Capítulo 30

20.7K 1.2K 268
                                    

En el momento en el que el agua caliente tocó la espalda de Poché, la peliazulada supo que meterse en una de las termas había sido una pésima idea.

- ¡Mierda! - se levantó de inmediato - Mala idea, mala idea.

La chica se levantó, tomó su toalla y se sentó en la orilla de la pequeña piscina con los pies sumergidos en el agua.

- Perdón - Calle le dijo muy bajito y con el rostro colorado.

María José les había pedido a todos que el tema no se tocara y estaba bastante sorprendida de que nadie hubiera dicho nada, pero lo agradecía. Sabía que si no se los hubiera pedido estaría al borde del colapso con la cantidad de bromas que todos estarían haciendo sobre las marcas que Dani le había dejado a lo largo de toda la espalda.

- ¿Ernesto a qué hora vuelve? - Felipe preguntó solo con la cabeza en la superficie.

- Dijo que nos viéramos en el restaurante, así que supongo que antes de eso no va a llegar - Calle encogió los hombros - ¿Quieren hacer algo más o ya nos quedamos aquí hasta que tengamos que juntarnos con él?

- Por mí me quedo aquí el resto de mi vida - Natalia suspiró y luego miró a su hermano - oye, ¿Juliana te contestó?

- ¿Te contestó qué? - de inmediato Daniela le clavó la vista.

- Un mensajito lleno de amor que tu novia me ayudó a mandarle - Pipe guiñó un ojo - y no, todavía no me contesta. Iba a ir a desayunar con Alejandro, así que no creo que me conteste hasta dentro de un ratito.

- ¿Con Alejandro? - Calle preguntó con un dejo de incomodidad en la voz.

Aunque ya habían pasado varios meses desde el incidente con el chico, a Dani todavía le causaba conflicto hablar del tema.

- No le pregunté mucho, pero supongo que algo relacionado con Fernando - Felipe alzó las cejas - Juli ve mucho a los niños, no sé si es porque se siente culpable o porque de verdad se preocupa por ellos.

- Es Juli, debe ser una mezcla de las dos - Calle sonrió - igual es entendible, ellos están prácticamente solos y con el papá en la cárcel ... no debe ser fácil.

- Lo sé, y no tengo ningún problema con eso, de verdad - Pipe esbozó una sonrisa sincera - Juliana puede hacer lo que quiera con su vida, yo no soy nadie para impedirle nada, mientras ella esté tranquila y contenta pues yo también.

- Con razón anda toda pendeja por ti - Dani soltó una carcajada - ¿Y tú Nati? ¿Alguna personita especial dando vueltas?

- Ay no, qué flojera - hizo una mueca de disgusto - yo me dedico a pasarlo bien y ya, nada de compromisos, nada de obligaciones, solo diversión.

- Hasta que te enamores de alguna de tus diversiones y tu plan de vivir la vida loca se arruine - Felipe le tiró agua con las manos - en algún momento vas a querer algo serio con alguien.

- Quizás, pero por ahora no me interesa en lo más mínimo - la chica levantó un pulgar - si me encontrara a alguien como Ernesto me lo pensaría, ese hombre es casi perfecto, pero no para mí ... ni para ninguna mujer.

Los 4 rieron por un momento y después decidieron salir de la pequeña piscina para ir un rato al vapor, querían aprovechar el calor del lugar antes de tener que volver al frío gélido del nórdico para regresar al hotel.

No quedaban muchos días de viaje y, por ende, tampoco quedaban muchos días para que Daniela le pidiera a María José que pasara el resto de su vida con ella. 

--

J: Hola midget, necesito hablar contigo, te puedo llamar? 

Daniela estaba mirando las fotos que habían tomado en las termas cuando leyó el mensaje de su hermana. Estaba esperando que Poché terminara de bañarse, así que aprovechó para llamarla en ese mismo instante.

VAS A QUEDARTE || CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora