Capítulo 17

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Germán y Juliana habían decidido viajar a Florida luego de que Daniela les contara lo que había pasado. Habían acordado discutir todo el tema en familia y para hacer eso era necesario que estuvieran todos juntos.
Poché nunca había visto llorar a su suegro, pero el día que llegó lo fue a buscar al aeropuerto y le bastó mirarlo a los ojos para que se quebrara.

- ¿Por qué a mi ratona? - le pregunto mientras se cubría el rostro con las manos.

- Tranquilo Germán, no va a ser bueno que Calle te vea así - María José lo envolvió en un abrazo - vamos al carro y ahí conversamos.

Juliana no pronunció palabra alguna, solamente se limitó a darle un abrazo a la peliazulada.
Ya en el carro Poché les explicó qué había pasado y cómo. Suponía que Daniela les había contado las cosas por encima y no quería someterla al estrés de tener que contar, de nuevo, toda la historia, así que ella lo había hecho en su nombre.

- ¿Pero dónde conoció Dani a ese chico? - Germán preguntó con una mezcla de angustia y desesperación en la voz.

- Amigo de un amigo - la voz de Juli se escuchó por primera vez - se conocieron en una fiesta y a Dani le cayó bien enseguida.

- Mira, yo no sé que tiene ese idiota pero fue como si hubiera hechizado a Calle - María José explicó enojada - de la nada dejó de ver a todos sus amigos y solo salía con él. Fue tanta la confianza que le tuvo que hasta se quedaba a dormir en su casa ... y así pasó lo que pasó.

- Dani confía demasiado rápido en la gente - Juli comentó - con Felipe fue lo mismo, en un par de días ya era como su hermano.

- Pero Felipe no la violó - dijo Germán antes de darle un golpe a la ventana del carro - ¿Qué está haciendo la policía?

- Buscándolo - María José suspiró - Marc consiguió que su búsqueda se realizara en todos los estados.

- ¿Y cuando lo atrapen? - Juliana preguntó desde el asiento de atrás.

- Lo llevan detenido y ponen fecha para juicio - Poché explicó - la policía tenía una orden de allanamiento y encontraron en su casa lo que estaba usando para drogar a Calle, así que el abogado de Marc dice que es prácticamente imposible que se libre de eso. Además Camilo está viendo si puede conseguir más chicas que hayan pasado por lo mismo porque al parecer Arístides ya había hecho esto con otras mujeres.

- Qué hijo de puta - Germán susurró - confío bastante en el sistema penal de este país, así que espero que se pudra una buena cantidad de años en la cárcel.

De pronto, desde la parte de atrás del carro, se escuchó un grito ahogado. Cuando Poché miró por el retrovisor vio que su cuñada era un mar de lágrimas. Inmediatamente Germán se quitó el cinturón y se inclinó un poco para tomarle la mano.

- ¡Me da tanta rabia! - la rubia dijo enojada - ¿Por qué le tuvo que pasar a ella? ¿No fue suficiente con lo de Juan?

- No vale la pena hacerse esas preguntas - Poché dijo con los ojos vidriosos - ahora lo importante es estar ahí para ella. Nos necesita y nos necesita enteros.

Durante el trayecto hasta la casa de Mafe nadie más pronunció palabra. El aire era pesado y los tres sabían que hablar estaba de más. Por suerte era muy temprano y las calles estaban prácticamente vacías.
Cuando llegaron Mafe los recibió con una sonrisa apagada.

- Ay Mafe - Germán la abrazó y tuvo que luchar para que las lágrimas no brotaran - ¿Cómo estás?

- Qué te digo - la mujer suspiró - es terrible no poder hacer nada.

- ¿Cómo está ella? - Juliana la saludó con un beso en la mejilla - ¿Puedo pasar a verla? ¿Está despierta?

- Le va a hacer mucha ilusión verte - Mafe le indicó que estaba en su habitación.

VAS A QUEDARTE || CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora