[KilluGon/GonKillu] Amor Engañoso

Cita en el cine

POV Killua

El martes no fue muy distinto a todos los días, aunque algo había cambiado, Killua había dormido mucho mejor, aunque, por supuesto, no sabía la razón, pero la ameritaba a ya no tener todo el estrés acumulado, su plan iba perfecto y las cosas con Illumi estaban tomando el rumbo que él quería. Por eso, se levantó muy animado, se dio una ducha rápida y se preparó para ir a la Universidad, aunque en esta oportunidad tomó su desayuno en compañía de Kalluto, que no paraba de preguntar lo mismo desde hacía unos días atrás, aunque ahora agregó además que estaría de maestra en un aula del preescolar, algo que hasta ese momento no había hecho y la tenía totalmente animada. 

Killua, por supuesto, solo la escuchó con atención y después de terminar el desayuno, que para variar otra vez no fue del gusto de Killua, ambos se fueron en sus diferentes direcciones; Killua con tranquilidad a la universidad y Kalluto con su enorme sonrisa y su hiperactiva personalidad al preescolar.

Esa mañana, por supuesto, fue también normal, las clases de Killua se desarrollaron rutinariamente, como estaba acostumbrado, acompañado del callado y serio Feitan, quien de vez en cuando lo miraba, pero no decía nada de lo que habían hablado el día anterior, seguramente porque sabía que no sacaba nada con intentar convencerlo, además, sabía que se daría de frente con la realidad pronto y él quería estar allí de testigo, además de, por supuesto, para decir el merecido "te lo dije".

Killua por su parte prefirió concentrar su atención completamente en las clases, ignorando incluso pensar en Illumi o Gon, porque él jamás mezclaba las cosas, y en la universidad prefería enfocarse en lo que era importante en ese momento, y eso era su carrera, ya tendría tiempo de ver lo otro; con Gon hablaría en la tarde y esa mañana al levantarse tenía una leve idea de que había accedido a hacer algo pero no recordaba qué porque estaba prácticamente dormido al hablar con él. Y con Illumi... Ese sería un asunto que prefería dilatar un poco más, sobre todo porque en ese momento estaba bastante molesto con el mayor por inmiscuirse y tratar de decidir por él.

El caso es que su mañana se fue muy rápido y pronto llegó la hora del almuerzo, que, como siempre, compartió con Feitan en total silencio o hablando de las clases y los futuros exámenes que tendrían la próxima semana, y luego de un almuerzo normal regresaron a las clases que se daban en la tarde, en las que seguía solo concentrándose en los asuntos a tratar en ellas y olvidando, aunque fuera momentáneamente, los problemas sentimentales que lo molestaban. Por supuesto no había cambios en su estado de ánimo, él jamás mostraba algún reflejo de ello porque prefería que los demás no se inmiscuyeran en su vida, incluyendo familia y amigos. 

Además, sabía que Feitan no se metería, Milluki tenía muchos problemas ya con el tal Leorio a quien seguía jugando a no acosar, pero con quien había tenido un conflicto que le había relatado a Killua, por haber insultado a Gon, cosa que había causado que Leorio lo ignorara y ahora estuviera molesto con él, lo que le había causado gracia a Killua y le aliviaba, porque el mayor ahora estaría metido en tratar de arreglar eso y no en meterse en su vida. Con respecto a Kalluto, probablemente de ese día en adelante ya no lo molestaría, puesto que tendría mucho más en que pensar al ser profesora del preescolar, algo que llevaba esperando mucho tiempo. 

Al terminar sus clases, y como ya era normal desde hacía un mes y algo más, Killua se dirigió al café, por supuesto ahora ya concentrado en lo que haría y pendiente de que algo se le había olvidado que tenía que ver con la llamada de la noche y con Gon. Por supuesto, mientras manejaba hacia el lugar recordó una cosa... El beso... Terminó incomodándose invariablemente porque probablemente muchas de las personas que los habían visto el día anterior estarían allí, y sinceramente, ser observado por esa razón era para incomodar a cualquiera, mucho más a alguien tan serio y reservado como él. En cuanto llegó al lugar y estacionó, caminó lentamente hacia la entrada del local, por lo menos ese día se quedaría poco tiempo, ya que empezaban los litigios por el caso que estaba viendo y tenía que ir un poco más temprano al despacho. Pensando en ello abrió la puerta del café, buscando inconscientemente a Gon en el mesón del lugar, donde obviamente estaba y ya le sonreía embobado y con los ojos iluminados.

Iba caminando hacia el mesón pendiente de Gon para saludarlo, cuando sintió un peso encima de su persona, un peso que atrapó reflejamente con sus brazos y que después notó se trataba de la pequeña Alluka que se había lanzado prácticamente a sus brazos con una linda y adorable sonrisa. Sin pensarlo siquiera la tomó en brazos y se acercó al mesón para saludar a Gon y de paso pedir su orden. 

Como siempre, el café tenía muchísimas personas y la conversación entre ellos no pudo ser muy larga, de hecho solo fue hablar un poco, tomar su café y la tarta en compañía de Alluka y luego marcharse al despacho; aunque su visita fue lo suficiente larga para que Killua captara que había accedido a tener una cita con Gon en la llamada telefónica de la noche anterior. Por supuesto fingió que lo sabía para no verse como un tonto, además ¿qué podía decir? "Me dormí mientras hablábamos y no sabía lo que decía." Eso no se oía muy bien...

El caso es que pensando en el asunto de la cita revisó mentalmente su semana, recordando que el viernes lo tenía libre del despacho, por supuesto debían hacer algo donde pudieran llevar a Alluka, ya que en la mente de Killua seguía el asunto de evitar al máximo posible el contacto físico con Gon. Con eso en mente se le ocurrió invitarlos al cine, la película no la decidieron, obviamente lo verían allá, pero eso era algo útil y mientras no fuera una de esas películas románticas que a Illumi le gustaban. Killua estaba satisfecho, antes de marcharse quedaron en que Killua los recogería en el apartamento luego de sus clases, para darles tiempo de almorzar y arreglarse tanto a Gon como a Alluka, pues Killua tendría que pasar desde la universidad por ellos y no tendría tiempo... Aunque no era como si necesitara arreglarse para verse bien... Antes de marcharse Killua se despidió de ambos, no pudiendo evitar el suave beso que el mayor le dio en los labios y accediendo a que el mayor lo llamara nuevamente en la noche. 

El resto del día de Killua estuvo ocupado, muy ocupado en el despacho, preparándose para la presentación del caso, algo que duró varias horas. Después de eso Killua regresó a su casa donde cenó levemente y se fue a la cama, no sin antes darse una ducha relajante. Estaba acostándose cuando recibió la llamada de Gon; estuvieron hablando por algunos minutos sobre lo del viernes, aunque ya antes de terminar nuevamente Killua ya parecía más dormido que despierto y con una paz que era muy poco común en él. 

Los siguientes dos días no fueron muy diferentes de ese para Killua, salvo que recibió varias llamadas de Illumi, las que contestaba de forma cordial pero cortaba rápidamente, pues aún seguía con cero deseos de verlo y muchas ganas de vengarse de lo ocurrido con Gon, aunque ahora era capaz de ver el beneficio de lo ocurrido, sobre todo porque desde ese día Illumi no dejaba de enviarle mensajes y pedirle que se reunieran, realmente debía estar desesperado por retenerlo y eso le hacía sentir muy triunfante. En esos días también se enteró por Chrollo que su querido hermano estaba algo irritado por la conducta molesta de Leorio y que empezaba a dejar de ignorarlo, parecía no poder aguantar más sin acosar al chico. Además, parecía ser que su hermana tenía una vida perfecta porque, durante esos días se veía más radiante que nunca, sobre todo más exaltada e hiperactiva que nunca, relatándole lo maravillosa que era su vida en el preescolar, que incluso uno de los padres del preescolar le había regalado una tarta cuando había ido por su hija o algo así, pues hablaba tan rápido y tan emocionada que Killua casi no entendía. 

Tanto el miércoles como el jueves estuvo tan ocupado en el despacho que solo pasaba al café por un par de minutos y después se marchaba rápidamente para poder llegar a las reuniones con los abogados y su padre para dar los avances en el caso. El jueves en la noche, eso sí, tuvo algo diferente, pues se enteró que Gon le había pedido ya a su amigo psicólogo que viera a Alluka y había accedido a explicarle a la pequeña aquello que era tan difícil de explicar, y más luego de la decisión tan drástica que había hecho Alluka sobre el asunto, y eso fue un verdadero alivio para Killua, que ni notó que hasta suspiró aliviado luego de escucharlo de Gon. Él no quería que esa enana adorable terminara traumada o resultara lesbiana solo por una acción suya. No es que le pareciera malo, lo que sí no encontraba bien es que la enana lo viera como la única posibilidad solo porque su papi y él eran gays. Al finalizar la llamada quedaron en que Killua los recogería para la cita en la tarde, tal como tenía planeado el menor hacer. Luego se despidieron y Killua volvió a dormir tranquilamente esa noche.

Al día siguiente en la mañana, Killua tenía una sensación extraña de ansiedad, pero que le duró muy poco, y que atribuyó al hecho de que ese día tenía la presentación oral de un caso, algo que le daría una nota muy importante, por lo cual tenía que ir vestido relativamente formal, pero no era mucho problema ya que siempre lo era por el hecho de trabajar en el despacho de su padre después. Ese día, por supuesto, desayunó ligero ya que no tenía mucha hambre y se fue rápidamente a la universidad, donde, luego de dos clases tuvo que dar el examen oral, con una presentación que fue realmente perfecta, tanto, que incluso los maestros estaban sorprendidos de su capacidad. Durante el almuerzo comió relativamente poco y no contestó ninguna de las llamadas que le hicieron ni Milluki, ni Illumi, ni Kalluto ya que no quería interrupciones ni voces fastidiosas interrogándolo o preguntándole tonterías. 

Feitan por supuesto había estado toda esa semana mirándolo suspicazmente, algo raro era obvio que le pasaba, lo había visto tomar el teléfono varias veces por llamadas de Illumi, Milluki y Kalluto, sin embargo, las había rechazado e ignorado todas, y eso sí era peculiar, pues jamás dejaba de responderlas y menos si eran del manipulador infiel. Además, esos últimos días se notaba mucho más animado y atento a las cosas, algo que no era notado por la mayoría pero que él, por ser su mejor amigo, sí notaba, definitivamente algo raro le estaba pasando a Killua y si no estaba mal en pensarlo, el joven aún no lo notaba y mucho menos la razón de ello, que para Feitan era claramente relacionada con esa relación que el menor había iniciado con el camarero llamado Gon para recuperar a Illumi... Lo quería recuperar y no le respondía las llamadas... Irónico, ¿no? El caso es que ese día viernes también había notado que su amigo se notaba extrañamente nervioso, algo que al principio ameritó al oral, pero que después se dio cuenta que no tenía que ver con ello, sobre todo porque en la clase de la tarde su pierna derecha no dejaba de golpear el suelo, irritándole los nervios.

Obviamente no fue sorpresa verlo salir disparado hacia ese café como todos los días, aunque Feitan intuía que era por algo más, y con esa idea en mente lo vio alejarse en su vehículo en dirección hacia el café. Aunque Killua siguió el camino de largo, pues esta vez iba hacia el apartamento de Gon y Alluka, donde ambos lo esperaban para la cita. A los cuantos minutos llegó frente al apartamento y bajó del coche con tranquilidad, mirando hacia la ventana que era de ambos.

Subió las escaleras con calma y ya frente al apartamento suspiró, tratando de relajarse antes de tocar la puerta para que le abrieran. Mientras respiraba hondo sintió un gritito infantil, no fue sorpresa para él escuchar todos esos ruiditos felices de la adorable Alluka, que obviamente estaba muy emocionada por la cita, haciendolo reír sin darse cuenta. 

-¡Kill vene, cita, cine!– Era lo que escuchaba Killua, incluso con la puerta cerrada. No podía escuchar la voz de Gon, pero probablemente estaría diciéndole que sí, que irían al cine, con una sonrisa embobada y los ojos brillantes.

Entonces tocó a la puerta. En cuanto esta se abrió pudo ver la sonrisa de la pequeña y la de Gon frente a él. –¿Ya están listos?- Preguntó con algo de frío, pues ese día estaba algo helado. Entonces los vio salir y sintió los tibios y suaves labios del mayor sobre los suyos. Fue algo así como una caricia cálida sobre su frío rostro que para nada hubiera preferido mantener unos segundos más, pero un pequeño jalón en su mano hizo que girara el rostro.

La voz del mayor y la sonrisa de Alluka fue suficiente. En realidad la pequeña estaba muy entusiasmada. –Solo le falta volar para demostrarlo.– Dijo con una sonrisa un poco burlona sin poder evitar su comentario algo sarcástico. Bueno, ya había dicho que no sería más como antes y a Gon no parecía importarle, así que podía ser el de siempre, algo que realmente agradecía porque no creía posible seguir fingiendo ser una persona cariñosa y amable. 

-¡¡¡Amos ine kiiill!!! ¡¡¡Papi!!! Dapido.- Decía la pequeña sonriendo y jalándolos, por lo que ambos terminaron siendo llevados por ella hacia la escalera, cosa que hacía sonreír a Gon y a él le causaba gracia suficiente para una media sonrisa y alzar una ceja, totalmente pendiente de la enana hiperactiva que lo tomaba de la mano.

Al llegar a ellas vio a Gon tomar a Alluka en brazos y extender su mano hacia él con esa sonrisa que ya consideraba adorable, eso no podía evitar admitir que le incomodaba un poco pero ya no tanto como la vez anterior, así que sin dudarlo mucho tomó su mano. –Sí, vayámonos ya.– Agregó, sujetando con fuerza la mano de Gon para bajar, mientras el mayor hablaba sobre la película. Cuando dijo eso de "algo que Alluka pueda ver", eso lo tranquilizó. Gon por lo menos no lo llevaría a ver una película romántica, eso aburriría a Alluka.

-Lo que elijas está bien para mí.- Agregó cuando ya llegaban abajo y caminaban hacia el coche de Killua, que sacó sus llaves para quitar la alarma y abrir la puerta trasera, para que Gon metiera a Alluka.