Capítulo 16

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- ¿Necesitas algo más? - Poché le entregó un vaso de agua a su novia.

- Que te sientes aunque sea un segundo - Calle respondió un poco molesta - gorda, no estoy enferma. No tienes que atenderme como si no pudiera hacer las cosas sola.

- Solo quiero que te sientas bien - la peliazulada dijo con una mirada angustiada.

A Daniela le habían dado el alta hace un par de horas y estaba terminando de guardar en su clóset la ropa que le habían llevado al hospital. Las cosas no estaban bien y ambas lo sabían, así que Dani se sentó en la cama y le pidió a Poché que hiciera lo mismo.

- Tenemos que hablar - la morena suspiró y no dijo nada más.

- ¿Qué pasa, amor? - María José le tomó las manos - Necesito que me expliques qué pasa en tu cabeza porque si no lo haces no tengo ni idea de cómo ayudarte.

- No sé si puedo seguir haciendo esto - los ojos de la chica estaban clavados en el colchón - no estoy bien y no es justo que te esté arrastrando a mi miseria. Es egoísta.

- Oye, a ver - la peliazulada le levantó el rostro para encontrarse con su mirada - cuando decidimos embarcarnos en esto nos prometimos que estaríamos juntas siempre. Eso también incluye los momentos difíciles Calle, ¿Crees que esto es lo único que vamos a tener que afrontar en la vida? Nos quedan muchos años y, tristemente, no van a ser siempre felices y perfectos.

- No puedo dejar de sentir que te estoy arruinando la vida - Daniela hablaba con dolor pero ni una lágrima se asomaba en sus ojos.

- No te atrevas a decir eso - Poché la interrumpió antes de que pudiera seguir hablando - si hay algo que has hecho con mi vida ha sido darle sentido. Supongo que es normal que te sientas así por todo lo que pasó, pero que lo pienses no significa que sea verdad.

- ¿Qué pasa si no logro superar esto? ¿Cómo se supone que vuelva a confiar en la gente después de lo que pasó?

- Es un proceso gorda, un proceso que va a ser muy largo, pero siempre y cuando tú quieras yo voy a estar a tu lado - María José esbozó una sonrisa triste - yo no te puedo ayudar si tú no me dejas. Y te prometo que entiendo que no quieras involucrarme en esto, pero yo te estoy pidiendo que me dejes hacerlo. No me alejes Calle.

- No te mereces esto Poché - por primera vez Daniela dejó ver un poco de emoción en su mirada.

- Es que tú no decides eso - la voz de la peliazulada fue más dura - yo sé lo que merezco y sé que eso lo encuentro estando contigo. Es así de simple.

Calle la miró a los ojos un segundo antes de quebrarse y refugiarse en su pecho. Para ella era imposible imaginarse la vida sin Poché, pero no podía dejar de pensar en que la chica de pelo azul era demasiado para ella que estaba tan arruinada. 

Las lágrimas de la morena solo cesaron cuando, aún en los brazos de María José, se quedó dormida. La peliazulada la miraba con amor y se preguntaba qué podía hacer que estuviera en sus manos para poder ayudarla. El primer paso significaba quedarse con ella, aunque eso implicara perder el semestre y, por ende, la beca. Ernesto le había dicho a Poché que hablaría con el rector para ver si se podía hacer una excepción en su caso, así que la situación no era tan terrible.

Ernesto se había convertido en un apoyo incondicional para la chica de pelo azul e incluso para Mafe, sus intenciones transparentes y su corazón enorme habían hecho que inmediatamente se ganara la confianza de toda la familia. Una vez más Poché comprobaba que la cantidad de dinero que su amigo tenía era el aspecto menos interesante de él.

- ¿Puedo pasar? - una voz tenue sacó a la chica de sus pensamientos.

- Pasa - María José sonrió.

VAS A QUEDARTE || CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora