태 52. Excitación 국

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Jungkook fue tan dulce manteniendo sus límites en mis tiempos, nos acariciamos con amor dejando todo ápice de deseo lejos, nos dedicamos a admirar nuestros cuerpos aún con las prendas puestas, dejando suaves toques sobre la pequeña porción de piel...

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Jungkook fue tan dulce manteniendo sus límites en mis tiempos, nos acariciamos con amor dejando todo ápice de deseo lejos, nos dedicamos a admirar nuestros cuerpos aún con las prendas puestas, dejando suaves toques sobre la pequeña porción de piel desnuda, exceptuando a Jungkook que estaba sin remera desde que tuve que frenar su intensidad.

Me permití tener el atrevimiento de besar su delicada piel, comenzar por sus labios siguiendo por su cuello, con ese aroma a jazmín característico de él, con la frescura de la superficie suave y el calor de mis labios combinándose, jamás me había imaginado poder besar y lamer sus clavículas hasta el inicio de sus pectorales, nunca en mi vida había soñado con algo tan profano.

—T-Taehyung... —definitivamente que jadeara mi nombre sobre mi oído no ayudaba y que tomara mi mano ubicandola en la cintura del pantalón, mucho menos— Podes acariciarme, tocarme, podes hacer lo que quieras.

Tomé su cintura con posesión y ataqué sus labios con todas las sensaciones que mi cuerpo guardaba, felicidad, tristeza, deseo, lujuria. Acaricié sus muslos suavemente sin ir más allá de lo permitido, no quería pasarme, pero es que la curiosidad me consumía. ¿Cuál de los conjuntos que compró hace unas semanas tenía puesto ahora? ¿Estará tan mojado como lo estoy yo? ¿Qué se sentirá tocar la parte más sensible de su cuerpo? ¿Cómo se sentirá probarlo?.

Su pierna estaba sobre mi cintura, pero de un momento a otro se apartó abriendo sus piernas para que yo me posicionara entre ellas y entonces tuve un mejor acceso a su cuerpo, el cual temblaba con mis caricias y sus ojos se cerraban cada vez que subía un poco más mi mano hacia el cierre del pantalón negro. Le gustaba sentir mis caricias, le gustaba que fuera yo quien lo tocara y no existía mayor satisfacción que esa.

—Tae... —me llamó entre jadeos y entonces me recompuse irguiéndome para observarlo— ¿No queres ver como me queda puesto ese conjunto de encaje que elegiste?.

Sus manos comenzaron a jugar con el borde de mi pantalón retirando el cinturón de cuero y dejándolo a un costado, volvió a colocarlas jalando el borde de la cintura hacia abajo mientras desabrochaba el botón y bajaba el cierre sin quitar sus ojos de los míos. Había comenzado a sudar al intentar controlarme, pero al sentir su mano tomar mi erección sobre el boxer, apretándola tan deliciosamente entre sus dedos, moviendo ligeramente su mano que hacía que el glande se descubriera dentro de mi ropa interior, los intentos de mantenerme sereno desaparecieron. Me sentía como un completo esclavo a su total disposición ante los masajes indebidos mientras yo cerraba los ojos disfrutando de sus caricias prohibidas. Sus manos tomaron mi rostro y me acercó a sus labios, los suyos se movieron en un susurro que apenas percibí.

—¿Puedo? —no esperó una respuesta y antes de siquiera darme cuenta ya se encontraba sobre mi, sentado justo como hace tiempo.

Lo describieron como un demonio, un demonio disfrazado de ángel y aunque quisiera mantener su imagen intachable dentro de mi mente, sus caricias lujuriosas en el bode de la cintura de mi bóxer me hacían dudar de la pulcritud de su imagen.

𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐 𝑬𝒏 𝑬𝒍 𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 || 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Where stories live. Discover now