¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?

Capítulo 48

Tenían los días contados y Harry lo sabía, había ignorado lo mejor que pudo las miradas curiosas de los sangre puras que sin lugar a dudas ya estaban intentando discernir qué clase de enemigo se convertiría en el terreno político, en favor de concentrarse en sus aliados, toda su máscara casi se cae cuando la vio, Cassiopea Black sabía quién era, sus ojos la delataron, y probablemente ella ya supiera que él sabía, la sorpresa y sospecha que alcanzó a mostrarse fuera de su máscara sería suficiente para alertar a cualquiera, aunque probablemente no habría llegado a dicha conclusión si no fuera por el diario de su madre, un diario que narraba casi toda su vida desde poco antes de partir a la escuela.

Y narrando todo eso sería complicado que ignorase a una de las figuras más importantes en su vida, su madrina, Cassiopea Black si debía apostar, aunque siempre era mencionada como "La tía Cassy" por su madre su padre tenía otro apodo para ella, "La mujer de negro" o "la estrella negra" de manera increíblemente ridícula no había entendido la relación ni siquiera cuando se lo dijeron en la cara, Cassy era un diminutivo de Cassiopea y sí el nombre no era lo suficientemente revelador todo terminaba de cuadrar con la información que entregó su padre, la madrina de su madre era Cassiopea Black, y con esa mirada que le dirigió estuvo más que claro que sí que lo reconocía, dudaba que lo anunciará en una fiesta así, preferiría mantener el naipe en su familia y controlarlos con ello, por eso debía dar el siguiente movimiento asegurar una mejor alianza antes de revelar su verdadera familia, en cuanto los Black enviarán una carta o algún semejante que le hiciera creer que iban a ser chantajeados haría que Gringotts hiciese público su origen, era lo último que quería hacer pero preferiría anunciar su familia que ser chantajeado.

— Bella —La llamó dedicándole una mirada cómplice que en cuanto los otros notaron sintieron un escalofrío recorrer sus vertebras, la muerte y la locura no eran una buena combinación, o no cuando menos para sus enemigos— Creo que es momento de que invites a los Lestrange al círculo, es el momento adecuado a mi parecer —Comentó con una sonrisa encantadora y aunque notó que Bella no terminaba de entender sus razones parecía complacida porque no hubiese olvidado su promesa de considerar a los Lestrange en el círculo interno.

— ¿Ahora? Lord Lestrange no se quedará callado si ve a sus hijos sentarse con nacidos de muggles, ni sabemos si Rodolphus aceptará —El suave tono burlón ante la última parte era un claro recuerdo de que no había olvidado que ese realmente no era su origen, no quería ni imaginarse lo que ocurriría cuando supiese su apellido real en lugar de ser una reciente familia mágica.

— Por eso te lo pido a ti, lord Lestrange no se opondrá sí eres tú, parecerá que eres tú quien hace la invitación en lugar de un acercamiento de mi parte —Explicó con una sonrisilla divertida, estaba seguro de que Bella encontraría útil aquello— Y si mis cálculos no me fallan, su hermano menor se nos unirá en Hogwarts el próximo curso, estoy seguro de que se planteará mejor unírsenos sí podemos extender la protección a su hermano menor —Anunció antes de que un par de brazos le abrazarán por detrás.

— ¡Harry! —Al girarse Rómulo le estaba dedicándole una sonrisa maliciosa, a veces se preguntaba cuándo es que su amigo adquirió tan peculiar gusto por fastidiarle— Lamento no haberme acercado antes, mi tía McGonagall y mi madre insistieron en que conociera a unos conocidos, nuevos aliados políticos sin duda, pero ahora puedo relajarme —Rómulo les dedico una sonrisa antes de hacer un gesto con la cabeza, Lucius asintió aunque estaba seguro que era de mala gana, para este punto sabía que sí alguien tenía el control de aquella mesa era Harry y más le valía no oponerse.

Cuando Bella llegó, trayendo consigo a los hermanos Lestrange, quienes aún podían sentir la mirada de su padre dándole claras instrucciones de atraer a los Black al lado de su señor, o al menos así lo podía ver Harry, estos se sentaron y era claro que estaban incómodos por la mirada que les daba Sirius, cargada de sospecha, pero Rodolphus lo miraba intentando no mirarlo, sin lugar a dudas tal vez ya entendía que sí Bella había ido por él era porque había llamado la atención de la serpiente león, honestamente el apodo estaba comenzando a gustarle un poco a Harry.