Capítulo 31

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Bella no era ciega, había utilizado la apariencia de Evans como un incentivo para que su primo actuara pero reconocía que el pequeño Gryffindor era lindo y adorable, aunque eso nunca le había sido realmente interesante, encontraba belleza en el poder y aunque sabía que Harry lo tenía no lo demostraba de modo real, o no lo había hecho hasta ahora, del cervatillo adorable que manipulaba a todos con sus lindos ojitos no quedaba nada, pero no podía decir que era un león, pues le faltaba el salvajismo correspondiente, pero tampoco era una serpiente, imponía su presencia incluso antes del ataque.

Era como una pantera, sí, esa era la descripción más certera que Bella podía usar con Harry, imponía su presencia antes de atacar advirtiendo de la inminente amenaza, pero se movía con estilo y elegancia, sus ojos los veían con astucia y malicia cómo si pensará en el mejor modo de cazarlos uno por uno, además podía sentir su magia, no los retazos que dejaba mostrar en sus ataques accidentales o usando su varita, podía sentir la magia oscura fluir finamente de parte del chico y confirmó una cosa, ese chico debía cambiar su apellido por el Black.

Lucius tragó en seco mirando con un poco de lástima a Severus, había algo en la mirada esmeralda que les advertía que se encontraban en un peligro tan inminente que probablemente no hubiera escapatoria, las miradas de los otros Slytherin le permitieron saber que compartían el mismo pensamiento que él, debían alejarse de los Gryffindor, que parecían seguir al cervatillo como si fuera el rey de todos los leones, y encontrarse con la manada de bestias sería el fin de todas las serpientes.

Pero sí alguien tenía verdadero miedo era Severus, él conocía al pequeño homicida psicópata en potencia que tenía por amigo, él no lo atacaría en manada, inclusive sí había un ataque de ese tipo seguramente sería una distracción, buscaría atacarlo cuando se sintiera confiado, pondría presión haciéndole saber que estaba ahí observándole pero esperaría hasta que sus nervios estuvieran por destruirlo solo, cuando estuviera aislado sin que nadie pudiera acudir en su auxilio para evitar que cayera en las fauces de esa extraña criatura que compartía las características de un león y una serpiente.

Durante todo el día Harry lo había visto desde la lejanía con una mirada que le advertía que estaba acabado, todos parecían esperar a que se desatará una verdadera guerra entre casas, incluso debía de reconocer que se le hacía raro que los leones no hubieran atacado a la yugular aún, cercana el final de las clases caminaba por un pasillo, él pudo sentir el frío por sus venas, la mirada helada en su nuca, volteó a todos lados pero no había nada, continuó caminando rápidamente por el pasillo, un pasillo donde no había nadie, agarró la correa de su mochila aún más fuerte y aceleró sus pasos sabiendo lo que podría ocurrir en cualquier momento.

Había logrado con relativo éxito no estar cerca de Harry, tenía suerte que Black hizo eso muy fácil, Sirius había monopolizado al menor, teniéndolo al alcance de su mano todo el día y mirando mal a cualquier serpiente que estuviera cerca, no que alguna serpiente se hubiera atrevido acercarse tanto a Harry. Se estaban acercando, sí, para medir las aguas, pero no tan cerca como para provocar a Harry, no que Harry estuviera 100% enfocado en ellos, la mirada verde brillante había estado enfocado en él.

Y Severus era honesto, estaba aterrorizado, porque sabía que vendría por él.

Una puerta se abrió de repente a su lado, y se detuvo completamente, su mente le decía corre pero su cuerpo estaba inmóvil, sabía que habían venido por él, su cuerpo sintió la magia antes de que algo sucediera, fue empujado, por no decir expulsado dentro de la habitación, de la nada, dónde antes no había habido nadie con él en los pasillos, dos figuras emergieron del pasillo estando parados en la puerta lado a lado, un claro indicativo de que no se libraba de esto.

- Estás en problemas -Dijo la pelirroja sin su habitual piedad, su cara firme aunque sus ojos burlones.

- Oh Severus, Severus, Severus -Susurró Harry arrastrando las "s" de su nombre de una forma horrible, él ya sabía que terminaría teniendo pesadillas, no le gustó nada cuando empezó a chasquear la lengua tampoco- Mira a lo que hemos llegado

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora