Capítulo 41

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Harry no sabía sí Sirius era consciente de con qué tipo de fuerzas estaba jugando, pero Harry no sería quien le advirtiera, esos eran los pensamientos mientras veía una pequeña caja negra con diferentes constelaciones marcadas, era perfectamente capaz de llevar un pastel grande pero era increíblemente ligera, ese pequeño detalle había sido el “regalo” de navidad de Sirius para “Beatriz” desde que se había mencionado que los gemelos Evans extrañaban los postres de su madre, en realidad tía, a pesar de saber cocinarlos, Sirius logró convencer a su tío Alphard para encantar dicha caja, podrían meter tanto como cupiera en un refrigerador, quizás más.

Para ser más concretos la verdad era que debido a que no todos los dulces podían conservarse tras un largo viaje vía lechuza, y siendo que los postres de la mujer habían caído en la gloriosa gracia de sus amigos, Sirius había intentado conseguir un pequeño botín, así que ahora tenían una caja llena de postres y dulces que no pesaba nada y que se conservaría sin importar al clima que se enfrentasen, en realidad Harry no habría estado tan infinitamente seguro de aquello si no fuese por la sonrisa de orgullo que tenía el can Black.

— Muchísimas gracias, Sirius, con lo que extrañábamos los postres de mamá —Agradeció la pelirroja hablando con un tono más alto de lo normal para asegurarse de que pudiese ser escuchada por Sirius pese al bullicio que ocurría en la mesa, el problema venía en dos partes, la primera, los otros Black rondando la mesa de los leones, y la segunda, que la habían escuchado todos en el comedor.

Y como si esas palabras fueran un conjuro Bella apareció junto a ellos, con una sonrisa maliciosa que se dirigía al resto de serpientes, Harry no podía evitar sospechar que Bellatrix sabía lo que tramaban los Black, intuición más que otra cosa, pero no podía descubrir que era lo que tramaban y dudaba que Bella fuera a delatar a su familia por lo que tendría que estar más atento.

— Una brillante idea Sirius —Declaró hablando incluso más fuerte que Lily no solo siendo perfectamente escuchado por los leones sino, además, por todo el comedor— Un perfecto regalo de tu parte para Harry, Lily y su familia en general —La doble intención fue palpable en su voz, una mezcla de mensaje críptico y burla, sí el de cabellos cuervos entendía la mente de Bella, algo difícil incluso cuando parecía cuerda, estaba intentando fastidiar a todos los que le habían enviado regalos.

Hubiera seguido pensando en lo que Bella tramaba y conectar todos los puntos, si no hubiese sido por un chico solo un año menor que él, que tenía una mirada algo tímida mientras le jalaba levemente de la manga para llamar la atención, enarcó una ceja en su dirección con cierta confusión mientras a su lado Lily seguía leyendo en voz algo alta para sus amigos, ignorando que el bullicio se había reducido, la lista de lo que les había llegado, una idea se empezó a formar en su cabeza antes de sonreírle al chico menor.

— ¿Si? ¿Se te ofrece algo? —Preguntó con una sonrisa amigable y tierna, prefería no traumatizar a más gente de la necesaria.

— Eh, bueno —Tartamudeo un poco más avergonzado el chico— ¿V-venden algo de lo que les trajeron? —Preguntó casi en un susurro el chico totalmente avergonzado, antes de contestar Harry paseó la mirada entre los otros leones y las otras mesas, algunos, principalmente nacidos de muggles o mestizos, parecían querer hacerle la misma pregunta.

— Bueno, la verdad es que es más de lo que nosotros podríamos comer en un mes, creo que no habrá problemas sí vendemos algunos ¿Tú que crees Lily? —Le preguntó a su hermana con una sonrisa amigable mientras sus ojos brillaban con una idea, una idea que dependiendo de qué tan bien saliera podrían lograr bastante, por suerte, o tal vez por conocerle, la pelirroja captó la idea que se asomaba en el otro par de ojos esmeralda.

— No podría estar más de acuerdo, creo que podríamos vender algunos en el patio en un rato —Comunicó hablando más alto con la total intención de ser escuchados por todos en el comedor, parecía que ambos tenían una idea parecida, aunque no del mismo modo, al menos.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora