Hambriento

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POV Killua

Está bien... Admitía que la situación se le había escapado "un poquito" de su control con lo de Kalluto... Pero al final había logrado contenerla y parecía ser que la situación no había salido tan mal como presagiaba su mente, de hecho Kalluto se lo estaba tomando la mar de bien... Alluka parecía estar disfrutando con ganas el tener "familia" nueva... Y en realidad no es que le molestara, de hecho ver la cara de la enana feliz le hacía sentir también feliz... Algo singular puesto que esa palabra la había erradicado de su vocabulario hacía bastante tiempo... Aunque no era solo eso... Algo dentro de él se aliviaba al saber que tenía el camino ahora firme con Gon... Pero eso era solo por el plan... Eso era obvio, ¿no?

-Killua papi.– Dijo Alluka que, después de haber estado jugando entretenidamente con Kalluto, decidió que era tiempo de ser mimada por su nuevo papi, y este parecía perdido en la luna, así que, luego de hacer un puchero y pedirle a Kalluto que la bajara, caminó hacia el lado de Killua y, sin que este se diera cuenta, se le sentó en las piernas mirándolo de frente y picándole la mejilla con un dedo repetidamente, cosa que terminó por despertar a Killua que de la nada se lo encontró casi a un palmo de su cara. –Tene ojos obitaos... Ve gacioso.– Añadió riendo para luego apretarle las mejillas a Killua con ambas manitas.

-No debes decirle esas cosas a los adultos, es de mala educación.– Respondió Killua algo molesto porque le dijera de esa forma, y más porque se ría de él. No podía evitarlo, para algunas cosas era infantil y recibir un insulto o peor, una burla, le hervía la sangre, no importaba de donde viniera. Alluka infló las mejillas, colocándose obviamente triste por el regaño, cosa que casi mata la conciencia de Killua que terminó rodando los ojos al ver como la enana ponía ojos de cachorro a medio morir, entonces resopló resignado a su derrota y tomó un trozo de su tarta de vainilla para colocarla delante de la boca de Alluka que se sorprendió. –Mejor come algo dulce que no te vienen las caras tristes.– Añadió desviando la mirada, sintiéndose incómodo, ganándose una sonrisa de Alluka y que esta lo abrazara, dándole un beso en la mejilla luego de comer el trozo de tarta.

-Hermano...- Murmuró Kalluto sorprendida ante todas esas muestras de dulzura de Killua... Algo totalmente poco común en él, aunque lo que más le llamaba la atención era la forma en que Alluka actuaba con él... Era sin duda increíble que la pequeña se ganara a alguien tan difícil como Killua y era mucho más difícil de comprender que la pobrecita no hubiera salido huyendo de él al mirarle los ojos asesinos que siempre usaba para mirar a la gente. –Hermano, es que se ven tan adorables.– Añadió totalmente emocionada y embobada por la escena, sonriendo feliz e incluso con las mejillas rojitas, estaba totalmente hipnotizada por la escena.

-No me salgas con eso... Lo único que me falta es que tú vengas a actuar como una hostigosa.– Añadió Killua advirtiéndole a Kalluto, que no dejaba de sonreír al ver como Alluka giraba sin soltarse del cuello de Killua; sin duda alguna se veían adorables juntos, y más cuando Alluka intentaba comer de la tarta de Killua y este casi de forma instintiva se daba cuenta y la ayudaba, dándole en la boca. –Ten más cuidado o puedes lastimarte.– Dijo mientras Alluka asentía feliz y abría la boquita embobando y llevando a Kalluto a un estado casi diabético ante tanta dulzura, al ver que incluso su hermano le limpiaba la carita a la pequeña con dedicación y cuidado.

-Hermano, nunca creí que tú serías así con los niños.– Añadió con los ojos brillantes. –Estoy tan emocionada, y ya veo porqué el señor Freecss está tan embobado contigo... Estoy tan orgullosa, hermano. Te has superado y, mírate, por fin eres la persona que siempre deberías haber sido, no cabe duda que le debemos mucho a Gon... Él merece una estatua.– Agregó asintiendo totalmente segura de sus aseveraciones mientras Killua alzaba una ceja y la miraba medio molesto.

-Kill e mueno co Alluka... e muen papi.– Dijo de la nada Alluka con las mejillas gorditas gracias al gran trozo de tarta que tenía dentro de la boca, haciendo que los dos la miraran. Killua no pudo evitar sentir que el corazón se le oprimía. En realidad esa enana era adorable, y no podía negarlo. Sus ojos se desviaron rápidamente hacia Gon al ver hacia donde estaba Kalluto riendo por las palabras y el rostro de Alluka... Está bien, no podía evitar decir que no solo era Alluka... La razón de todo allí era Gon... Él, sus acciones y su extraña actitud tímida pero atrevida eran lo que más conflictos mentales le causaba... No habría problema si fuera alguien, no sé... Simple y sin ningún tipo de atractivo, pero, aparte de todo, el mayor era sexy y, Dios, cuando quería tocarlo y hacerle cosas era como si su cuerpo se encendiera...

-Hermano... ¡¡Yah!! Hermano... Alluka y yo te estamos hablando. Despierta.– Dijo repentinamente Kalluto, moviendo una mano delante de su rostro para despertarlo, aunque antes de eso había girado a ver hacia donde estaba perdida la vista de Killua, encontrándose con un Gon algo torpe que estaba haciendo destrozos por todos lados y manteniendo una gran y linda sonrisa en el rostro, probablemente embobado por lo que había pasado con su hermano; sin poder evitarlo tuvo ganas de molestar a Killua. –Que enamorada estás, hermano.– Dijo burlona, riéndose bajito, incomodando a Killua que alzó una ceja.

-No molestes o verás mi lado menos amable.– Respondió Killua, captando perfectamente la burla de Kalluto, que inflaba las mejillas molesta por algo que obviamente no le convenía... Aunque por lo menos estaba feliz porque compartía el secreto de su hermano y por fin estaban acercándose más, algo le decía que esa relación con el señor Freecss le ayudaría a recuperar a su hermano, de quien había estado alejada por tanto tiempo gracias a la presencia de Illumi.

Estuvieron allí conversando y jugando con Alluka una media hora más, sin embargo, después de ello, llegó el tiempo de marcharse, y así tanto Killua como Kalluto se levantaron de la mesa. –Ya debemos irnos, Alluka. Se buena y cuida a tu papi.– Añadió Killua tomando a Alluka en brazos mientras la pequeña hacía morritos porque no deseaba que se fueran.

-¿Alluka no puere i co Kill tabajo?- Preguntó de la nada mientras caminaban hacia el mostrador donde estaba Gon quien, al verlos llegar allí, se acercó para tomar a Alluka y bajarla, intentando sobornarla con su postre favorito, aunque le costó mucho, y solo terminó aceptando cuando Killua se arrodilló frente a ella para intentar convencerla.

-Tal vez algún día te lleve pero ahora debes ser buena niña y hacerle caso a tu papi. Además, si nos vamos los dos... ¿Quién lo cuidará?- Agregó provocando que la pequeña abriera los ojos sorprendida; es verdad, no había pensado en que su papi quedaría solito y algo malo podía pasarle. Rápidamente se abrazó a Killua para despedirse de él.

-Alluka estañara Kill, pomete veni manana.- Añadió, intentando embaucarlo con un pucherito. Killua terminó sonriéndole y aplastándole la cabeza con una mano para despeinarla, haciéndola sonreír.

-Lo prometo, pero no estarás sola, verás a Kalluto mañana en el preescolar, y ella y tu jugarán allí.– Añadió, haciendo que Alluka recordara eso y Kalluto asintiera. Luego de eso se alejó, colocándose de pie para ver como Gon se acercaba a ellos, en especifico a él. –Ya me voy, Gon...- Dijo, notando como Gon se acercaba para darle un suave beso en los labios... Era impresionante que no importaba lo leve que fuera el contacto, siempre lograba embobarlo por unos momentos, y así quedó hasta que sintió como Gon se despedía de Kalluto.

-Claro, Gon, no hay problema, también fue un placer, estoy muy feliz de haberlo conocido. Como le dije le debemos mucho.– Añadió Kalluto, sonriendo feliz hacia Gon antes de hacer una venia para luego salir, seguido de Killua, que se despidió de Gon con un "nos vemos mañana", intentando parecer lo más normal posible, sobre todo por la presencia de Kalluto.

Una vez que estaban fuera Kalluto no pudo evitar empezar a molestarlo. –Nos vemos después Killua... Te amo mucho. Chu, chu, chu.– Decía Kalluto fingiendo besitos, totalmente emocionada, haciendo que Killua quisiera patearla y después matarla con los ojos, cosa que tenía a la menor de lo menos interesada, lo que más le importaba era ver como se ponía su hermano con el mayor... Sí era notorio el amor ahí y eso era lo mejor, Killua había encontrado una persona maravillosa y muy buena que lo quería y lo trataba como se merecía. Al cuerno las ínfulas sociales, lo más importante era el amor, y no iba a dejar que nadie destruyera la felicidad de su hermano, ni Illumi ni mucho menos Milluki con sus cosas snob...

El viaje hacia el trabajo de Killua fue bastante estresante, pues Kalluto no se calló en todo el camino, y cuando ya la dejó para irse a su oficina pensó que se había vuelto paranoico, pues sentía su voz titilando en su cabeza. –Menuda hámster metiche, voy a tener que comprarle una jaula y una rueda más grande.– Añadió entrando y pasando de largo, sin saludar a nadie y con una cara entre de malas ganas y de cansancio enorme, cosa que rápidamente llamó la atención de los presentes, especialmente de Feitan, que lo siguió; seguro de que alguna cosa rara se traía.

-¿Y a ti que mosca te picó?- Agregó ya entrando a la oficina de Killua, que estaba literalmente echado sobre su silla en el escritorio mirando hacia el techo. –Parece como si alguien te hubiera estado torturando.– Agregó caminando hacia el escritorio, luego de cerrar la puerta. Su voz atrajo la atención de Killua que alzó la mirada fijándose en él.

-Y tú vienes a hacer de mi consciencia nuevamente, ¿no?- Respondió llevándose una mano hacia la frente sin responder lo anterior. Feitan entonces dejó unos papeles sobre la mesa.

-¿Por qué? ¿Te hace falta una?- Agregó burlón mientras Killua sonreía burlón ante el sarcasmo. –Vine a traerte esto... Pero no te apures, no es un contrato con el diablo, ese lo firmaste cuando te metiste con el manipulador.– Añadió girando para irse fuera. –Traeré la cena a las ocho porque presiento que nos quedaremos un buen rato.– Añadió antes de salir, dejando a Killua solo.

Killua terminó resoplando después de verlo salir... ¿Un contrato con el diablo?... Sí, probablemente, porque solo así estaría disfrutando tanto el estar con Gon y no tener ningún remordimiento por lo de su plan, del que ahora en la soledad de su oficina se acordaba... Otra vez cayendo en ese círculo vicioso de no darse cuenta de sus acciones hasta ya estar solo y lejos de su foco de tentación. ¿Por qué demonios era tan difícil estar cerca de Gon sin tocarlo? Pensando en ello llevó sus manos a su pelo para despeinarse y luego buscó los papeles; mejor meterse en esos documentos densos que le volaran la mente antes que estar pensando en otra cosa.

Estuvo trabajando justamente hasta las ocho, cuando llegó Feitan con la comida... Sí, tenía hambre, estaba que se moría por comer algo, y definitivamente iba a llenar su mente, porque deseaba atragantarse, tal vez así sus neuronas estarían tan bloqueadas que no pensaría en nada más que... Sin darse cuenta, y luego de comer en total silencio, los dos decidieron marcharse, total, no había nada más que pudieran hacer con esos papeles, lo que quedaba eran los alegatos y eso se tenía que ver junto con los representados en el caso...

[KilluGon/GonKillu] Amor EngañosoKde žijí příběhy. Začni objevovat