Declaración

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POV Killua

Se quedó esperando el pedido, está de más decir que Killua se había sorprendido con ese "no está en el menú pero por ser tú la prepararé"; en ninguna de las otras ocasiones que había ido a ese lugar Gon había sido tan directo o descarado, aunque en la forma de mirarlo sabía que no era una persona que jugara al inocente, por eso sus palabras le dieron mayor seguridad de que ese día sería el día de la declaración, así que decidió esperar... Mientras lo hacía meditó. ¿Cómo rayos se lo diría? Él no era muy bueno para esas cosas, debía admitirlo. De hecho, la confesión de Illumi había sido realmente incómoda, y si no era porque él sentía lo mismo, probablemente en ese momento se habría dado cuenta de lo terriblemente vergonzoso que era, ya que el manipulador incluso había escogido un lugar lleno de personas.

Miró alrededor. Sí, bueno, no estaba vacío, pero tampoco tan lleno. El problema es que la mayoría de esas personas eran habituales allí y probablemente ya lo conocían y notaban la forma especial en que era tratado. –"Espero que no se le ocurra cantármelo o hacer algo cursi y llamativo."- Pensó, recordando la voz del joven dueño del café. Con solo pensar eso ya se le venía a la cabeza imaginar a toda la gente del lugar pendiente de ellos y de su respuesta; y eso sí que sería humillante. Su cabeza estaba pendiente imaginando todas las posibles cosas vergonzosas que se le ocurrían, cuando lo vio aparecer desde la cocina con su café y su tarta. Increíblemente el aroma a café y vainilla llegó rápidamente hasta él, relajándolo, provocando que esos pensamientos se detuvieran. No sabía cuando se declararía pero algo le decía que sería dentro de ese día.

Cuando Gon llegó hasta su lado y colocó el café y la tarta frente a su persona, lo miraba tan fijamente, pendiente de la mirada y la sonrisa que éste le daba que no notó lo que traía, así que de primer impacto no vio lo que estaba escrito en ellas. –Muchas gracias, seguro lo haré.– Respondió a las palabras que Gon le había dicho con una sonrisa. Fue entonces que bajó su mirada hacia la tarta y el café, sorprendiéndose, porque si debía reconocer algo era que estaba sorprendido, por eso subió sus ojos hacia Gon mirándolo algo... "¿Impresionado?"

Había cavilado muchas formas vergonzosas y llamativas de que ese joven camarero frente a él se declarara y sorprendentemente no había usado ninguna; sino que había sido sutil y reservado, algo bastante diferente a lo que él se imaginaba después de haberlo estado estudiando al detalle por una semana completa. Gon tenía una sonrisa agradable y no parecía de las personas que se avergonzaban con nada, por algo no sentía temor a mirarlo de esa manera en que lo hacía, ni de cantar para su hija en medio del café sin importarle las personas alrededor, y sabiendo eso se había preparado mentalmente para recibir una declaración incluso ridícula. Sin embargo, había sido todo lo contrario, su forma de declararse no solo era bastante ingeniosa sino que aparte de ello, había mantenido la privacidad del asunto solo para ambos, evitándole a él una situación realmente bochornosa con toda esa gente allí; además, había usado sus habilidades para hacerlo y, conociendo ya después de todo ese tiempo el gusto de Killua por las tartas, podría decir que era un detalle a sus propios gustos. No pudo evitar la sonrisa extrañamente complacida que se formó en su rostro ni la mirada que terminaron mostrando sus ojos al volverlos hacia el café y la tarta.

-Me siento algo decepcionado ahora.- Murmuró antes de levantar los ojos hacia Gon. –Creo que nada que diga estará a la altura de esto, salvo...– Hizo una pausa para luego sonreírle. –¿Estaría bien ir al parque o a ver una película mañana?-

Alluka que miraba desde lejos a ambos desde el comienzo, pues amaba cuando Killua entraba y siempre estaba pendiente a la hora que podría verlo aparecer, estaba totalmente curiosa y, a pesar de que se mantenía totalmente silenciosa en el corral pues su papi le había dicho esa mañana "Alluka, hoy no quiero que molestes a Killua-chan, porque papi tiene algo importante que decirle", no pudo aguantar su impaciencia de saber qué deseaba decirle su papi a Killua. Con esa simple oración Gon había dejado tan curiosa a la pequeña que en cuanto Killua entró y vio que su papi lo miraba sonriente y con los ojos brillantes como estrellas, no pudo apartarles los ojos. Tanta era su fijeza en ellos que, al ver que Killua se sentaba en una mesa lejana que no le permitía escuchar, decidió escaparse a escondidas de su lugar para llegar hasta ellos sin que lo notaran. Por supuesto su plan consistía en quedarse quieta y no dejarse ser vista y estaba dispuesta a cumplirlo, pero algo cambió su idea; su papi traía una tarta que no conocía y eso ameritaba acercarse... Ella debía probarla. Por eso, olvidó todo eso de mantenerse oculta y se acercó, iba llegando a su lado sin que ninguno lo notara cuando escuchó las palabras de Killua, eso hizo que rápidamente se uniera a la conversación.

-¿Papi y Alluka saen co Kil manana?- Preguntó, atrayendo la mirada de ambos. Killua se sorprendió porque no la había notado hasta ese momento, pendiente de la reacción de Gon a sus palabras y, como este aún no le respondía, por ello decidió jugar su siguiente carta, así que tomó a Alluka y la sentó en sus piernas. 

-Pues... Esa es la idea, si es que tu papi quiere.– Le respondió Killua para luego mirar a Gon y sonreír tranquilamente. Sabía qué diría que sí, pero tenía que provocar que lo hiciera totalmente enamorado y sabía que usar a Alluka sería una gran carta.

-Papi, Alluka quiee sadi co Kil.- Dijo Alluka, mirando a Gon, mientras Killua tomaba un trozo de la tarta. Eso atrajo la mirada de la pequeña hacia la tarta, logrando que se sorprendiera. -Oh, mia Kil, tagta iene ibujos.– Añadió la pequeña, sonriendo y mirando a Killua mientras apuntaba con su dedito hacia la tarta.

-Sí, tu papi preparó una tarta especial para mí, una tarta que me gusta mucho, de hecho es mi favorita, ¿quieres probar?- Preguntó Killua, mientras Alluka asentía sonriendo y abría su boquita.

-Tagta ica. Papi, Alluka ama tagta e Kill.- Agregó feliz Alluka después de probar la tarta. –Papi, Alluka quiede sali co Kil.- Dijo, girando a mirar nuevamente a Gon. Ella también quería ir a divertirse con Killua, solo había que convencer a su papi. -¿Poemos id?- Preguntó con los ojitos iluminados de ilusión mientras Killua también subía su mirada hacia el mayor. La declaración y todo estaba saliendo mejor de lo que él esperaba y estaba seguro que con la ayuda de la niña pronto tendría una respuesta afirmativa, por eso, sonrió tocando la cabeza de Alluka la cual giró a mirarlo y se abrazó a su cuello antes de mirar nuevamente a su papi. 

Illumi, por su lado, no daba crédito a lo que veía. No podía escuchar nada pero perfectamente podía ver las expresiones en el rostro de Killua, la forma dulce como trataba a la enana esa, como miraba nuevamente al dueño del café que probablemente estaba derretido por la sonrisa en su rostro. Frunció el entrecejo molesto, no podía creer lo que estaba viendo, no podía permitir lo que estaba viendo, de hecho estaba a punto de levantarse y de impedir todo eso, iba a levantarse cuando la voz de Hisoka atrajo su atención. 

-¿No te gustó la tarta?- La pregunta algo preocupada de Hisoka lo regresó a la realidad.

-No, ¿por qué me preguntas eso?- Dijo, regresando sus ojos hacia su novio y hacia la tarta, intentando no verse muy molesto. 

-Por la cara de disgusto en tu rostro.- Dijo Hisoka, llevando una de sus manos hacia las mejillas de Illumi. –Con tu expresión es como si estuvieras viendo a tu novio engañándote con otro.– Agregó divertido. Esas palabras regresaron a Illumi un poco a su actual realidad. Killua no era nada suyo ahora, de hecho Killua era libre de hacer lo que quisiera y eso era exactamente lo que estaba haciendo. Al notar eso y el propio dolor y enfado que sentía comenzó a pensar que tal vez no había sido buena idea terminar su relación con Killua... Si estaba sintiendo todo eso entonces tal vez si había sido un error dejarlo.

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoМесто, где живут истории. Откройте их для себя