¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?

Capítulo 3

Harry estaba frente a Snape, habían pasado poco más de tres meses desde que se habían "conocido" y, tal vez tontamente, había creído que Severus había aprendido a no juzgar rápidamente, y se equivocó, entendía que él y Petunia no se llevarían bien de la noche a la mañana, tal vez nunca se llevarán bien pero cuando menos se toleraran amablemente, pero cada vez que se reunían se mostraba más arisco cuando su hermana llegaba, porque se las había ingeniado para que al menos Petunia le diera una oportunidad, que le costó sus mejores dotes actorales y un par de favores, principalmente ser el modelo humano de Petunia para practicar costura.

- ¿Por qué me citaste aquí, Harry? -Preguntó con el tono más serio y formal que podía tener con sus nueve años, lo bueno de Snape es que podía entender bien los mensajes e indirectas, le había dicho que tenían que hablar de cosas de chicos, cosa que por algún motivo Lily se creyó cuando honestamente fue la excusa más ridícula que se le ocurrió, y Snape había entendido que era algo que debían tratar solos, además de reunirse bajo un puente de mala muerte que nadie visitaba.

- ¿Por qué no puedes intentar llevarte bien con Petunia? -Preguntó dejando margen a que se explicara, sí decía algo sobre lo grosera que había sido Petunia en su primer encuentro al menos podría ser más indulgente, si por el contrario era el otro sendero... La otra vez que se habían reunido y que ella intentó hacer plática sobre el trabajo de su madre, que era la que trabajaba para pagar las cuentas desde que despidieron a su padre de la fábrica, casi la insulta además de no dejar de verla con desprecio.

- Es muggle -Pronunció como única respuesta, Harry quiso estamparse la mano contra la cara ante la respuesta tan ridícula, pero incluso con eso respiró profundamente repitiendo en su mente que no era necesario.

- ¿Qué tiene de malo eso? -Preguntó muy lentamente esperando que por lo menos le diera una respuesta coherente en lugar de algo de que fuesen inferiores, porque de ser así pasaría a lo violento solo por que actuase tan idiota.

- Los muggles son seres crueles y malvados, destruyen y maltratan aquello que no comprenden, son cerrados de mente, alcohólicos y drogadictos infieles, falsos hipócritas -Empezó calmado el pequeño mago pero conforme avanzaba con su discurso su tonó se teñía de ira y por lo que Harry sintió su magia comenzaba a descontrolarse.

- No todos los muggles son malos, Petunia por ejemplo, aunque no fuiste el más amble con ella al inició está dispuesta a dejar eso atrás y entablar una relación de amistad -Intentó calmarle a sabiendas de que había dejado de hablar de los muggles en general y comenzaba a hablar de su padre, pero no entraría en ese terreno fangoso a sabiendas de lo mal que podría resultar eso.

- ¡Eso no es cierto!, son horribles e inútiles, llenos de prejuicios, incapaces de escuchar o aprender, destructivos y corruptos, Petunia es una maldita chismosa que se mete en los asuntos de quien sea -Gritó ya furioso, y Harry sentía como la magia de Severus se descontrolaba más y más, intentó calmarse pero sí había algo que le caracterizaba en esta vida y en la anterior era que era fácil para el enojo y se había metido con su hermana.

- ¿Hablas de todos los muggles o solo de tu padre? -Preguntó llenó de veneno, cuando vio el rostro de Snape que se desfiguraba en una mueca de rabia y desprecio se dio cuenta de las palabras que salieron de su boca demasiado tarde para evitar lo que vino, la magia de Snape lo lanzó contra una de las paredes del puente.

- ¡Cállate! ¡No entiendes nada! -Gritó Severus con lágrimas cayendo de sus ojos, Harry intentó inhalar para controlar su ira antes de que hiciera explotar algo porque ganas de mandar a volar a Snape no le faltaban- ¡Solo eres un mocoso que no entiende nada! -Y volvió a estamparlo, Harry mordió su propio labio intentando regular su furia, el imbécil solo lo estaba provocando