Capítulo 7

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Harry estaba exasperado como pocas veces lo había estado, en primera instancia el dúo merodeador se había empeñado en intentar hacerle una broma fuera del dormitorio, las había esquivado todas y al menos un par de veces les había regalado una sonrisa burlona por diversión, Pettigrew parecía ser lo suficientemente listo, aunque era bastante torpe en clases, para saber que se estaba creando algo parecido a una guerra interna en la habitación y parecía estar dudando en que bando tomar, Remus había sido tal vez el más brillante y se había mantenido neutral.

— ¿Entonces? Vamos, debes de contarme —Le instó Lily siendo apoyada por Severus mientras estaban en los alrededores del castillo.

— No sé por qué te interesa tanto, no es como si fuese la gran cosa —Le restó importancia Harry con la mayor tranquilidad que podía.

— ¿No es la gran cosa? —Preguntó Severus asombrado y casi boqueando— ¡El profesor Dickens te quiere dar clases privadas! ¿Cuándo las tendrás? —Le preguntó como un pequeño niño emocionado, esa pregunta le recordó a lo que había pasado hace poco menos de tres días.

Ese viernes parecía tan tranquilo, Bellatrix no parecía querer acosarlo en cada clase que tenían juntos, lo cual era suficiente para que celebrase por sí mismo, el profesor Slughorn lo había asignado en el mismo equipo que Severus, por lo que por primera vez en mucho tiempo entendió la asignatura y hasta le pareció entretenida, el profesor Binns dio una clase un poco más interesante que el resto para Harry, la historia de Gellert Grindelwald, y esa última clase sería el botón de oro del día, DCAO con el profesor Dickens.

Como cada día que tomaban esa clase Severus y Harry evitaron la maldición de broma, y de turno, que les lanzaba el profesor, esta vez fue traga-babosas, pero antes de que pudiera tomar su asiento el profesor le pidió que se acercara para charlar de algo.

— Buen día, Harry —Le saludó centrando su atención en él, cosa complicada ya que parecía que el profesor tomara unas 30 tazas de café— Oí del incidente de las bombas de pintura en las mazmorras…

— Yo no lo cause —Declaró interrumpiéndolo, el profesor Dickens lo miró con esos agitados ojos avellana.

— Eso ya lo sé, me enteré de que usaste el encantamiento escudo, Protego, para defenderte, cuando no veríamos la práctica de este hasta hoy —Especificó el profesor mientras la emoción se volvía palpable en su voz— Quisiera que se quedará un poco más después de la clase para tratar ciertos… asuntos —Le pidió antes de indicarle volver a su asiento.

La clase avanzó con normalidad, algo de información teórica sobre el conjuro de turno, Flipendo, el profesor Leonardo lanzando maldiciones de broma a cualquier alumno despistado, pobre Pettigrew, era la quinta vez que lo golpeaba con alguna maldición, en general la clase había sido normal hasta la parte práctica.

— Muy bien, vamos a separarlos en parejas para que tengan un duelo de practica —Anunció sonriendo diabólico— Harry Evans y Potter, Snape y Sirius Black, Lily y Bellatrix Black, Grace y Lupin —Anunció los equipos y James sonrió con cierta malicia, era obvio que su padre intentaría avergonzarlo, pues había sido quien había detenido un buen puñado de sus bromas, dio un paso al frente mientras el profesor Dickens conjuraba una barrera entre ellos, James y Harry, ambos se encontraban frente al otro viéndose con firmeza.

Harry conocía bien sus opciones, o se tomaba en serio a su padre y lo enfrentaba para ganar desencadenaría que este se ofuscara con él y querría superarlo con mayor esmero, o se permitía perder, en cuyo caso probablemente nunca se podría librar de las burlas de su antiguo padre hasta que dejara de comportarse como idiota, ninguna le gustaba demasiado pero consideraría menos problemática a futuro dejarse vencer, si mostraba más habilidades en la materia podría ganarse el interés de alguien más que el profesor Dickens, dígase Dumbledore.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Место, где живут истории. Откройте их для себя