La mañana antes de la cita

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POV Killua

Después de que se fuera al despacho no pudo concentrarse como esperaba; su plan había resultado, pero ahora tenía un dilema, ¿cuándo llamaría Gon? Fue tanto su interés que tenía el teléfono sobre su escritorio y él jamás hacía eso, algo que Feitan al llegar notó, sobre todo porque Killua no dejaba de mirar el aparato cada cierto tiempo. 

-¿Qué tienes con el teléfono?- Preguntó algo curioso al entrar por quinta vez a la oficina que usaba Killua y verlo mirar el objeto con interés. Killua subió su mirada y luego de mirarlo sin interés, agregó. 

-Nada, solo reviso mis mensajes.- Añadió, intentando eludir la pregunta y la mirada de Feitan. El joven sabía que no le diría nada por eso prefirió no insistir. 

-Algo te traes pero no preguntaré más, no me meteré en asuntos ajenos.- Añadió sentándose y extendiendo una carpeta. –Ese es el caso que tu padre quiere que revisemos.– Agregó, mientras Killua tomaba la carpeta no sin antes dejar el teléfono sobre la mesa nuevamente.

-No es algo que sea tan importante.– Dijo Killua. De cierta forma no le gustaba pelear con Feitan. –Así que relájate y deja ya de molestarte conmigo. Toma, te traje una tarta.- Añadió, sacando un trozo de tarta que había comprado en el camino, no en la cafetería de Gon para que Feitan no empezara a sacar conjeturas, pero sí en un lugar cercano al despacho, logrando que el joven le mirara, esa era la forma sutil y silenciosa de Killua de pedir disculpas. Feitan tomó lo que le ofrecía y sonrió levemente sin decir ninguna palabra, aceptando su ofrenda de paz. 

Estuvieron conversando del caso que tenían entre manos varias horas, era un caso de divorcio relativamente fácil, probablemente algo que el padre de Killua les daba para entrenar sus habilidades antes de que salieran de la carrera. -¿Mañana vendrás a casa? Mi madre preguntó por ti.– Dijo Feitan sin mucho interés. Killua, que seguía metido en los papeles, respondió parcamente.

-Lo siento, no puedo... Tengo un compromiso importante.- Feitan le miró alzando la ceja, aunque eso no era poco común pues la importancia del padre del joven al ser juez de la corte suprema siempre tenía que asistir a cenas y eventos importantes, aunque lo que era raro es que no quisiera escaparse. 

-Parece que al fin te decidiste a no eludir los compromisos familiares.- Le respondió Feitan, logrando que Killua alzara la mirada. 

-Sí, ya no puedo escapar de esas cosas.– Mintió, volviendo sus ojos a los papeles. Era mejor que creyera eso a que se inmiscuyera y se molestara otra vez.

El tiempo restante lo pasó tranquilamente para luego regresar a casa, fue tanto así que no notó cuando el día ya se había acabado y la noche estaba frente a sus ojos, de hecho ya estaba en su habitación sin darse cuenta realmente.

Por supuesto lo primero que hizo al llegar a ella fue tomar una toalla y dirigirse al baño donde se dio una ducha refrescante para aliviar la tensión de su cuerpo después de todo lo hecho ese día. En realidad necesitaba relajarse y qué mejor que una larga ducha que aliviara todo el estrés acumulado de ese día... El sentir el agua tibia recorrer todo su cuerpo siempre lo aliviaba, no importando lo que tuviera en la cabeza, aunque, por supuesto, estuvo siempre pendiente del sonido del teléfono que aún no daba señales de vida y al final estaba empezando a desesperarse. ¿Por qué rayos no lo llamaba aún? En realidad no lo entendía, si fuera él ya se habría llamado diez veces, ¿sería que habría cambiado de opinión?

Salió de la ducha con la duda en la cabeza y se secó y colocó su pijama tranquilamente sin, dejar de mirar el objeto sobre su cama. -No creo que sea eso... Tal vez perdió la tarjeta.- Estaba pensando en ello cuando el teléfono sonó. Sin pensar lo llevó cerca de su oído solo que lo que escuchó no fue precisamente lo que esperaba. 

-¿Killua?- Era la voz de Illumi. Sin poder evitarlo lo anterior se borró de su mente y una sonrisa arrogante y socarrona se adueño de él. 

-Ah, eres tú. Hola Illumi, ¿necesitas algo?- Preguntó Killua, fingiendo desinterés mientras se sentaba en la cama y miraba relajado su habitación, con su otra mano sostenía una toalla para secar su cabello aún húmedo después de la ducha.

-Sí... Yo... Disculpa la hora... ¿Ibas a dormir? O tal vez... ¿Jugar videojuegos?- Preguntó con algo que Killua pudo suponer era una sonrisa de nostalgia, pues parecía estar asumiendo que él seguía haciendo sus rutinas como cuando estaban juntos, eso lo molestó. 

-No, Illumi... Ya no hago esas cosas. Últimamente no tengo tiempo para esas niñerías... De hecho... Esperaba una llamada.- Respondió con calma, dejándose caer hacia atrás.

-Ah... ¿De tu novio?- Preguntó inmediatamente Illumi algo dudoso por lo que pudo notar Killua, haciéndolo sonreír.

-Sí, suele llamarme a esta hora.- Añadió mintiendo para picar más a Illumi. –¿Llamabas para algo importante?- Preguntó para evitar comentarios que no deseaba oír aún.

-Sí, yo... Pues...- Lo sintió dudar, probablemente incómodo y triste, lo conocía bien así que sabía qué había en la cabeza del mayor en ese momento. –Dijiste que si quería pasar tiempo contigo pues te avisara y te invitara antes para que pudieras preguntarle a tu novio, entonces, por eso te llamo ahora.– Añadió, provocando una sonrisa arrogante en Killua; su plan estaba resultando tan rápido que era increíble. Escuchó lo que siguió diciendo Illumi. -Tengo unas entradas para una película que acaba de estrenarse y es del género que te gusta, ya sabes, drama históric. Es mañana por la tarde, ¿te parece ir a verla juntos?- Agregó. Se notaba nervioso. Sintió una gran satisfacción antes de decir lo que diría. 

-Oh... Lo siento, Illumi, ya tengo planes.- Dijo Killua mirando hacia el techo. 

-¿Tienes planes?- Repitió Illumi algo incrédulo. Killua jamás se negaba a una cita con él y menos con un panorama con ese. 

-Sí, saldré con mi novio y su hija... Lo lamento, Illumi.- Añadió con una sonrisa totalmente burlona.

-¿Irán a una cita los tres juntos?- Preguntó en un murmullo curioso, haciéndose el inocente y tratando de obtener información.

-Alluka es importante para Gon, además, me agrada. Es una niña inteligente, no iríamos sin ella, eso heriría los sentimientos de ambos y dejaría preocupado a Gon.– Dijo con calma. No es que le interesara pero lo había pensado en algún punto de todo eso sin darse cuenta, por supuesto.

-No... No me dijiste que tu novio tuviera una hija.- Añadió en un tono algo más bajo. Se notaba que se sentía inseguro después de sus palabras que mostraban real preocupación e interés por los sentimientos de la otra persona.

-Sí, bueno... No pensé que tuviera que contarte esas cosas, son privadas, Illumi.- Añadió fingiendo seriedad aunque en su interior estaba divertido.

-Entiendo... Sí, ya no somos tan cercanos como para eso.– Agregó Illumi entre molesto y triste. 

-Sí, bueno, así es la vida, uno toma sus decisiones y debe respetar las de los demás, ¿no, Illumi?- Añadió, usando palabras que sabía en ese momento herirían a Illumi. –Si no te importa te dejo, ahora espero la llamada de Gon y se preocupará si ve que el teléfono está ocupado. Nos vemos otro día... Que duermas bien, Illumi.– Agregó y sin esperar a que Illumi se despidiera le colgó, dejándolo totalmente impactado. Una vez con la llamada cortada se sintió realmente bien por lo que dejó el teléfono junto a su cabeza y cerró los ojos, eso se había sentido mitad bien mitad mal; pero no podía concentrarse en ser débil, tenía que seguir con su idea o sería inútil. 

Estaba en ese estado meditabundo cuando sintió el teléfono a su lado volver a sonar y de paso vibrar, pensando que era nuevamente Illumi para decirle alguna cosa que lo hiciera cambiar de opinión sobre su cita. Tomó el aparato sin fijarse que en la pantalla decía "número desconocido" –Aló.– Dijo tranquilo, pero lo que escuchó del otro lado lo dejó algo estático, no precisamente por las palabras sino por la voz, el tono...

"Killua, soy Gon." Era extraño, había escuchado a Gon hablar e incluso cantar en la cafetería y a pesar de que no sentía nada por él, admitía que lo había impresionado en esas oportunidades, el hecho era que escucharlo hablar por teléfono era algo que realmente lo había dejado sin palabras, su voz a través del aparato sonaba tan... ¿Cómo decirlo? Hechizante, paralizante. Realmente tenía una voz que cautivaba y probablemente él mismo no se había dado cuenta; fue tanto que tuvo que mover la cabeza hacia ambos lados para despertar antes de escucharlo volver a hablar. "Perdón por llamar tan tarde, no encontré otro momento." Sí, bueno, eso había sido algo... ¿Molesto? ¿No se suponía que estaba muerto por él? –"Si estás muerto por alguien entonces te buscas un hueco."- Pensó mirando hacía el techo, algo molesto.

-Está bien, no hay problema, yo también he estado ocupado.- Dijo intentando sonar comprensivo y agradable, sin embargo el dueño de la cafetería continuó su explicación...

"Acabo de volver del trabajo y Alluka ya duerme." Eso hizo que suspirara. Sí, bueno, había olvidado por unos instantes que el dueño de la cafetería tenía una hija; así que podía hacer una excepción, después de todo la enana le agradaba. Suspiró resignado y volvió
a hablar. 

–No te preocupes, lo entiendo. Imagino que deben estar agotados.– Estaba usando su voz más tranquila y eso era ya algo que realmente le parecía inusual pero, ¿qué podía hacer? La idea era que continuaran con esto. -Por cierto sobre la cita de mañana...- Iba a preguntar dónde se encontrarían, pero le sorprendió lo que dijo Gon, interrumpiéndolo. 

"Espera, te doy la dirección de mi apartamento." Al escuchar eso Killua parpadeó y miró el teléfono pensando que había escuchado mal... ¿La dirección de su apartamento? ¿Acaso quería que fuera a por ellos?

-Eh, sí, claro, déjame buscar dónde apuntarla.- Fue lo único que se le ocurrió mientras buscaba papel y lápiz. Mientras tanto Gon volvía a hablarle.

"¿Qué te parece a las 12? No quiero despertar a Alluka demasiado temprano y creo que a ti también te vendría dormir un poco." Eso dicho en un tono que le pareció preocupado fue extraño y levemente incómodo, en realidad todo lo que venía de esa voz tan extrañamente hermosa lo hizo sentir... Incómodo. El caso es que ahora estaba frente a su escritorio esperando a escribir.

-Sí, por mí no hay problema. Dime la dirección, ya tengo donde apuntarla.- Agregó ya con un lápiz y papel en sus manos.

Mientras escribía, lo escuchó volver a hablar. "Entonces a las 12 mañana en mi apartamento. No te preocupes por el almuerzo." Eso hizo que mirara nuevamente el aparato alejándolo un poco de su oído con algo de sorpresa, más que nada por su propia actitud. No había pensado ni por un momento en nada, ni siquiera en el almuerzo, solo se había preocupado en que la cita ya estaba fijada. En realidad era extraño, habían pasado muchas horas desde que había dejado la cafetería y no había planeado nada; eso le pareció un poco curioso, pues él no se dejaba nunca ni un detalle... Luego de unos instantes negó, estaba pensando demasiado, eso realmente no era importante, además, tenía una respuesta obvia, no le interesaba esa cita, además, para qué preocuparse por la cena si habían miles de restaurantes cerca del parque. Tenía la intención de decirle que tal vez deberían ir a algún lugar para que no gastara tiempo haciendo la comida cuando escuchó un ruido raro del otro lado y repentinamente la llamada se cortó. 

-¿Qué rayos?- Murmuró, mirando el teléfono. Negó un par de veces esperando que volviera a sonar, pero nada. Eso hizo que lo mirara algo extrañado, frunciendo el ceño. ¿Por qué rayos le había cortado tan de repente y no llamaba de nuevo?

Se quedó unos minutos mirando el teléfono y nada pasó, así que lo dejó sobre la mesa, junto a su cama, sin dejar de observarlo con cierta molestia. Por su cabeza no cabía el hecho de que si se suponía que lo quería, colgarle de esa manera tan abrupta sin volver a llamar era algo realmente extraño y denotaba falta de interés. Por supuesto jamás pensó en la idea de regresar la llamada y menos en ese momento de leve indignación... No tenía por qué hacerlo.

El caso es que se dejó caer algo irritado sobre la cama sin apartar los ojos del aparato. -Tampoco es que fuera tan importante para mí que la conversación siga, no necesito hablar con él, y mucho menos que se despida, esto es solo una mentira.– Murmuraba para sí mismo. Además, siendo objetivos, lo vería al día siguiente, tampoco había razón para estar pensando en lo que había pasado. 

Cerró los ojos intentando dormirse pero extrañamente no pudo y volvió los ojos al aparato, algo molesto, recordando nuevamente algo que había olvidado si se refería a Gon... ¿Y si le ocurrió algo a Alluka? Negó nuevamente hacía los lados, estaba actuando como un idiota, eso ni siquiera era su problema... Luego de un segundo supuso que era más que nada preocupación por que se cancelara la cita y eso arruinara sus planes.

–Que estupidez, seguro que no ocurrió nada.– Mientras pensaba en eso cerró los ojos. Fue entonces cuando su teléfono sonó, informando que había recibido un mensaje. Lo cogió y miró para ver qué sería. "Siento haber colgado, la alarma me asustó. Es tarde, deberíamos dormir. Que tengas buena noche Killua." Luego de leer eso terminó suspirando. –Bueno, en realidad no fue nada.– Sin darse cuenta suspiró con algo de alivio y luego de dejar el aparato sobre la mesa nuevamente, apagó la luz que aún estaba encendida y cerró los ojos para irse a dormir; mañana sería un día bastante largo y lo mejor era que recargara energía para soportarlo.

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoWhere stories live. Discover now