Decidido

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POV Milluki

Milluki estaba en su oficina cuando empezó a escuchar voces... Bueno, no muchas, sino una que se le hacía extremadamente familiar diciendo su nombre a lo lejos. –Que raro, creo que me ha alcanzado la paranoia y ahora escucho a los ángeles alabarme...- Murmuró burlón sin dejar su trabajo mientras miraba unas fotografías que estaba revelando en el cuarto oscuro de su tienda...

Había tenido una mañana muy productiva yendo a casa de sus hermanos, donde encontró a ambos con expresiones bastante graciosas, sobre todo a Killua... Sí que era divertido ir a despertarlo ahora... Siempre le salía con alguna sorpresa...

FLASH BACK

7:30 am... Residencia Zoldyck, y el gran y estupendamente perfecto Milluki Zoldyck camina por el pasillo del piso superior seguido de una de las sirvientas que intenta por enésima vez impedir que despierte a Killua, que aún se encuentra dormido.

-Joven, por favor... Usted sabe cómo se pone el joven.– Dijo ella asustada, pero Milluki no le hizo caso y siguió su camino relajadamente, de hecho fue mejor, porque puso una sonrisa burlona sin parar sus pasos, así fue que se detuvo frente a la puerta de Killua con intenciones de abrirla, pero para suerte de la sirvienta quien apareció fue Kalluto, sonriendo como si el sol tuviera brazos y le hubiera dado un beso para despertarla, colocándola totalmente feliz.

-Buenos días hermano magnífico y hermoso.~- Dijo la menor, lanzándose contra Milluki para abrazarlo, haciendo que el mayor la recibiera y sonriera totalmente arrogante, mientras Kalluto actuaba como una niña pequeña.

-¡¡¡Así es como todo el mundo debería recibirme en esta casa!!!– Agregó, gritando específicamente contra la puerta de Killua, la que pateó varias veces, asustando a la joven sirvienta y haciendo reír a Kalluto, que la miró y, mientras sonreía, le hizo señas con la mano para que se marchara; así la joven hizo una venia y salió huyendo antes de que a Milluki se le ocurriera tomarla contra ella.

-¿A qué viniste hoy, hermano?- Preguntó rápidamente Kalluto sin apartarse del mayor, que le desordenó el cabello con una mano.

-Vine a saludarlos. Son unos malagradecidos que, si no vengo, no se toman el tiempo de llamarme.– Añadió Milluki, haciendo que Kalluto sacara la lengua de manera infantil para que después lo abrazara más.

-Lo siento, Milluki. Perdona a tus hermanos, pero Killua y yo hemos estado muy muy ocupados.– Añadió, sonriendo y haciéndose la inocente.

Milluki rodó los ojos y luego le apretó los cachetes con fuerza. –Tú eres una cosita adorable, me recuerdas a una enana que conozco y que también parece ganarse mi afecto de forma natural.– Añadió, haciendo que Kalluto parpadeara varias veces.

-Ahhh, hermano se refiere a Alluka, ¿no?- Preguntó Kalluto, pues según sabía Milluki visitaba mucho el café de Gon por el camarero alto que trabajaba allí; ya lo había visto chismosearle a Chrollo sobre el asunto... Y si no estaba mal, estaba segura de que hablaba de Alluka al decir todo aquello.

-¿Cómo? ¿Tú conoces a la enana esa?- Agregó Milluki curioso, haciendo asentir a Kalluto.

-Claro hermano... Alluka es la...- Iba a decir "hija política de Killua" pero recordó que Milluki NO, absolutamente NO debía saber sobre la relación de Killua y Gon, por lo que dijo. –Es la hija del dueño del café al que vas.– Añadió, haciéndose la inocente.

-¿Ya te había contado sobre ella?- Preguntó Milluki, alzando una ceja, curioso. Kalluto asintió, si Milluki no sabía si había hablado del tema o no mejor para ella.

-Sí, me contaste, pero lo sé más porque Alluka es alumna del preescolar donde trabajo, hermano. Y yo he ido muchas veces a ese café y su padre siempre me regala tartas cuando voy.– Añadió, ruborizándose un poquito con el solo hecho de pensar en todos esos deliciosos postres.

-Ah sí, ¿eh? Mira que suertuda eres. Seguro que te regala eso porque te pareces a su enana.– Añadió Milluki, haciendo sonreír más a Kalluto a pesar de tenerle las mejillas aplastadas con ambas manos. –Hablando de otra cosa... ¿El insolente y desarmado de Killua está dormido todavía?- Kalluto se encogió de hombros pues no tenía idea ya que ella acababa de levantarse. –¿Por qué no vas abajo a pedir el desayuno para todos mientas yo saco de la cama al adicto ese?- Añadió Milluki, haciendo que Kalluto asintiera y se fuera corriendo, dejando al mayor con una sonrisa malvada y traviesa frente a la puerta de Killua.

Al segundo después abrió la puerta sin reparo y la cerró, notando a Killua dormido sobre la cama y aún con la ropa del día anterior... Ropa muy extraña y diferente a la que usaba normalmente el menor.

-Vaya, vaya...- Dijo en un murmullo burlón, llegando a su lado y viéndolo revolverse sobre la cama de manera algo infantil. Entonces Milluki se sentó a su lado en la cama y empezó a acercarse para ver si lo que presentía eran ideas suyas o no.

Al instante el mayor sintió un perfume que no era el que usaba Killua precisamente, razón por la que alzó una ceja y, curioso, se acercó un poco más, notando ciertas marcas en el cuello del menor, algo que hizo que abriera sus ojos sorprendido.

-Esto sí que no me lo esperaba... Así que no eras un frígido apático sino todo un fogoso.– Añadió burlón, acercándose y moviéndole el cabello al menor en la parte del cuello para notar si tenía marcas por otras partes, cosa que pudo confirmar, incluso le movió un poco el cuello de la camiseta mientras éste seguía dormido casi en coma sobre la cama.

La sorpresa obviamente fue enorme pues cada que avanzaba venía más y más señales de que el menor había tenido una noche bastante loca, y eso en la cabeza de Milluki le llevó a desviar su inspección a la parte baja de la camiseta, la que levantó lentamente notando que no solo habían marcas de besos sino algunos rasguños.

-Este sí que tiene un vida salvaje...- Añadió divertido sin dejar de subirle la camiseta a un desconectado Killua. –En realidad es denigrante que este enano me supere y tenga estas diversiones... Ese camarero me las va a pagar.– Agregó en un murmullo molesto, aunque eso desapareció momentáneamente de su cabeza cuando escuchó que Killua murmuraba cosas entre dormido cada vez que él metía su mano por debajo de la camiseta o se la movía aunque no lo tocara.

-Mmm... Gon... Gon, no...- Dijo Killua, sorprendiendo a Milluki, que se acercó a él un poco más para ver si había escuchado bien. –Mmm... Gon, que hermoso...– Susurraba el menor dejando a Milluki totalmente sorprendido.

-¿Gon...? ¿Quién rayos?- Preguntó en un murmullo en el momento que Killua se llevaba una mano hacia cierta parte de su cuerpo, haciendo al mayor abrir los ojos al máximo y levantarse de golpe de la cama. –¡¡¡Yah!!! ¡¡Degenerado, despierta y saca tu caliente trasero de la cama!!– Le gritó, casi matando a Killua del susto, tanto que se cayó de la cama.

-¿Qué demonios?- Dijo el menor ya en el suelo y recién despertando de su "cálido" sueño con Gon para encontrarse con la cara de Milluki, que lo miraba indignado.

-Levanta tu trasero, que tienes clases.– Añadió Milluki, saliendo de la habitación molesto y dejando a Killua algo desorientado en medio del suelo, mientras mascullaba maldiciones hacia el pasillo, cerrando la puerta de un golpe seco.

FIN FLASH BACK

-No hay duda de que la vida es injusta.– Murmuró recordando aquello. Increíble que alguien tan simplón y poco encantador como Killua, que solo tenía ojos para los manipuladores degenerados y los videojuegos, estuviera teniendo relaciones sexuales con alguien... Un tal Gon. –Por lo menos el idiota ese ya no tiene sueños con el manipulador... Aunque será interesante saber quién rayos es ese Gon.– Murmuró. En realidad ya había escuchado ese nombre antes, cuando tuvieron la cena Leorio y él hace un tiempo en un restaurante chino, pero obviamente Milluki, quien no le interesaba ninguno de los otros camareros de aquel café, no había prestado atención al nombre del jefe de su amado camarero y lo había olvidado. Al poco tiempo volvió a escuchar su nombre desde fuera del salón oscuro; por suerte las fotografías estaban casi listas así que no había problema de abrir la puerta.

Lo que Milluki vio fuera lo sorprendió notoriamente. –Esto sí que no me lo esperaba.– Se dijo a sí mismo en un murmullo al ver a Leorio allí, recordando que por culpa de Killua se sentía indignado con el camarero que estaba ahora frente a él... Inesperadamente en su tienda.

-Esta parte de la tienda está cerrada para los clientes y solo entra personal autorizado... Puede pedirle a algunas de mis asistentes que lo atiendan; ellas saben hacer perfectamente su trabajo, estoy seguro que encontraran algo que le quede bien.– Dijo Milluki con indiferencia, alzando una ceja y apoyándose contra la pared, admirando el trasero de Leorio que en ese momento le daba la espalda.

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora