Capitulo 65

768 78 6
                                    

Lávense las manos, usen mascarillas, péguenme un tiro. En ese orden

LEAN LA NOTA FINAL.

Me estoy muriendo de calor, joder

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Me estoy muriendo de calor, joder. El sol está en su punto más alto. Siento el sudor resbalar por mi espalda. Daría mi brazo izquierdo por un helado en este instante.

La cancha tiene barras que impiden que ninguna persona ingrese e interrumpa el partido, obviamente eso no aplica a animales. La primera en carcajearse es Lucie, luego sigo yo y al ultimo Camille. No sé de dónde ha salido un perro, pero está paseándose por el campo por lo que el árbitro pita y personas tratan de agarrar al perro.

¡Lo más gracioso de todo es que ni siquiera se acercan! El perrito piensa que están jugando con él y empieza a esquivarlos como puede. Es una situación tan surreal que me sujeto el estómago de tanta risa. Camille está golpeando la cerca en busca de aire y Lucie ya está con los ojos llorosos. Ninguna es consciente de una cuarta presencia en nuestro grupo hasta que siento algo frío bajar por mi cuello.

Chillo del susto y mis compañeras dan un pequeño salto hacia atrás.

—¡¿Cuál es tu problema?!—si yo pensaba que estaba sudando mucho pues definitivamente Evan me gana el primer puesto. Su playera está completamente mojada de sudor y su cabello gotea—. ¡Está frío!

Él se ríe con ganas—. Hubieras visto tu cara, fue todo un espectáculo—Lo miro mal y él suelta otra carcajada—. Calma calma, desde el campo puedo ver como estas derritiéndote bajo este calor infernal, pensé que un poco de agua fría no te vendría mal. ¿Porque no van bajo ese árbol gigante?

Señala el famoso árbol de nuestro instituto, observo un rato a las chicas, ellas suben los hombros, niego con la cabeza. Está muy lejos y yo quiero verlo jugar.

—¿Porque no estás con tus compañeros de juego y de dónde sacaste agua?

—Hasta que esto no se solucione—giró su cabeza hacia el perrito juguetón —. Puedo estar descansando y el agua pues el chico de allí nos las da.

Un chico está cerca de las gradas, tiene el mismo uniforme que el equipo por lo que supongo que forma parte de ellos.

—Chicas—da a cada una de mis amigas una botella de agua bien fría. Mis amigas se lo agradecen con fervor y le dan un trago grande para aplacar la sed. Prácticamente puedo oírlas "cásate ya con él" "es el indicado" río internamente—. Vale me voy, ya han despejado la cancha —da un último trago a la botella, me la da para que la tome y cuando pensé que iba a dar media vuelta e irse, hace otra cosa completamente distinta. Toma mi nuca y estampa sus labios contra los míos. El líquido frío baja por mi garganta y me mareo. Mis amigas exclaman anonadadas. Él se separa, me guiña y dice—. Deseame suerte, angel.

Joder. Es placenteramente loco.

—¿Pero es que cuando cambió todo que no me he dado cuenta? ¿Es el mismo repeinado, impecable totalmente correcto de la otra vez?—Lucie me avasalla con preguntas.

El ContratoWhere stories live. Discover now