Capítulo 26

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Lily salió corriendo del gran comedor con los ojos lagrimosos, mientras que cualquiera pensaría que le había afectado demasiado la noticia o las fotos sensibles que habían sido tomadas por los reporteros, Harry sabía, no, mejor dicho, sentía, que había algo más, por lo que la siguió preocupado por su hermana, a Hermione le preocupó bastante la reacción de su amiga y se levantó con intención de seguirlos, al mismo tiempo Rómulo se levantó rápidamente para igualmente perseguirlos.

Cuando Harry por fin logró alcanzar a su hermana ya se encontraba adentrados levemente en el bosque prohibido, Hermione se encontraba en el lado más cercano a la salida del bosque mientras Rómulo los había seguido adentrándose en este, cuando los dos estaban por alcanzarlos la voz de Harry empezó a sonar por el bosque.

— ¡Lily! —Llamó siendo ignorado por su hermana que seguía caminando— ¡Lily! —Llamó dándole un abrazo y en ese momento la pelirroja comenzó a llorar, antes de que alguno de los otros dos Gryffindor diera un paso más, un grito de Lily los detuvo.

— Estoy asustada —Fueron sus palabras en un susurro cuando logró calmarse, que si no fuera por el extraño silencio que cubría el lugar el par de espías no habría sido capaz de oír— ¿Qué hubiera pasado? ¡¿Qué hubiera pasado si ese monstruo nos atrapaba a todos nosotros juntos?! ¡¿Habría obligado a papá a matarnos?! ¡¿Habría dibujado esa, esa, esa monstruosidad en nuestros cuerpos como hizo con ese pobre niño?! ¡Ese maldito ni siquiera le importó que somos familia cuando mató a mamá! —Rugió asustada por las posibilidades, su mente empezaba a atormentarla con lo que hizo ese monstruo con sus padres, su grito asustó y sorprendió al par de oyentes que aunque separados a cada uno lo asaltó la misma duda ¿Estaba hablando de Voldemort? Pero sí era así ¿Cómo es que son familia?

— No te preocupes Lily, lo mataré, por la muerte te juro que lo mataré, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida —Respondió con seriedad relatando un pequeño tramo de la profecía, después de todo nadie podría descifrar su origen, su hermana solo lo tomaría como una promesa de venganza hacía el asesino de sus padres, una promesa que ya había hecho antes.

Pero Rómulo había tenido que sostenerse de un árbol al escuchar esa última frase, esa maldita frase que recordaba de cuando Harry le había contado la profecía, nadie, absolutamente nadie podría decir esa frase de esa manera tan específica sin saber de ella, pero ¿Cómo? La maldita profecía ni siquiera había sido realizada y en ese momento lo golpeó con la velocidad de un rayo, recordó, recordó al maldito sombrero y sus mensajes crípticos, Harry, su Harry, el mismo Harry que conoció un primero de septiembre en el expreso de Hogwarts, el mismo Harry que fue su fiel amigo durante siete años; sin poder evitarlo cayó arrodillado aguantando el llanto de alegría que quería salir desde el fondo de su garganta, su amigo, su amigo estaba allí.

Hermione se encontraba sentada en el pasto con la boca abierta y los ojos llorosos, su amigo, su mejor amigo estaba ahí, y aunque sus emociones le impulsaban a perderse en la alegría que representaba tener a su mejor amigo allí, aparte de Ron, pero no creía que la muerte fuera tan buena como para traerlo a él aquí también, su mente racional no pudo evitar completar el inmenso rompecabezas que era Harry Evans, el mayor y principal hueco que su mente llenó eran las semejanzas entre los dos Harry, por eso eran tan idénticos, porque eran literalmente el mismo ser.

Antes de que cualquiera de los dos intentara confrontar a Harry y soltar toda la sopa, se alejaron un poco para poder calmarse y también porque dudaban que Lily supiera la verdad detrás de su hermano. 


























Rómulo decidió actuar primero, entró al castillo y fue directo a poner su plan en marcha, no esperaría un segundo más, no podía. 

Estaba esperando en el baño de chicas del segundo piso, había logrado que Myrtle la llorona se alejara después de darle unas pocas bombas fétidas a Peeves para que la alejara, sabía que el chico iría allí, o lo suponía, bueno esperaba, había estado jugando con las defensas de la cámara de los secretos y suponía que sí era su Harry, éste se aseguraría primero del estado de la cámara y se daría cuenta de ello, esperaba que lo hiciera o tal vez podría haber desatado al basilisco en Hogwarts.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα