Capítulo 48

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De los coches bajan muchas personas trajeadas, pero no de las que se ven empresarios, no, estas personas tenían traje negro y un auricular en un oído. Ay no, Santa Diosa de la ropa rosa, porfavor que no nos hagan nada.

Después de unos eternos segundos, bajan del coche del medio a las personas que no pensé que volvería a ver.

La señora R tenía el cabello recogido de forma elegante, mientras que traía un traje de empresaria color azul marino. Su semblante era serio pero aburrido mientras a su lado se colocaba la única persona que casi me echa de una escalera.

Traía su típico peinado con dos coletas pero ¡Sorpresa! ahora lo tenía arcoiris en los dos lados. Yo amaba los colores juntos hasta este momento.

Traía unos tacones quizá de 15 cm y así apenas podía alcanzar la altura de la señora R. Traía un top rojo con una chaqueta rosa y su minifalda con unas medias altas negras.

La señora R me examinó y yo temblé, no por mí sino por Evan. ¿Qué le haría está bruja a mi preciado,Evan?

-No sé que tienes en la cabeza, Cameron.- su voz sonó bastante firme y dura para luego soltar un suspiro totalmente falso.- Me desobedeciste y dejaste a tu prometida, tirada en la mansión.

Abrí los ojos y me puse a su lado para poder mirarlo a la cara. ¿Él dejó a Darleen para venir junto a mí? Lágrimas picaban mis ojos mientras mi corazón se expandía. Sólo podía pensar en algo " Él me eligió, él me eligió"

-Ella no es mi prometida.-miró a Darleen con burla para luego agregar.- No quiero a una criminal a mi lado.

Darleen quedó pálida y casi dió un paso atrás pero luego se recuperó cuando la señora R tomó el control.

-Deja de decir estupideces.-su madre lo cortó y lo miró ceñuda.-Sufrirás las consecuencias por desobedecerme. El lunes anunciaremos en cadena nacional y con periodistas tu casamiento. Y desposarás a Darleen. Ella es…

-¡No me importa! ¡Me niego! .-Evan se alteró y me agarró de la mano.- ¡Elijo a Abbey como mi prometida!

Su madre suspiró totalmente hastiada e hizo una seña a los guardaespaldas para que avanzaran. Todo ésto mientras Darleen sonreía con malicia. No,no,no porfavor…

—Sáquenla de aquí.- dos guardias me agarraron bruscamente de los brazos mientras me separaban de Evan. Lo mismo hacían con él.

—¡Evan!.—grité desesperada.

Él me miró impotente mientras nos alejaban y estiraba su brazo tratando de alcanzarme.—Abbey.—susurró, con la garganta cerrada.

Cuando ya estaba pensando "¿Aquí termina todo?" Evan gritó a su madre.—¡Está bien! Me rindo, ustedes ganan. Iré por voluntad propia a la mansión.

Yo lo miré angustiada, él no me miró y siguió hablando. —Pero sólo dejenla en paz y denme dos minutos a solas.

Su madre se lo pensó, me miró socarrona y con una señal de cabeza los guardias nos soltaron a los dos.

—Un minuto.—aclaró mientras ya subían todos a sus respectivos coches, dejándonos relativamente a solas.

—Evan, ¿Qué hiciste? yo..—ni siquiera sabía que decir pero Evan me calló con un dedo en mis labios y negando suavemente.

—Ellos no te dejarían ir si yo no accedía.—rectifica y suspira pesado, para luego mirarme decidido. —¿Confías en mí?

Lo miré decidida y coloqué ambas manos en su rostro.—Confiaría para que me guíes hasta en el infierno su allí estás tú.

Me sonrió y se formó ese hoyuelo en su mejilla derecha, esa impresión me dejó aturdida unos segundos.

—Bien, entonces confía y espérame, ¿Si?

Asentí enérgicamente y con decisión. No mentía cuando le dije eso. Iría hasta en el infierno con él.

Evan tecleo rápidamente en su móvil para luego acercarse y colocar su cabeza sobre mi hombro pero sin tocarlo. Susurrando justo en mi oreja.

—Robert vendrá a buscarte, necesito que lo esperes cerca del bar, en dónde estarás medianamente a salvo y no en éstas calles…

Empecé a negar rápidamente pero él me detuvo la cabeza. —Escúchame Abbey, esto es muy importante. Éste barrio no es nada bueno y no te lo digo por sobreprotector.—aclaró rápidamente cuando iba a abrir la boca para protestar. —Reconocí a tus amigas en el bar y aunque hubieran venido en coche no están en condición de conducir y mucho menos si vinieron con alguien. No confío en nadie.

Abrí la boca pero él me silenció.— No dejaré que vayas en autobús a esta hora de la noche, Abbey.

Entonces me rendí. —Bien.—dije rendida.—Pero se quedará a cenar en casa.

Él me guiñó y comentó.—La pasta es su comida favorita.

—¡Cameron¡.—gritó su madre impaciente.

Él le dirigió una mirada envenenada para luego devolver su mirada a mi y depositar un tierno beso en mi frente.

—Espérame, Abbey.

Con eso se despidió mientras yo regresaba corriendo al bar.

—¿Qué pasó?.— Eso fue lo primero que me dijo Camille al llegar y encontrarlas sentadas frente al bar. Imito su acción y me siento en medio de ellas.— ¿Estás bien? No sabes lo preocupada que estuvimos…

—Sí, ustedes fueron las que me metieron en ese lío.— las reprendí y por primera vez encontré a las dos avergonzadas de verdad y al mismo tiempo.

—Lo sentimos.— las dos bajaron las cabezas y ya no se notaba casi rastro de alcohol en ellas.

—La verdad que sí.— Lucy me sujeta de las manos.—Perdonáme.—miró hacia atrás y rectificó.—Perdónanos.

La verdad que hacemos cosas estúpidas cuando estamos ebrios, además ellas sólo estaban jugando. No soy nadie para juzgarlas y no ha pasado a mayores. No creo que sea para tanto.

Asentí con la cabeza y Camille entornó los ojos hacia mí.

—Que estés aquí y no con Evan, significa algo malo, ¿verdad?

Me mantengo en silencio y acerco más la chaqueta negra de Evan, suspirando profundamente hasta que Lucy secunda la pregunta de Camille.

—¿Tan malo es?

Suspiro por quincuagésima vez en el día y veo como la limusina de Robert se estaciona frente a nosotras.

—Tengo tanto que contarles, chicas.— Me levanto, me limpio el trasero del frío suelo de frente del bar.—Pero.—miré desconfiada el lugar.—Subamos, ya es tarde y es peligroso, en el camino les cuento.

Si, les cuento que mi vida está patas para arriba…


Estrellita ✨ y comentario si te gustó ❤😍👏😭Os amo, Creaciones.

El ContratoWhere stories live. Discover now