El Contrato

Capítulo 64

Hola hola criaturillas del señor. ¿Un nuevo capítulo? ¡Claro! No podía fallarles a mis más hermosas, preciosas y deslumbrantes constelaciones que tengo como lectoras. Me he enterado de que no leen mis notas al final del capitulo así que me tendrán que leer al inicio del capitulo (si si quéjense pero es su culpa por no prestarme atención) He creado un grupo y nadie me ha escrito ¿que paso que paso? *se pone a llorar en una esquina. Escribanme chicasss, todas las que quieran entrar en el grupo de WhatsApp para ya saben que...ejemm. +595 994 247 381 ¡escríbeme! ( ahhhh y estén atentos al siguiente capitulo porque les presentaré a Abbey howland, las chicas del grupo ya la han visto así que no creo que estén tan entusiasmadas como las que no lo han visto, ¿ven lo que se pierden por no estar en el grupo!?)
Sin más preámbulos, les dejo el capitulo. ¡Vean al final del capitulo, es una orden!

La semana pasó volando, todos los días Evan me llamaba y nos veíamos en vídeos, fotos etc. Me decía lo frío que hacía en Rusia y lo diferente que era de nuestro país. Yo lo escuchaba quejarse pero por su tono de voz entendí de que de verdad lo estaba disfrutando, aprendiendo idiomas y saliendo por ahí, yo más que cualquier otra cosa me sentía feliz por él, me encantaba escucharlo tan emocionado, casi hasta podía imaginar el brillo verde de su mirada mientras gesticulaba con énfasis. Me gustaba que esté contento, porque él no se da el gusto de descansar o incluso tener paz.

Llegó ayer por la noche, lloré al verlo, como si no lo hubiese visto horas atrás por la videollamada. Él me sonrió tranquilo y esa noche dormí acurrucada a su lado. Protegida de cualquier mal. Me pregunto que diría Evan al enterarse de que voy a aparecer en un comercial en la televisión, sería muy bonito y me haría feliz si a él le gusta.

Estoy divagando con potencia mirando a través de la ventana, una bandada de pájaros volar cuando la profesora se entromete en mi concentración astral.

-¡Dejen de hablar y presten atención!-la profesora se detiene frente a la clase y nos recorre con la mirada diciéndonos "Mejor que hagan caso"-. Les presento al alumno recién transferido. Pasa querido.

Hace una seña hacia la puerta y se escuchan pasos antes de ver unas piernas asomarse hacia acá.

Grititos ahogados de chicas se escucharon en todo el salón. Mi boca se desencaja y me mareo un instante.

Esto debe ser una jodida broma...

-Buen día, soy Alastor Clamor y es un placer conocerlos.

Nunca pensé que sus palabras de días atrás serían tan certeras y desatarían una tormenta.

Me pongo nerviosa al instante. Mierda mieda mierda. ¿Y ahora qué hago?

Agacho la cabeza mientras coloco el cuaderno sobre mi cabeza. Si piensa que estoy durmiendo quizá ni se acerque, porque nadie se acerca a un estudiante dormido ¿verdad?