Capítulo 6

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-N.. No.. Me niego. - me removia incómoda en la cama, de repente se volvió más dura?, estaba en un estado de mitad vigilia y mitad sueño. Entre despierta y dormida. - Me niego a casarme con Evan..
-Hey, hey despierta
Una voz lejana me llegaba a los oídos
-Mmmmm. - no quería abrir los ojos por alguna razón
-Oye, ya despierta.-la voz sonaba melódica y alguien me daba pequeños toques en el brazo
-Humm mamá cinco minutos más. - le di la espalda a de donde sea que provenía la voz
-A quién diantres le dices mamá!?

Al oír su voz de forma clara, abrí los ojos completamente y di media vuelta para encontrarme con esos ojos verdes que me transmitían diversión, mientras que su rostro tenía una mueca de fastidio

-AAAAAAAAAHH. - rápidamente me senté, agarré un cojín, y se lo lancé, lo cual él esquivó fácilmente. - pervertido!
-Qué?. - en su cara ahora se notaba la confusión. - pero si ni te toqué. - alzó las manos en señal de inocencia
Mientras yo agarraba una de las almohadas más grandes y la abrazaba como escudo
-Siempre entras a mi cuarto sin mi permiso!. - mi cara se tiñó de rojo al recordar el pijama que traía puesto. Era de Winnie-the-Pooh, es un osito bien lindo no me culpen
-Ni siquiera estamos en tu cuarto Einstein. - rodo lo ojos fastidiado
Qué éste chico solo conoce el fastidio?
-Qué.. Por qué lo dices?. - ahora era yo la confundida, este lugar se veía exactamente como mi dormitorio
-Mientras dormías hicimos una transferencia desde tu dormitorio hasta acá. - el fingió pensárselo. - y creo que no me gustaría ver tu cara dormida de nuevo, la traías bien estúpida. - era obvio que me estaba viendo la cara, en su rostro estaba la viva imagen de la travesura.. Pero es tan molesto..

Mi cara ya me ardía pero no de la vergüenza sino de la ira. Quien se cree que es para decirme tales cosas? Todo el mundo duerme con una cara estúpida y los que no, sólo existen en los cuentos de hadas
Iba a protestar cuando él me mandó callar

-No te preocupes tu madre fue bien recompensada
-Que..?. - él negó con la cabeza a mi pregunta no formulada
-Ven

Me agarró de la mano mientras me arrastraba hacia fuera
Nada más al salir del dormitorio me llegó una fría brisa que hizo que se me alborotara el cabello e impidiese que vea por donde voy. Solamente Evan me guiaba, pero porqué hay una brisa tan potente?

-Y aquí es donde te mandé traer. - su voz estaba cargada de orgullo
Al fin pude soltar su mano y retirar el cabello de mi vista
Lo que vi no se podía comparar a nada de lo que había visto antes
-Estamos en un crucero. -añadió al ver que yo no salía de mi estupefacción
-Crucero, en medio del océano - repetí para mi misma, para convencerme de que era real todo esto. La belleza del mar era impresionante, su color cristalino, el horizonte. Cerré los ojos para disfrutar de la sensación.
El olor a sal, las olas chocando por el barco, los pájaros.. Claro, como no me había dado cuenta antes? Es tan...
-Esto es secuestro sabes!?. - porqué demonios estaba disfrutando esto? Por un momento me perdí en las sensaciones tan placenteras, no puedo olvidar que fui traída hasta aquí sin mi consentimiento por más hermoso que sea todo
-Tu mamá dio el consentimiento..
-Pero yo no!. - contraataqué
-Ella fue recompen..
-Llévame a mi casa ya!. - ignore su excusa barata y grité cruzada de brazos, mientras que daba media vuelta dispuesta a irme a donde sea

Además de no querer anular el compromiso me rapta?
-Entonces acepta ser mi esposa. - Sin siquiera esperarmelo, agarra uno de los mechones de mi cabello y obliga a que me agache a su altura y lo mire, ya que es más pequeño que yo y no puede agarrarme el rostro. - di que aceptas ser mi esposa y que te casarás conmigo. - los ojos los afiló con determinación. - sólo así te dejaré ir a tu casa...

(...)

-Que tipo más irracional!
Me empezaba a enfurrunar mientras estaba sentada en una lujosa silla y deslizaba el peine por mis largos cabellos lisos. Me fijé en el espejo que tenía enfrente y en el rostro que me devolvía la mirada, ojos muy grandes y de un color marrón común, cejas rubias del mismo color que mi cabello y pómulos sonrosados. Esa era yo? Aquella niña que destilaba inocencia? De repente el rostro de la mujer en el espejo adquirió vida propia y me miraba con desaprobación

El ContratoWhere stories live. Discover now