태 19. Asombro 국

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“No dejes que el idiota de Park tome mi lugar”
“Fue su gran amor no correspondido desde los catorce años, por lo menos”

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“No dejes que el idiota de Park tome mi lugar”

“Fue su gran amor no correspondido desde los catorce años, por lo menos”.

Las palabras de Yugyeom volvieron a mi, otra vez él en mi cabeza, me lo advirtió, pero nunca lo imaginé o no quise imaginarlo. Jimin nunca me había parecido una persona que sintiera algo por Jungkook, y que ahora me dijera estas palabras me hacía sentir tan confundido. Yo soy consciente que Jungkook ni siquiera registra mi existencia, salvo cuando irrumpo en su burbuja de tristeza, pero él era amigo de Jimin, fueron juntos a la escuela y ahora están juntos en la universidad, él si podría llamar su atención fácilmente.

—Jimin yo… no sé que decirte.

—Quiero que me digas la verdad, es muy rápido ¿no?. Él todavía no está bien y…

—Park, es muy rápido. Pero podes empezar a ser algo y con el tiempo verán si llegan a ser… eso que me dijiste que querés.

Jimin era inocente y puro, era increíble como amigo y yo también tuve ese brillo en los ojos cuando decía su nombre a los quince años. ¿Quién era yo para interferir entre ellos? Si Jimin podría darle todo lo que yo no.

Se levantó de la mesa y se sentó en mis piernas abrazándome. Jimin siempre era así conmigo y nunca me había molestado, hasta hoy.

—¡Gracias, gracias, gracias, Tae!.

El rubio se abrazó a mi con mucha intensidad captando las miradas de las pocas personas a nuestro alrededor.

—Bajate, esto es incómodo y más en pleno restaurante, nos están mirando —Jimin hizo caso omiso y me abrazó más fuerte— Minnie volvamos a comer ¿si? —solo entonces se levantó de mis piernas y volvió a su lugar.

Cuando vi el brillo en sus ojos me di cuenta que sus sentimientos por Jungkook eran reales y era algo que no podía ignorar, Jimin era una buena persona y el que amemos al mismo chico no lo volvía mi enemigo, nunca lo lastimó, ni lo hizo llorar, al contrario, siempre intentó alentarlo a mejorar. En estos últimos meses cuando más solo me sentí la única persona que estuvo para mi fue él, éramos amigos y había llegado a querer al muchacho de ojos bonitos sentado cenando conmigo. Si usaba el sentido común sabía que él tenía muchas más posibilidades que yo, él no compartía su sangre con Jeon. ¿Pero qué sucedería si yo le decía a Jimin que Jungkook no lo ve como más que como un amigo y que esforzarse sería absurdo? ¿Si lo convencía de que Jungkook sentía algo por otro chico y que Jimin debía abandonar sus esperanzas, sería una mala persona?. No iba a sabotear nada, cada uno debía esforzarse lo suficiente aunque yo tuviera más puntos en contra que a favor.

—Lo siento, es que estoy muy feliz de que me ayudes con esto. Tener tu aprobación es lo que más quería. —sonreía tan grande que no sería capas de arruinarlo— Gracias a vos me di cuenta de que Jungkook me gustaba.

No podía decirlo en serio.

—¿De qué estas hablando?. —la moza apareció frente a nosotros. 

—¿Desean algún postre? —Jimin me ignoró para poder responder a la muchacha.

—Que sean dos copas heladas, una de vainilla. —ll rubio volvió a mirarme—  Y otra de frutilla. Nada más por el momento. —la muchacha se alejó y Jimin volvió a prestarme atención.

—Te pregunté algo. —mi voz sonaba tan fría como mi corazón se encontraba— ¿Qué quisiste decir con que te diste cuenta de que Jungkook te gustaba gracias a mi?.

—¿Te acordas ese día que no salimos a comer y me quedé a dormir? —asentí en silencio— Cuando Jungkook por fin abrió la puerta, pero solo te dejó pasar a vos me sentí decepcionado, algo dentro mío había dolido… sentí celos. Estaba celoso de que fueras vos quien entró y no yo, de que él te abrazara y llorara en tus brazos hasta dormirse, fue estúpido, porque sos su primo, pero casi exploto de celos. Ahora que me ayudes es muy importante para mi.

—Celos. —susurré sin poder entenderlo ¿celoso de la familia de la persona que le gusta?, no tenía mucho sentido para mi— No Jimin, no voy a ayudarte con nada, si Jungkook te da una oportunidad es porque vos solo vas a esforzarte sin ayuda de nadie.

—Me parece bien.

Cada bocado que llevaba a mi boca me ponía más nervioso, Jimin no dejaba de hablar de sus sentimientos y la temperatura de mi cuerpo subía. Deseaba callarlo para ya no poder sentir envidia de mi propio amigo, porque eso era en parte, envidia. Le envidiaba el poder hablar abiertamente sobre lo que sentía sin miedo a ser juzgado por mi, yo jamás podría decirle cuanto amo a Jungkook y lo hermoso que me parece cuando recién despierta, cuando sus ojitos entreabiertos se quedan mirando un punto fijo intentando despertar del todo, no puedo decirle lo lindo que es cuando se enoja, porque aunque quiera parecer malo su boquita se encoje dándole un aura tierna; envidio su forma valiente de enfrentar que le gusta alguien, yo lo he callado por años, reprimiéndome de pensar siquiera en tomar su mano por miedo al rechazo, pero Jimin incluso ya estaba ideando la forma correcta de pedirle que sea su novio; envidio que tenga más posibilidades que yo de triunfar en cuanto se trata de Jeon, porque él no es su familia, porque él no es tímido a tal punto de sonrojarse por una sola mirada, porque Jimin no es cobarde. La envidia es mala, pero era en lo único que pensaba en este momento.

La ira me estaba rogando por estallar cada vez que soltaba imprudentemente un “Me gusta tanto Jungkook”, pero justo cuando estaba por perder la paciencia escuché algo que me interesó demasiado.

—No voy a mentir, cuando pienso en mi primer beso con Jungkook me siento usado.

Dejé los cubiertos a un lado del plato y me recargué en el respaldo de la silla esperando a que continuara.

—¿Ustedes… se besaron?.

—Jungkook fue muy rápido y en menos de un segundo ya nos estábamos besando, me sentí extrañamente bien, aunque yo había dicho repetidas veces que no me gustaban los chicos, nunca le había dado un beso a uno para confirmarlo. —su sonrisa fue muy grande— Fue lindo, no sé. Ese día fue difícil para todos.

—¿Por qué?.

—Me gustaba molestar a Yugyeom, nunca había sentido ese sentimiento horrible, envidia. Pero los miraba y no podía evitarlo.

—¿A qué te referis?.

—Cuando empezamos la escuela secundaria Yugyeom y Jungkook se conocieron, yo lo conocía desde primaria y nunca había logrado tener el valor de hablarle, en cambio con Yugyeom les surgió tan natural que me puso un poco triste.

—¿Tanto te gustaba?.

—Lo amo.

Casi me ahogo con mi propia saliva. ¿Cómo podría saber lo que es amar si nunca lo tuvo? Yo lo tuve todo y me lo arrebataron.

—Fue en ese momento que empecé a molestarlo, y aunque siempre le decía cosas, lo hacía porque sabía que él nunca haría algo para lastimar a Jungkook. Me equivoqué, lo acepto.

—¿Qué pasó exactamente ese día? Jungkook nunca me lo contó, todavía no confía en mi para eso.

—Yugyeom me acababa de contar que le había sido infiel a Jungkook, lo que yo obviamente no le creí, a veces decía cosas para parecer más cool, pero con lo que había dicho solo quedó como un idiota. Tae puedo jurarte que me hervía la sangre bajo la piel cuando el idiota volvió a repetir que había engañado a Jungkook. Empecé a hablar más alto y presionar a Yugyeom. Había visto a Jungkook entrar y si no fuera porque lo molesté Jeon jamás se hubiera enterado.

—¿Lo hiciste a propósito? ¿En qué pensabas?. Le destrozaste el corazón, Park. —dije desesperado y muy enojado intentando no gritar.

—Era eso o que él nunca lo sepa y lo sigan engañando toda la relación.

—Algo de razón tenes. Pero no estuvo bien. Lo lógico hubiera sido que te acercaras a Jungkook y se lo dijeras.

—No me hubiera creído… —movió su helado, se estaba derritiendo— ¿Y vos Tae? ¿Amaste a alguien así?.

—Supongo… Terminé mi helado ¿Podemos irnos? Me siento un poco cansado y tengo sueño.

—Claro, te dejo en tu casa.

Jimin pagó la cuenta exorbitante de lo que habíamos comido, estaba valorada en dólares como si fuese la moneda nacional. Salimos al aire libre de una noche estrellada, agradecía mucho lo fresco del clima logrando calmar un poco mi noche y todo lo que ésta me había traído.

—¿Queres poner música? —me preguntó apenas subimos al auto, me negué, si ponía música solo quería escuchar temas tristes de 10cm— ¿Estas bien? Hace un rato que estas algo callado. —me miró en silencio pero yo solo observé por la ventanilla esperando a que arrancara de una puta vez— Taehyung, te estoy hablando.

—Dije que estoy cansado.

Apoyé mi brazo contra el borde de la ventanilla y recargué mi mentón en el, quería dormir, por un tiempo largo.

—¿Qué pasa?.  —Jimin se soltó de su cinturón y pasando sobre su propio asiento se recostó en mis piernas para poder mirarme a los ojos— Estas raro y eso me incomoda, no quiero verte así.

—No te preocupes. —dije desordenando su cabello— Estoy bien, solo cansado.

—¿Cansado de qué?.

De luchar por algo imposible.

—No dormí bien ayer, solo eso.

—Entiendo, ya me estabas preocupando. —volvió a erguirse en su asiento y puso en marcha el auto.

Cada vez que lograba sentirme un poco conforme con mi vida miles de situaciones ponían en juego mi estabilidad emocional y mi confianza con un futuro próspero. Llegué a Seúl con una persona que amaba, pero que nunca sentiría lo mismo que yo, con mi tía que intentaba esforzándose en hacerme sentir parte de una familia a la que no me sentía perteneciente, pero que era mil veces mejor que estar solo, una vida nueva y un amigo nuevo. En menos de cuatro meses eso que me parecía bien se desarmó. La persona que amaba, amaba y sufría por alguien más, mi tía estaba más en el extranjero que en su casa y ahora mi amigo sentía cosas por Jungkook. Hacía dos días que Hoseok no contestaba mis llamadas y mi madre aún no ha llamado para saber como estoy, acepto que yo he intentado pocas veces contactarla, pero así y todo mis llamadas nunca fueron contestadas.

No fue más de media hora, ambos viajamos en silencio hasta que no soporté las ganas de llorar.

—¿Jimin, podes dejarme acá? Voy a comprar algunas cosas.

—Pero faltan ocho cuadras para llegar a tu casa, ¿vas a caminar?. —él sabía que yo odiaba todo tipo de ejercicio, pero lo necesitaba.

—Siempre caminé Jimin, que tengas una buena noche, gracias por la cena.

—Gracias a vos por la charla de hoy, necesitaba hablar con alguien sobre Jungkook.

Bajé del auto callado, no había nada que decir, solo que esta cena no fue lo que esperaba. Esperé a que desapareciera de la cuadra y en cuanto dobló en la esquina siguiente empecé a caminar pateando una pequeña piedra que estaba frente a mi.

La noche no había salido como esperaba, pero al menos sabía a que me enfrentaba en este momento, la realidad del contexto en el que me encontraba. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿ignorar a Jimin junto con sus sentimientos y seguir acercándome a Jungkook, o no olvidar a mi amigo y la oportunidad que tiene Kook de ser feliz junto a un chico increíble?. Mi cabeza daba vueltas y sin darme cuenta ya había caminado dos cuadras.

Había pasado los últimos años de mi vida con problemas que creía iba a superar al volver a verlo, pero la realidad era que nada se solucionó y los problemas venían en aumento. ¿Debería volver a terapia? ¿Volver a sentarme frente a un desconocido, a observarnos durante una hora en la que decía lo que quería escuchar para que me dejasen en paz?. Eso no era una opción. ¿Pastillas? Tampoco. ¿Qué debía hacer para sobrellevar mi vida y la suya?.

Cada noche antes de dormir me replanteaba todo, si estaba bien lo que hacía, lo que sentía. ¿Era tan malo amarlo? Era amor al fin, ¿amar es malo?. Si, lo era. Si para ésta sociedad, si para lo normal y lógico, ¿debía ocultarlo como toda mi vida y dejarlo ser feliz? Si, eso debía hacer. Una vez que terminara el cuatrimestre volvería a Daegu tratando de superar la existencia de Jeon Jungkook, reí por mis propios pensamientos. Superarlo… como si fuera tan fácil. ¿Cómo superas a tu primer amor? La persona que vivía sacándote sonrisas, los años que se esfumaron con el viento como si nunca hubiesen sucedido y vos quedándote con aquellos recuerdos de los cuales no podes hablar con nadie.

Llegué a la puerta de casa cansado de caminar, mis piernas dolían ya que no estaba acostumbrado a todo esto del ejercicio o lo que fuera que hice. Había tardado más de media hora en caminar ocho cuadras, cuando nunca tardaba más de seis minutos, incluso llegué acompañado de la piedrita que había comenzado a patear. Me senté en el borde del escalón de entrada, todavía no abría la puerta, hoy estaría solo, en paz, con tiempo suficiente para que mi lógica y sentido común desapareciera y esta vez no tendría a Hoseok conmigo.


Hobi:
Tae, hace días no hablamos, ¿Cómo has estado? ¿Qué tal Jungkook? ¿Ha mejorado todo entre ustedes? || 14:20

¿Tae estas bien? ¿Pasó algo? Tus tweets no son para nada normales. || 14:45

¿Has tenido una crisis? Sabes que podes hacer video llamada, no será lo mismo, pero podes. Te extraño amigo, me preocupas. || 16:26


Hobi, no se que hacer… || 22:34

Siento que debo dejar esto, por su bien. Pero lo amo demasiado, son demasiados años, demasiadas cosas juntos. Pero él no recuerda nada, es como si nunca hubieran pasado. || 22:34

Ahora hay alguien más que puede darle lo que yo no puedo, no es una persona mala, al contrario, parece un buen chico y realmente me quedaría tranquilo si fueran pareja. || 22:35

Yo también te extraño amigo, te quiero Hobi. || 22:35

Hobi:
Taehyung esto no puede seguir así, hace meses que me llamas y de lo único que hablamos es de tus subidas y bajadas emocionales en donde todo gira en torno a Jungkook. Amigo, relajate un poco, vos haces lo que podes, quizás me equivoqué y no tenes que intentar nada más. || 22:37

Yo sé cuanto lo amas pero esto no te hace bien. Tomate un tiempo para vos, replantéate las cosas y comenzá de nuevo con la cabeza fría. Yo siempre voy a estar para lo que necesites. || 22:37

Mi novio te manda saludos y dice que extraña tus idioteces. Te quiero amigo, descansa. || 22:38


Bloqueé mi celular y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón, estaba tan acostumbrado a esto que las lágrimas no las sentí, creo que comenzaron después del primer mensaje que le escribí a Hoseok. Entré callado, para mi sorpresa Jungkook estaba parado justo en frente de la puerta.

—¿Por qué tardaste tanto en entrar?. Podía escuchar los mensajes de tu celular.

—No lo sé, me voy a dormir. —comencé a caminar hacia las escaleras— ¿No ibas a dormir en lo de Lisa?.

—Si, pero no pude. Me siento más cómodo en mí casa.

—Bueno, yo me voy a dormir.

—¿Pero, no vas a cenar?. —giré sin poder creerlo.

—¿Vas a comer conmigo?.

Hace más de un mes que Jungkook solo come si lo obligo y que no se sentaba en la mesa a compartir tiempo a mí lado .

—Si queres podemos comer juntos, te esperé justamente para eso. Aunque ahora que lo pienso si ya cenaste con Jimin…

—No, no, no cené. —me apresuré a decir. Bajé los tres escalones que había subido.

—¿Qué cocinaste?.

—No sé que es, solo es un invento, pero es comestible. —dijo con una hermosa sonrisa y rodeó mis hombros con su brazo llevándome a la cocina.

Otra vez volví a quedarme por él, pero lo que había pasado esta noche no era realmente importante, no si él estaba mejorando.



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Capítulo corto


~Nic

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 || 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Where stories live. Discover now