adorable y encantadora en solo unos segundos sin siquiera proponérselo... Porque esa sonrisa con las mejillas ruborizadas y esa expresión de amor infinito eran sin duda adorables.

Killua intentó concentrarse y enfocarse y tuvo que cerrar los ojos para centrarse, sentía su respiración agitada y algo de nerviosismo, para intentar calmarse presionó su mano en un puño. –"Basta Killua, deja de pensar en eso, enfócate... Tranquilízate y enfócate, por favor."- Se decía a sí mismo disminuyendo la frecuencia de sus respiraciones y llevando su mente a blanco, pero el calor del cuerpo de Gon contra el suyo, pues recién había notado que estaban abrazados, no lo dejaba concentrarse al cien por cien, gracias a todos los cielos el mayor le habló al oído, despertándolo, aunque no precisamente por lo que dijo sino por el tono susurrante y hasta jadeante en su voz. –"Este hombre realmente es una tentación para mí."- Pensó, mordiéndose con fuerza el labio inferior, tratando de concentrarse en lo que había dicho Gon. 

-Y si no lo haces, de todas formas... Puedo venir a exigir una explicación.– Agregó, sonriendo burlón en el oído del mayor, respondiendo a las palabras que según su cerebro había dicho Gon. Fue entonces cuando lo sintió alejarse y vio la mirada que le daba, totalmente feliz y sonriente, entonces ya suspiró con resignación y alivio, por lo menos la situación esa había sido arreglada y otra vez tenía a Gon como se suponía estaba planeado... Sí, bueno, había tenido que hacer cosas que no estaban en el plan pero de todas formas había logrado lo que quería y eso era lo importante, mientras pensaba ello acariciaba sin darse cuenta la mejilla del mayor. 

Luego de suspirar ya más relajado se tomó el tiempo de mirar hacia ambos lados y entonces el peso de la realidad cayó sobre él, provocándole una conmoción cerebral de enormes proporciones... Si en algún minuto de su vida debía sentirse avergonzado ese minuto era ahora, todas las personas a su alrededor los miraban, algunas ruborizadas, otras incomodas; claro que no era muy normal ver a dos hombres besarse en público y él, la persona más reservada y ajena a dar espectáculo en el mundo había terminado dando uno totalmente vergonzoso y lo peor es que había sido él quien lo causó, pues fue su idea llevar a Gon hacia ese lugar en busca de no hacer un escándalo dentro de la cafetería. –"Eres un estúpido, Killua Zoldyck."- Se regañó mentalmente con ganas de abofetearse a sí mismo. 

-"Está bien, relájate, piensa... Con calma... Ya no hay nada que puedas hacer ahora para cambiar eso."- Pensó en el momento que subía la mirada, fue entonces que notó la cara de absoluto horror de Gon, aunque no tuvo mucho tiempo para pensar porqué ya estaba siendo jalado hacia la cafetería, fue entonces que Killua procesó que las personas en el interior también los miraban. –Esto... Dios.– Susurró llevando su mano libre de Yesung a su cabeza, era lo más vergonzoso, definitivamente lo más humillante que había hecho en su vida y él no hacía cosas humillantes o que lo dejaran en vergüenza jamás.

Las expresiones de las personas en el interior de la cafetería eran realmente felices, parecían incluso complacidas con el espectáculo que habían estado esperando desde hacía mucho. –"Probablemente todo el mundo ya notó que él está enamorado de mí y solo esperaban que yo lo aceptara... Gran espectáculo Killua eres un gran novio y te declaras en público."- Pensaba dándose patadas internamente por su falta de privacidad en el asunto. ¿Cómo había podido llegar a eso? Él jamás hacía esas cosas que provocaran que su vida fuera expuesta. Intentó serenarse, ya que no podía cambiar la situación, entonces miró a Gon. Por lo menos él sonreía complacido, al menos había valido para algo esa acción suya. 

La voz del mayor lo sacó de sus pensamientos. –Esto no debe volver a pasar.– Murmuró Killua ruborizado, intentando desviar la mirada y dejándose arrastrar por Gon. –"No volverá a pasar."- Se juró a sí mismo, siempre había sido tan reservado y serio para sus asuntos, por dios, si jamás hacía cosas a la vista de todos cuando estaba con Illumi. Suspiró resignado por enésima vez en esa tarde, esto era totalmente un desorden en su perfecta y pacifica vida. 

Cuando ingresaron al café, Killua inmediatamente notó las miradas, sonrisas y expresiones felices de todos alrededor, aunque para su alivio personal después de eso, todos volvieron a sus asuntos propios, por lo menos sabían que no era debido mirarlos más de lo que ya lo habían hecho presenciando todo lo de afuera. Con esa tranquilidad volvió sus ojos hacia Gon quien repentinamente había entrado en un estado de colapso, luego de una enorme y feliz sonrisa, no tuvo mucho tiempo para pensar la razón de ese cambio porque el propio Gon la dijo en voz alta, recordándole a Killua un detalle muy importante que él había dejado comiendo tarta minutos atrás, sus ojos rápidamente se fueron a su mesa pero la pequeña Alluka ya no estaba en ella. –"¿Dónde está la enana revoltosa?"- Se preguntó de forma mental. 

La respuesta fue respondida por uno de los otros camareros, el que se llamaba Zushi, quien aparecía por la entrada a la cocina de la cafetería, mirándolos totalmente feliz y relajado, sobre todo a Gon. Obviamente era a causa del beso, si los otros clientes lo habían visto obviamente los camareros también y ahora sonreían a causa de que Gon estaba nuevamente feliz y animado, seguramente verlo frío y depresivo era algo que no les agradaba y que parecía no ser muy común en el mayor. 

Killua suspiró con alivio. Si Alluka estaba en la cocina seguro no había visto nada de eso, la enana esa era muy astuta y siempre hacía las preguntas más incomodas e inusitadas cuando él menos se lo esperaba. Llevó una mano a su cabello, despeinándolo, para luego suspirar más tranquilo, su vida realmente había dado un vuelco enorme desde que se había metido a esa cafetería y se había cruzado con Gon y esa pequeña hiperactiva. Pensaba en ello cuando de la nada sintió un peso sobre sus piernas, eso atrajo su mirada hacia abajo, encontrándose con la enorme sonrisa de la pequeña Alluka, que le miraba totalmente feliz. 

-¡Papi feli!- Lo escuchó decir sin apartar la mirada de su persona, no pudo evitar tocarle la cabeza, aplastándosela un poco. Fue entonces que Gon se acercó, agachándose junto a Alluka para tomarla en brazos. Verlos juntos hacía que Killua de alguna forma bajara la guardia con ellos, fue entonces que la pequeña le hizo esa pregunta inocente a su papi pero que obviamente demostraba que no era tonta y sabía que si a su papi le pasaba algo tenía que ver con Killua. -¿Ya no moeto?– Gon miraba a Alluka al igual que Killua, que ahora tenía delante de él otro foco adorable, Alluka realmente era una enana adorable y probablemente por eso caía con ella y le hacía caso a todo lo que la enana decía, sobre todo cuando hacia esos pucheritos como el que tenía ahora en la cara. -Papi enfao toto, cai haje que Kill efade.- Sus palabras hicieron que Killua sonriera y alzara una ceja, en realidad parecía que su expresión al salir por Gon había asustado a Alluka. 

La respuesta de Gon junto con al beso a la pequeña y su mirada hacia Killua hizo que este se incomodara un poco más, aunque la respuesta de Gon hizo sonreír a Killua de manera algo burlona. –"En realidad sí eres algo tonto."- Lo que siguió hizo que la pequeña mirara inmediatamente a Killua con una sonrisa de total felicidad y se lanzara hacia él para besarlo en la mejilla. ¿Hoy era el día de los besos? Se preguntó Killua una vez que vio a la pequeña alejarse de su persona. – "Todo esto es tan incómodo."- Pensaba Killua para sí mismo, desviando un poco la mirada y suspirando, intentando mantener la calma, lo que se volvió cero al escuchar al pequeño. 

-Alluka tamien besa a Kill, peo eh mejilla.– Eso hizo que Killua se sorprendiera realmente y la mirara algo incrédulo, sobre todo por la sonrisa en el rostro de la enana. Sus ojos rápidamente se fueron a la cara de Gon que estaba rojo, parecía que la pequeña sí había visto el beso entre ellos afuera. Hubieron algunos segundos totalmente incómodos que se le hicieron eternos a Killua pero que Gon cortó hablando algo nervioso y bajando a la pequeña al suelo mientras le murmuraba algo que probablemente Killua prefería no saber pero que intuía de qué se trataba, con esa conversación con Alluka probablemente quedaba sellado el hecho de que Killua y Gon no eran precisamente amigos. 

Las palabras que Gon dijo para él lo sacaron de sus pensamientos. –Sí, yo tengo que ir a mi trabajo.– Agregó Killua, luego de aclarar un poco más su garganta al ver que Gon le miraba de frente, sonriéndole nuevamente de forma perdida y embobada, provocando perdida de estrés en Killua. Fue entonces que lo vio alejarse, por unos instantes pensó que se despediría besándolo pero ya habían dado mucho espectáculo.

Estaba mirándolo cuando sintió una manita colarse dentro de la suya. –Kill egeso appa a nomaida, Alluka quiee muto a Kill, Kill heoe.- Agregó con una sonrisa enorme, abrazándose a las piernas de Killua que aún estaba en la entrada de la cafetería con la pequeña pegada a sus piernas. Algunas personas los observaban y decían que se veían tan tiernos juntos; bueno, Alluka era totalmente encantadora y casi todos los que iban allí ya sabían quién era y ella había hablado con todo el mundo, no importando que fueran solo clientes, ella simplemente saludaba al mundo con su sonrisa feliz y adorable y se los terminaba ganando. 

-Sí, yo también te quiero, enana.– Agregó Killua tomándola en brazos para luego desordenarle el cabello y empezar a caminar con ella hacia el lugar donde había dejado su maletín y el café que al final no había logrado beberse. Desde la puerta de los baños era observado por un escondido Illumi que no podía creer ya todo eso, algunas lagrimas caían por sus ojos pero lo que más había en sus ojos era una mirada de odio enorme hacia Gon a quien solo deseaba las cosas más horribles del mundo mientras se mordía la parte interna de las mejillas y presionaba sus puños con furia irracional. 

-Me voy a vengar de ti, camarerito. Lo juro como que me llamo Illumi.– Susurró para sí mismo. Esperaría a que Killua se marchara para salir, porque ya había hecho suficiente allí y si se quedaba un momento más era capaz de lanzarse encima de Gon y ahorcarlo. –No dejaré que te quedes con mi Killua. Él es mío, disfruta de lo poco que te queda con él porque juro que no será mucho tiempo más.– Murmuraba mirando con odio al perdido en la nube de la felicidad, Gon. 

Killua llegó hasta su mesa con Alluka en brazos, en ese momento la pequeña le habló dejándolo algo estático y paralizado porque no esperaba escuchar eso de forma tan directa. -Papi feli po besa Kill.– Había sido un murmullo bajito y Alluka se reía tímidamente, mirándolo de reojo de manera inocente, totalmente feliz y animada. -Y feliz, mu feli y Alluka tamben feli.- Sus ojitos brillaban de total ilusión.

No podía decir que no estaba incómodo, pero de alguna forma tenía que salir de eso, así que hizo lo único que se le ocurrió. – Sí, y ahora Alluka tiene que vigilar que papi no vuelva a estar triste hasta que vuelva a ver a Killua, ¿de acuerdo?- Dijo mientras la pequeña le miraba totalmente ilusionada, le habían dado una misión importante.

-¿Alluka tene que vigiar papi?- Preguntó la pequeña algo incrédula de la petición de Killua. 

Killua captó la mirada de Alluka y sonrió con arrogancia antes de dejarla en el suelo de pie a su lado. –Claro que tienes que hacerlo tú, eres mi ayudante para hacer que papi esté feliz.- Agregó logrando que la pequeña abriera la boca asombrada al escuchar eso, y mirara con ilusión. Entonces de un segundo a  otro la pequeña se colocó seria y decidida a cumplir su misión, mientras se llevaba una manita a la frente como en saludo militar. Killua sonrió y continuó. –Debes cuidar de tu papi y ser buena, volviendo al corral y vigilando que no se vuelva a poner triste, y si eso pasa me llamas por teléfono como la última vez.– Agregó, mirando de frente a Alluka que con su cabecita asentía feliz a sus palabras. Killua sabía que probablemente no lo llamaría, pero si la enana se lo creía por lo menos estaría ocupada haciendo algo; se notaba que era inocente y se creía todo. 

-Alluka cuira papi po Kill tamien, papi feiz, Alluka cumpe mison.– Agregaba sonriendo totalmente entusiasmada con la misión que le había dado Killua. 

-Bien, ya me voy, ve a tu corral.– Agregó mientras la pequeña asentía y lo jalaba del brazo para que se acercara a ella. Cuando ya lo tuvo a su altura le dio otra beso en la mejilla. 

-Gachias Kill.- Añadió ruborizándose para salir corriendo hacia el corral y despedirlo con una manita desde ese lugar. Killua sonrió y luego de negar un par de veces y suspirar tomó su maletín y se fue a la caja donde estaba Gon. Carraspeó un par de veces para atraer su atención. 

-Ya tengo que irme.- Entonces sacó el dinero de la orden y pagó. –Si quieres puedes llamarme.– Agregó con algo de incomodidad, entonces hizo una venía y caminó hacia la salida. Antes de salir miró a Gon y le sonrió como lo hacía antes, seguro que con eso ya terminaba de enamorarlo.

Una vez fuera suspiró. Eso había sido totalmente un desastre para su salud mental, jamás había pensado llegar a hacer algo así por un simple plan y menos por alguien que no fuera Illumi, de hecho probablemente ni por Illumi lo habría hecho, su orgullo era demasiado grande, pero llegó al punto con Gon de que no sabía dónde estaba su orgullo y eso le había hecho pensar y meditar sus próximos pasos con él, tenía que encontrar realmente un punto límite para sus reacciones y definitivamente se juraba que ahora sí era el último acercamiento físico con el mayor. –Este fue el último.– Murmuró antes de subir a su coche.

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoWhere stories live. Discover now