¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Traté de recomponer mi persona en un intento algo fallido, mi garganta dolía por reprimir el llanto y mis ojos ardían demasiado, terminé de descubrir mi rostro al mundo cuando entendí que llorar no me llevaba a ningún lado aunque lo exteriorizara. Veo a mi tía observando la escena que creía mía y el miedo se apoderó de mi, ¿desde cuando se encuentra parada en la puerta?. Me llené de vergüenza, me llené de dolor. Instintivamente sequé mi rostro y le hablé entre ruegos.
—S-solo estaba un poco triste, no va a volver a pasar. —respiraba entrecortadamente tratando de regularizar el oxígeno que entraba a mis pulmones— Solo es un error, lo juro.
—Taehyung, ¿Qué pasa?. —me acercó a sus brazos y me quedé quieto, tenía miedo, no pensé que reaccionaría así— No es un error llorar y no está mal, ¿extrañas Daegu?.
Extraño a su hijo, a mi primo, mi amigo, extraño tener quince años y volver a ser feliz, extraño cosas que ni usted ni nadie podrán devolverme jamás, porque me han arrebatado años y los años no regresan, extraño ser ese adolescente enamorado que creía inocentemente que nadie podría arrebatarle lo que lo hacía feliz, hasta ese día, hasta que usted eligió por él.
—Hay cosas que no entiendo y no voy a entender nunca.
Salí de la habitación porque el tenerla a mi lado me asfixiaba peor que la almohada, no era una mala persona, pero había tomado malas decisiones. A decir verdad ella era lo más parecido al cariño real que alguna vez recuerdo haber vivido.
—Tae esperá, tu mamá me comentó lo de los últimos años, ¿queres volver a empezar acá?.Yo... —su voz temblaba— Yo puedo darte todo lo que necesites, no te va a faltar nada. Realmente podes hablar conmigo sobre lo que sea que te sucede. —mi madre le había hablado sobre mi condición, lo que recibía en este momento no era más que lástima. Frené mi cuerpo delante a la puerta de la habitación que creía era la de Jungkook, tenía un color rojo, al parecer pintada por él.
—Mi madre comentó...
—Lo de las terapias y la escuela, estoy segura de que estarás mejor en Seúl, —mi madre no había contado ni una cuarta parte de mi vida, porque la avergonzaba— solo no te cierres, sos casi mi hijo, te vi crecer y quiero lo mejor para vos.
—No me siento tan solo, tengo a Jungkook.
—Me alegro, perdón por separarlos hace unos años, no debí hacer eso, no sabía que hacer con todo lo que había sucedido, estaba sola y... —la música estaba tan alta que no pudo terminar la frase— ¡Jeon bajá la música! —gritó exasperada— Voy a ir a comprar algo para cocinar, ponete cómodo, ahora esta es tu casa, en un rato vuelvo —quitó la mano que acariciaba mi mejilla y trató de abrir la puerta roja, intentó en vano ya que estaba cerrada— ¡Salí de ahí Jeon Jungkook!.
Jungkook se había encerrado bajo llave, algo no estaba bien. Me preocupaba pensar que de alguna manera tenía más pastillas en su habitación, algunas que habrá comprado antes de ir a Daegu.
