Capítulo 17

1.2K 77 2
                                    

Como le digo... Como le digo.. Como le digo
Me paseo furiosamente por el lado contrario a la cancha. Las miles de admiradoras de Evan están haciendo un escándalo como hinchas realmente enérgicas.
Estoy aquí atrás de ellas casi haciendo un agujero en mi camino. Nadie me presta atención y doy gracias por ello.
Estoy muy nerviosa y dolida a la vez. Una hora después del incidente de esta mañana, estamos aquí en la cancha de fútbol. Es por eso que Evan me mandó prepararme temprano porque era un viaje largo hasta aquí.
Un dolor en el pecho me recuerda a una hora antes. Si tan sólo no hubiera respondido a la puerta, él no me hubiera besado.... Mi primer beso..
Mi corazón se rompe cada vez más.
Yo quería que Evan fuera el primero, y odio a Ean por robarme ese deseo. Por robarle a Evan la oportunidad que sólo le pertenecía a él
Estoy tan mal, siento que me ahogo. ¿Cómo pude hacerle eso a Evan? A la persona que me gusta de verdad, aunque admitirlo sea mucho más difícil que sentirlo
El flashback viene involuntariamente a mi cabeza
-Me gustas. - me mira directamente al rostro.- me gustas de verdad Abbey
Abro y cierro la boca sin poder creérmelo todavía
-Desde esa tarde... - se calla un segundo. - durante catorce años tan solo pude pensar en ti
Mi mundo empieza a dar vueltas
-Lo que no sabías esa vez es que era mi cumpleaños. - Ean lo dice en tono neutro
Mi aturdimiento aumenta. Tenía cinco años y lo estaba pasando solo en el parque, llorando en una caja de arena?
-No te diré cual es mi plan. -dice con un extraño tono serio. - pero sí te diré cuál es mi meta: Te tendré Abbey, sin importar qué. Te tendré.
Levanto la mirada hacia Evan, saliendo de aquel trance que me revuelve el estómago. Él es tan perfecto, pero a su manera. Trata con todas sus fuerzas de ser el mejor en todo, aun con la poca preparación que se le dio en comparación a Ean.
Como le digo? Como le digo que su hermano me beso?
Está corriendo con todas sus fuerzas por la cancha, con el semblante serio y esa aura misteriosa que lo rodea. Eso vuelve locas a todas las chicas.
Está sudado, sus pantalones cortos muestran sus piernas y músculos bien marcados.
¿Cómo puede sorprenderme? Él amaba el fútbol y lo jugaba cada vez que podía. Antes de que se le pase la herencia a él, obligatoriamente claro.
Las gotas de sudor hacen que su camiseta se pegue a su pecho y tampoco está tan mal. Es decir, todavía le falta crecer pero ya tiene bastante
Su cabello se pega a su frente y brilla en la luz del sol. Le da colores tornasolados
Me muevo de nuevo nerviosamente detrás de las fans con una botella de agua en mis manos. Se supone que lo agarré para pasarle cuando termine el partido de fútbol, pero no estoy segura de poder siquiera mirarlo.
Tengo tanto miedo. No quiero que me rechace, la verdad, me dolería el alma.
Como invocándolo, Evan anota un gol y la gente enloquece, el árbitro lanza un pitido y el juego termina.
Hay un hueco por donde puedo ver a través de las fans a Evan, se seca el sudor con la camiseta y varias chicas babean.
Me irrita bastante, pero luego veo que busca entre la gente a alguien. Trato de moverme pero mis pies no me funcionan hasta que Evan choca miradas conmigo. La desvío rápidamente. La culpa me corroe por dentro.
Miro la botella de agua en mis manos y decido escapar antes de que sea tarde.
Doy tres pasos para correr pero un jalón de mi vestido me detiene bruscamente, oigo jadeos apenas ocultos de las chicas y cierro los ojos con fuerza
-Es demasiado rápido. - escucho a una de ellas
-¿Dónde aprendió a correr así?. - otra la acompaña
-Has visto como saltó la valla?. - un agudo grito se escucha
-¿Porqué siempre busca a ella?. - el último comentario me derrumba, y sé con seguridad que no pude escapar y la verdad jamás quise hacerlo
-Dónde crees que vas?. - el aliento de Evan me choca en el cuello y me estremezco imperceptiblemente
-Debo ir... - dudo. - al baño?
Cuando la respuesta sale de mi boca me arrepiento horrorosamente. Me pateo mentalmente. Obviamente si quieres que tu respuesta sea convincente debes afirmar y no preguntar. Estúpida yo misma.
-Ya vale, claro. - dice sarcástico. - con la botella de agua en mano?. - pregunta Evan irritado y a la vez divertido
Rápidamente me da la vuelta y quedamos frente a frente. Está creciendo rápido y eso me obliga a pensar del porqué yo no lo hago. ¿Me faltan vitaminas? ¿Porqué pienso en vitaminas cuando se supone que tengo un problema gordo en mi vida? Suspiro mentalmente, me carcomo la cabeza con todos los problemas que han pasado desde que llegué a la mansión.
-¿Porqué cada vez que hablamos parece como que estas en otro lugar?. - pregunta esta vez curioso
Abro la boca para contestar pero él arrebata de mis manos la botella y lo toma sin vergüenza aunque no sabe si es de él o no.
-Oye!.- reclamo. - estás tomando el agua sin permiso
-Obviamente. - dice rodando los ojos. - si es mío, y estoy sediento.
-Y qué pasa si es que no es tuyo?. - digo altivamente
-No es mío?. - pregunta con un brillo en los ojos.
-Sí lo es. - afirmo con un suspiro, mientras él me regala la sonrisa de "te lo dije, yo lo sé todo" se encoge de hombros y sigue tomando el agua.
Bien, debo decírselo, debo ser valiente y decírselo. Miro atrás de él y todavía están algunas chicas cuchicheando. Me irrita bastante.
Evan arroja la botella con un movimiento grácil al cesto de basura a unos metros de mí y lo encesta fácilmente.
Fli-po. Mi boca cae totalmente abierta mirando la botella vacía en el basurero.
Miro a Evan totalmente alucinada.
-Sabes jugar también basketball?. - Balbuceo sin todavía poder creerlo.
Se encoge de hombros como diciendo "sé hacer muchas cosas" y me guiña un ojo. Se seca el sudor con la camiseta y se endereza
-Necesito hablar contigo. - dice ahora de repente serio
Toda la sangre sale de mi cara y baja a mis pies. Me quedo pálida al instante
Lo habrá pillado? En algún momento durante el camino hasta aquí me pasé de boca? No, por primera vez estaba en silencio.
Peor aun, Ean se lo habrá dicho? Ay mi dios, gimo interiormente. De repente estoy aterrorizada, me va a humillar frente a todas esas chicas chismosas?
Evan como interpretando mi silencio mira por encima de su hombro a las chicas y arruga el ceño
-Vamos. - me sobrepasa y me agarra de la mano mientras camina rápidamente
Mis pensamientos van frenéticos de un lado a otro tratando de buscar una salida
Entramos a un edificio y subimos rápidamente unas escaleras hasta llegar a la azotea.
El aire fresco me sacude el cabello y lo revuelve. Aspiro una bocanada de aire y Evan me suelta la mano, mientras se acerca a la orilla y fija su mirada hacia abajo.
Mi corazón late muy rápido, tum tum tum, lo escucho prácticamente en mis oídos. Atajo la respiración esperando lo peor, gritos, gestos bruscos, rabia y palabras entre dientes. Pero para lo que dijo a continuación no estaba ni remotamente preparada.
-Lo siento. - suelta todavía mirando había fuera
Parpadeo desconcertada.
-¿Cómo?. - lo juro, creo que lo imaginé. Él no ha dicho eso o si?
-Perdóname Ángel. - da la vuelta para encararme. - en el shopping..
Niega con la cabeza y yo parpadeo buscando cuadrar todo ésto.
-Fui un bruto de nuevo, a pesar de que te dije que intentaría ya no serlo. - me mira.- te encerre en ese vestidor y. - me toca en donde se supone que debería estar la marca que por supuesto ya no lo está
-Me puse muy celoso. - admite con vergüenza. - no quiero que uses nada que tenga que ver con otro chico.
-Evan yo.. - los ojos me pican al saber que se está disculpando. Me quiere y se puso celoso. Me pone feliz. ¿Debería contárselo ya?
-De todas maneras. - carraspea sin dejarme terminar. - la sucesión se adelanta.
-Qué?. - el cambio de tema me hace tropezar mentalmente
-Quieren hacer la sucesión para la herencia mientras Ean quede todavía en el país,ya que es parte importante de la familia. - se encoge de hombros
-Cuándo?. - pregunto para poder prepararme a la avalancha de presión
-Menos de una semana. - responde neutral, pero veo que sus hombros se tensan.
Imagino que ha de ser un golpe realmente fuerte saber que tienes menos de una semana para prepararte para el recibir de tu herencia mientras tú pensabas que quedaban meses.
-Necesito que te prepares. - me mira directamente a los ojos de nuevo y mi corazón salta de la emoción. - te tendré que hacer mi esposa antes
Fija su mirada en la cinta que cuelga de mi vestido, se acerca rápidamente y lo jala antes de que pueda detenerlo.
Se queda muy cerca de mi y al instante el olor a sudor, sal y almizcle me llenan las fosas nasales. Inhalo temblorosamente tratando de que no se dé cuenta. Huele a Evan, simplemente a él.
-Por el momento sólo tengo ésto. - me levanta la mano y ata la cinta que acaba de sacar de mi vestido, en el dedo anular de mi mano izquierda.
Lo miro y él se sonroja en las orejas
-No te preocupes. -añade rápidamente. - el verdadero te lo daré la próxima semana.
Llegados a este punto tan sólo quiero berrear y llorar como una bebé. No puedo, casi literalmente no puedo hacer esto.
No puedo arruinar un evento tan importante como para mencionar lo que pasó hoy. Por lo menos no antes de la sucesión.
Lleva mis nudillos a su boca y los besa con extremo cariño.
Mis ojos pican y amenazan con derramar lágrimas sin cesar.
-No te perdonaré si dices que no. ¿Entendido?.-Evan tiene mucha determinación. Asiento temblorosamente.
Evan me gusta, y creo que estoy enamorada de él.
¿Qué debería hacer? No le voy a contar nada ni arruinar algo tan importante para él con lo sucedido. Voy a esperar pacientemente y a confiar en él con toda mi alma. Voy a apoyarlo como nadie, porque se lo merece y cuando sea el momento se lo diré.
Él entralaza nuestros dedos y casi automáticamente bajo mi cabeza para descansarla en la suya. Él instintivamente alza la suya para recibir la mía y así nos quedamos. Frente con frente, con las manos enlazadas, mientras Evan realiza pequeños círculos en el dorso de mis manos y yo acaricio el pequeño moño en mi mano izquierda.
Sí, debo confiar en él, de seguro que todo saldrá bien, todo saldrá perfecto y mientras nos quedábamos así juntos, en nuestra pequeña burbuja de amor, en una azotea, el viento soplaba con fuerza, ondeando mi cabello y desordenando el de Evan. Yo solo podía pensar en una maldita cosa: Creo que me he enamorado de él.

El Contratoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن