¿Qué pasaría si la persona más importante en tu vida te olvida? ¿Si los momentos a los que te aferras nunca existieron? Solo quedarías perdido en el tiempo. Jungkook es mucho más que solo alguien a quien Taehyung ama, es por quien lucharía incluso e...
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⚠Capítulo +18⚠ Contenido sexual.
Empujé despacio la puerta que estaba abierta, apenas di un paso dentro de la habitación cuando me percaté de una figura despojándose de su saco, su cuerpo creando curvas apenas perceptibles con su abdomen en un baile sutilmente erótico, siendo parte de la música, fundiéndose en cada nota y en cada palabra. La música llegó a mis oídos en un atisbo de entender de qué trataba toda esta escena exquisita. Las notas y la voz que creía conocer se apoderaban del ambiente pesado de aquella habitación de Seúl.
Jungkook me observó con cierta complicidad para luego hacer como si yo no estuviera observándolo desde el borde de la puerta.
La prenda blanca subió desde el borde suavemente acariciando el abdomen del hombre que amo, logrando que se formaran suaves olas de erotismo con cada porción de su piel, la canción ahora llenaba la habitación y se apropiaba del cuerpo de mi amado volviéndolo más apetecible de lo que ya era. Jungkook se encontraba con ese encaje blanco que apenas podía cubrir su zona intima, cuatro finas tiras caían por sus muslos que conectaban con medias largas del mismo tono, decoradas con moños rosados en el borde, tan delicado y de ese color que reflejaba la pureza, el que fue mi favorito cuando lo compró.
Toda su piel estaba a merced mía, exponiéndose para mi, provocandome, dejando que mis impulsos controlaran mi cuerpo y que el chico sensato y tímido volviera a Daegu por su cuenta. El lugar estaba infestado en su aroma, tan meticulosamente arreglado, tan afrodisíaco. Terminé de abrir la puerta, silenciosa entre la melodía, y entré a paso firme importándome realmente poco que él se encontrara en ropa interior, no era tonto, sabía que todo el ambiente estaba preparado para mi, para que me adueñara de él y nos complaciera a ambos.
Lo abracé por la espalda, tomándolo de las caderas y sintiendo el aroma de su cuello, el cual exponía aún más para que yo besara allí, justo en ese punto sensible que me gustaba.
—¿Me estabas esperando?. —mi voz ronca por la excitación lo hizo temblar, amaba provocarlo así— Yo creo que si. —me respondí sólo cuando Jungkook se dignó a cerrar sus ojos.
Mi mente me decía que parara, pero mi cuerpo me pedía que lo arrinconara contra la pared y lo hiciera mio. La segunda parte ganó. Tomé su cadera rodeándolo con mi brazo y lo apoyé haciendo que nuestros cuerpos se acoplaran.
—¿Te gusta? —pregunté con algo de duda, pero totalmente satisfecho con su respuesta. Jungkook meció su cadera formando círculos y moviéndose sobre la erección dura que apoyaba contra él— N-No hagas eso, bonito. —pronuncié jadeante sobre su cuello y entonces se detuvo.
Sentí su mano interponerse entre nuestros cuerpos, sujetando mi miembro sobre la tela y apretándolo hasta que un jadeo más parecido a un gruñido salió por mis dientes.
