Capítulo 36

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Sirius acababa de despertar y no podía evitar tener una mezcla de sentimientos, por un lado estaba que era su cumpleaños, lo que realmente no le alegraba tanto, solía significar un puñado de sangre pura pomposos y fastidiosos que intentarían comprar el favor de la familia Black con regalos, además de que su madre siempre organizaba fiestas donde debía ser un ejemplo de buenas tradiciones y perfectos modales, lo que admitiría lo tenía harto, pero por otro lado sentía una inmensa alegría, en Hogwarts tenía a sus amigos para hacerle el día más ameno, además de que Harry prácticamente tenía atados con correa a los sangre pura para que no le fastidiaran, aunque le sabía un poco mal cargarle ese peso a Harry.

Se levantó encontrándose con Harry despertando, de las pocas veces que él no se despertaba antes, y Sirius no pudo evitar quedarse viendo a su amigo, a pesar de que la camisa del pijama era pequeña le quedaba un poco grande haciendo que las mangas le colgarán un poco, se encontraba tallándose uno de sus ojos con pereza dándole un ligero toque a un gato desperezándose, Sirius no podía terminar de comprender lo polifacético que llegaba a ser el pequeño Evans.

— ¿Tengo algo en la cara? —Preguntó Harry haciendo un mohín— ¿Acaso los entrenamientos de Quidditch me están dejando ojeras? —Le siguió interrogando.

Harry era probablemente al que más le habían pesado los entrenamientos de Quidditch, el capitán lo hacía sobre exigirse tanto que siempre terminaba algo adolorido y muy cansado, por lo que había comenzado a despertarse con más letargo.

— Por supuesto que no, solo pensaba que tengo un compañero gato —Se rió de su propia broma intentando desviar la mirada de Harry que hizo un puchero demasiado adorable en son de molestia, agarró unas pocas cosas de su baúl antes de meterse al baño con enfado.

— No debiste decirle eso, yo quería bañarme temprano hoy —Le riñó James a su lado, sí había una única queja que tanto Sirius como James compartían sobre su compañero de cuarto era que al igual que Remus acaparaba los baños cuando se bañaban.

— Vamos, se veía adorable todo tierno desperezándose, además de que no entiendo para que quieres ducharte temprano, hoy es nuestro primer día libre de los entrenamientos y de clases, además de que es mi cumpleaños, déjame disfrutarlo —Refutó haciendo una mueca, le encantaban los entrenamientos, eran divertidos, exigentes y le permitía mantener su cuerpo en forma, pero joder que eran exigentes, así que realmente no le molestaba ese día de descanso.

— ¿Sabes lo que significa que sea tu cumpleaños? —Preguntó James enarcando una ceja, Sirius no necesitaba recordarlo, en realidad su familia había sido muy amable en hacer planes por él, su prima Bella había logrado, con ayuda del profesor Slughorn, tener un pequeño desayuno familiar en los jardines, después tendría un tiempo con sus amigos en los que harían bromas, incluso Harry se había apuntado a unas cuantas, y por último tendría una pequeña fiesta privada con sus amigos donde sí tenía suerte podrían repetir el evento del año anterior.

— Ni me lo recuerdes, espero que no dure demasiado o enloqueceré —Murmuró enfadado y tras unos pocos minutos Harry salió vistiendo un apretado pantalón negro y una playera de un verde profundo que aunque cualquier león que se precie solía evitarla Sirius podía dar fe absoluta de que a Harry le quedaba muy bien y resaltaba su piel porcelana.

— Debes tener mucho cuidado, Sirius —Advirtió Remus no sin razón, desde hacía algún tiempo había estado recibiendo un olor inusual de parte de Sirius, leve, tan leve que incluso cuando se acercaba la luna llena no era capaz de identificarlo bien, pero ahora que seguía la vista de su amigo tenía una idea de lo que podía ser.

Remus no era ignorante de todo el asunto hormonal, en realidad aunque fuese para su vergüenza había estado obligado a aprender tanto como pudiera pues al ser un lobo cuando llegase su pubertad podría tener episodios fuertes que debía saber cuidarse, y creía que cuando menos la pubertad estaba logrando que Sirius se fijase en su pequeño amigo de otro modo más que el amical, no podía decir sí solo eran las hormonas o algo más, pues seguía siendo tan leve que en realidad seguía desconcertado sobre ello, pero sí Sirius no tenía cuidado no quería imaginarse los posibles resultados.


¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Where stories live. Discover now