¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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Junio, 2006.
—¿Pero, que pasó, Kookie?.
Había ido por una leche chocolatada cuando al volver Kookie estaba sangrando.
—Quise subir solo por las escaleras al cielo y me caí. —mi pequeño primo lloraba sin consuelo mientras un hilo de sangre ensuciaba su ropa desde el corte en su mejilla.
—No te preocupes, vamos a curarte. —le dije para tomar su mano.
Caminamos a casa y él prefirió sentarse sobre la mesa que pintamos juntos hace dos días, mientras yo iba por algodón y alcohol al baño. Kookie era muy inquieto y le gustaba examinar todo solo, no quiso esperar a que yo lo ayudara a subir por lo que la mayoría de veces terminaba con alguna pequeña cicatriz. Fui directo al primer piso ya que no encontré a mis tíos para pedirles que curen a Kookie y no iba a dejarlo así, mi tía me había curado muchas veces, no debe ser difícil. Subí los escalones corriendo al recordar las lagrimitas de Kookie y con los materiales en las manos caminé nuevamente hacia las escaleras, pero antes de bajar escuché a mi tía llorando en la habitación de huéspedes, donde ellos se quedan cada vez que vienen, salvo Jungkook que duerme conmigo. Escuchaba gritos y quejidos que me revolvían el estómago, parecía grave y solo me atreví a mirar por la ranura de la puerta cuando los gritos fueron peores.
—¡No te daré el divorcio, ustedes son lo que son por mi!. ¡¿Queres que Jungkook viva esta vida de mierda en la que te criaste vos?! —mi tío gritaba desgarrándose la garganta— ¡No, Kim YeonJi, ahora vas a hacer lo que yo te diga!, ¡Nos vamos hoy!.
¿Querían irse? Pero si apenas había llegado ayer, no quería que Kookie se fuera.
—Jongmin, nosotros ya no nos amamos, no necesito un peso de tu dinero solo quiero que esto pare.
Sus palabras salían ahogadas y me dolía el corazón escuchar a mi tía llorar de esa manera.
De pronto las palabras ya no estaban y me pareció raro siendo que estaban peleando, un sonido agudo se escuchó muy fuerte y luego solo gritos que me hicieron retroceder dos pasos de la puerta. Alaridos cargados de ira y dolor me advirtieron de lo que sucedía, el miedo latiendo en mí pecho se sintió más vivo cuando miré por la cerradura notando que aquel hombre le propinaba golpes de mano abierta mientras ella se cubría el rostro con ambos brazos. Abrí la puerta y corrí a ella prohibiendo que la mano del hombre que me daba miedo volviera a tocarla, sintiendo el impacto en mi espalda.
—¡Movete, mocoso! —me abracé mejor a mi tía, no iba a dejarla sola, no con ese hombre ahí— ¡Que te muevas, Taehyung! —gritó tan fuerte que comencé a temblar, aún así nunca solté el cuello de la mujer debajo de mi— ¡Bien, vos lo pediste!.
Cerré los ojos con fuerza a la espera de otro golpe que no llegó.
Mis ojos se abrieron despacio notando nuevamente la luz que entraba por la ventana, solo vi sus ojos marrones mirándome, estaba sobre mi, protegiéndome, su labio sangraba y su piel era violeta en algunas partes, pero me sonreía, mi tía tenía la sonrisa más hermosa del mundo, era diferente y bonita, y aunque todo en su rostro reflejara dolor, ella me sonreía.
